Le colgué a mi papá gritando desde la garganta con frustración, sonando como algún animal herido y aventé mi celular con fuerza a la cama.
-Fue un negocio que hice años atrás con el cual gané muchísimo dinero, mucho más del que deberías saber. Estas personas te quieren tomar y sacarme todo el dinero porque no opinan que yo debería tenerlo. No hay más que explicar. Te regresarás con Justin y te quedarás de nuevo en su casa hasta que esto tenga un arreglo y yo pueda regresar a Italia con seguridad. No te quiero haciéndoles millones de preguntas molestas a los Bieber -y eso fue todo lo que mi comunicativo padre me dijo cuando le lloriqueé que no tenía idea de lo que estaba pasando.
Aun no tenía tiempo para reclamarle de una manera adecuada por tenerme viviendo en la clase media-baja toda mi vida si tenia tanto maldito dinero. Estaba guardándome esa bomba para cuando estuviera conmigo, para que así no me pudiera colgar ni mandar a volar groseramente como siempre.
-Me quieren agarrar porque le quieren sacar dinero a mi papá -le expliqué a Graham, quien tomó su plato y, aun comiendo, se sentó a mi lado en la cama- volveremos a la casa de Justin cuando él venga.
-Está bien. Prefiero estar en esa mansión a estar en esta pocilga con arañas verdes mutantes.
-No me lo recuerdes -gruñí, estremeciéndome un poco, y luego suspiré- Lo siento.
-¿Lo sientes? -preguntó él como si no entendiera de lo que estaba hablando y tragó lo que tenía en la boca- ¿por qué o qué?
-Por todo esto -le dije con algo de coraje- lamento estar arruinando tus vacaciones y tenerte en este lugar, en peligro. De verdad lo siento. Cuando te ofrecí que vinieras yo aun no sabía nada.
-Hey, relájate -dejó su plato en el colchón y alargó su mano para acariciar mi rodilla un momento- me gusta estar aquí. Tengo mucho miedo, pero no puedes negar que todo esto es emocionante. Me gusta andar con mafiosos y huir y vivir en una casa de seguridad de Dio con millones en dinero y armas y droga, me gusta mucho más que estar con mi abuela comiendo todo el día y tejiendo con ella, que es lo estaría haciendo de no estar aquí.
-¿Seguro?
-Sí, _____, relájate. Sé que ni tu papá ni tu novio dejarán que te hagan nada malo y a mí tampoco.
-Eso espero. Realmente no quiero morir aun.
{...}
Eran exactamente las 4:08 de la tarde cuando un taxi se paró frente a la casa y Justin salió de él cargando sólo su mochila Louis Vuitton, su usual ropa negra y sus zapatillas Supra de un color chillón. Y sabía la hora exacta porque había estado viendo desde hace veinte minutos del reloj a la calle a ver cuando llegaría por fin. Salté de la emoción cuando lo vi caminando hacia la casa y traté de dejar de sonreír para no verme tan ansiosa. Esperé a que tocara dos veces para correr a la puerta y abrirla.
Era una casa pequeña así que Justin, igual que Graham, tuvo que inclinar su cabeza para poder pasar por la puerta, y en cuanto lo hizo corrí hacia él y enredé fuertemente mis brazos en su cintura, enterrando mi cabeza en su cuello y olfateándola como la cosa rara y necesitada que Graham me convenció de que era. Justin rió suavemente y de no ser porque sentí la vibración de su pecho en mi mejilla no me hubiera dado cuenta, se hizo un poco hacia atrás para cerrar la puerta y luego me abrazó también, poniendo una mano en mi espalda y la otra en mi cabeza.
-Yo también te extrañé -dijo, después de no sé cuanto tiempo de estar simplemente abrazados en la puerta. Besó mi cabeza con ternura y nos separó lentamente.
-Pero tú no estuviste encerrado cinco días en una casa de drogas con arañas y animales ponzoñosos variados en todos lados -gemí, y lo solté por fin, caminando hasta la sala con él detrás de mí, ya no estaba tan sucia como al principio- ¿Gustas algo? Tenemos toda clase de billetes: euro, dólar, peso, libra, quetzal, yen, afgano, entre otros cuyos nombres he olvidado. Contamos con éxtasis, cocaína, marihuana, anfetaminas, LSD, crack y mi favorita de todas: yumbina, esa que te aumenta el apetito sexual. Tan genial, te la recomiendo. También contamos con diferentes armas de fuego, pero no estudié los nombres, sólo sé que está 100% comprobado que te puedes morir con alguna bala . Puedes tomar lo que quieras, yo ya tomé unos cuantos euros, por las molestias que me han ocasionado al mandarme aquí.
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ρeω, ρeω
Fiksi RemajaJusto cuando pensé que mi vida no podía ser más malditamente complicada, llegó él a poner todo de cabeza. Aun más de lo que ya estaba. ¿Quien lo iba a decir? Me enamoré del tipo menos... Menos como yo. "Quizás tú estás deseando un cuento de hadas...