Se dice que la muerte es un proceso natural, una maldición o una bendición depende el punto de vista en que se mire. No sabía que palabras podían definir lo que sentía en esos momentos, pero la más cercana que había encontrado en el diccionario era la siguiente: Desolación.
Según el diccionario, esta palabra tiene dos significados:
1)Sensación de vacío provocado por una gran impresión o tristeza.
2)Ruina y destrucción completa de un territorio.
No había duda de que lo que sentía era lo segundo. El frío se había apoderado de su ser y lo había inundado, tal y como lo había hecho en esa noche lejana. Sus venas ahora parecían estar llenas de fluido helado, y su corazón siempre golpeteaba contra su pecho como si se tratara de un tambor rápido. Frank había llegado al tercer día, cuando la noticia ya era sabida por casi todo Alabama. Su reacción fue única: salió del lugar, se sentó bajo un árbol y comenzó a llorar, no armó un drama delante de la gente o del médico en turno, una mezcla de Christopher Lee con la complexión de Anthony Hopkins, solo se fue durante un rato y se lamentó en silencio. El doctor había usado términos como metástasis e infestación, Michael no comprendía del todo los términos médicos, pero lo que sí comprendía eran las emociones humanas. Había pasado gran parte de su tiempo libre estudiándolas como para darse cuenta de que ya no había marcha atrás, de que algo iba a cambiar y que ese cambio sería violento, con furia. Tal como una tormenta que azota a una nao indefensa, igual que las que Colón había usado cuando descubrió América. En esos momentos de confusión, su mente iba y venía en varias cosas, pero no podía hacer hincapié en ninguna, en esos momentos, sus ideas eran como la bola de un juego de pinball, chocando unas con otras, estrellándose en un gran estrepito.
—Mañana iras a la escuela. —Ordenó Frank cuando estaban en la cafetería del hospital. Eran las once de la mañana, las visitas comenzarían a la siguiente hora, pero Michael, ahora conocedor del sistema del hospital, sabía que no podía entrar por ser menor de edad.
—Quiero estar aquí. Quiero verla. —Frank hizo una mueca de desagrado.
—No, Michael. Aquí no ayudas en nada y ella quiere que vayas a la escuela. —Exclamó con un tono de autoridad. Uno que no había empleado jamás hacia su hijastro, ya que era de los que tenían la idea de que para ganarse el respeto de un chico, debes tratarlo como tu igual y no como tu inferior en la jerarquía. Además de que nunca podría alzarle la voz al hijo de Sophie. La había amado a ella, y al niño también, esa era la responsabilidad que por cuenta propia decidió obtener. No obstante, la situación había cambiado, y ese tono tan cortante y seco era necesario para poner al chico sobre la tierra.
—¡Pero quiero estar con ella! Además, ¿qué sabes tú? ¡No eres mi padre! —Gritó el chiquillo con furia. Frank le permitió expresarse y no le hizo seña de querer reprimirlo. A su alrededor, algunos cuellos que no estaban lo suficientemente desanimados, giraron con cierta curiosidad. Personas que habían pasado por una situación parecida, quizá. Algo de lo que Frank era consciente es que una vez pasaban días en ese lugar, los rostros preocupados y los ojos al borde de las lágrimas eran cada vez más familiares, podría decirse que todos ellos estaban conectados por la desgracia.
—Tienes razón en que no lo soy, pero te he cuidado como si fueras mío, y te amo tanto como amo a tu madre, quien ha pasado toda su vida contigo trabajando para que nada te hiciera falta, solo exigiéndote que pusieras atención en la escuela. ¿Te parece malo asistir? ¿Cumplir con lo que a ella la pone contenta?
Michael no dijo nada. De pronto percibió con más intensidad el aroma a hospital, lo excesivo del alcohol le irritaba la nariz y los ojos, de por sí rojos, el color blanco que adornaba cada pared y piso le daban dolor de cabeza, el aire inalterable y seco no lo dejaban respirar con claridad.
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El Susurro del Viento
TerrorMichael Miller, un periodista cegado por la ambición, es incriminado en un salvaje homicidio perpetrado bajo órdenes de un político corrupto. Así, Michael es recluido por su propia seguridad en Old Lake Hill, un pequeño pueblo de los límites canadie...