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Sunhee

El pueblo era un lugar tan hermoso, aunque no tenía mucho de pueblo, había edificios no tan grandes como en la ciudad, había tiendas y restaurantes, casas y plazas, aunque todo en un diseño tan acogedor, aunque las calles eran de piedra como en la antigüedad. El pueblo era una mezcla de lo clásico con lo moderno.

Dejé el auto enfrente de una cafetería para poder acercarme a la mujer que atendía detrás de un mostrados de madera oscura.

—Buenas tarde -anuncie mi llegada ya que ella estaba mirando una revista

—Buenas tardes -me respondió con una sonrisa -¿En qué puedo ayudarte? -el tono de ella era muy dulce y amable, además de que había enorme sonrisa en sus labios

—¿Sabe dónde está la mansión de la familia Jeon?

—El muchacho Jeon -sonrió un poco más -es a una hora y media de aquí, por la carretera que esta al norte

—Entiendo, gracias

—No hay de que, por cierto... ¿Trabajaras para ellos?

Era claro que despertara la curiosidad de las personas de aquí al mencionar esa mansión y supongo que era más que obvio a que venia yo a ese lugar.

—Sí, me han contratado para restaurar las piezas que hay en la mansión

—¿En serio? Eso es algo increíble

—¿Lo conoce?

—¡Claro! Todos en este pueblo conoce a esa familia, no es una persona que salga mucho al pueblo, pero cuando viene es alguien realmente educado y amable, las chicas jóvenes dicen que es muy apuesto, aunque los adultos como yo lo consideramos un chico de buenos modales

—¿Por qué no suele salir mucho?

—mmm suponemos que tiene mucho trabajo

—Entiendo, de todos modos, gracias por las indicaciones

¿Con que es un chico y además guapo? Guapo, rico, misterioso, educado... interesante.

Terminé por regresar a mi auto repitiéndome las indicaciones una y otra vez en la cabeza para no olvidarlas mientras encendía el motor y me alejaba de la cafetería que probablemente visitaría después.

Después de esa hora y media manejando por la carretera con los campos a mis lados tan hermosos que por un momento pensé seriamente en detenerme y tirarme un rato en ese brillante y verde césped, pero había dado una hora de llegada y no era correcto llegar más tarde, además, ya estaba demasiado cerca y eso solo lo supe cuando a lo lejos comencé a ver la mansión, un edificio grande de piedra café claro.

Era une enorme mansión, hermosa, imponente, bien cuidada... era perfecta. Detuve mi auto frente al enorme, elegante y hermoso portón negro que daba entrada a todas la propiedad, un portón que dejaba ver el enorme jardín que había y a lo lejos la casa.

No tuve que pasar mucho tiempo averiguando cómo anunciar mi llegada y que me abriera cuando un hombre de traje apareció corriendo a abrir el portón

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No tuve que pasar mucho tiempo averiguando cómo anunciar mi llegada y que me abriera cuando un hombre de traje apareció corriendo a abrir el portón. Le di las gracias cuando pasé a un lado de él y conduje hasta la entrada que creaba un diminuto circuido gracias a una fuente mediana que ahora mismo estaba encendida. En la puerta, había dos mujeres esperándome, eso me hizo sentir como una persona importante.

Dejé el auto estacionado justo enfrente de ellas y cuando bajé, lo primero que hice fue acercarme a ellas quienes me sonrieron de inmediato.

—Hola, señorita, mi nombre es Elizabeth -dijo una de las que llevaba un vestido negro por debajo de las rodillas de color azul marino, medias transparentes, zapatos bajos negros y el cabello recogido en un impecable y bien peonado moño

—Mucho gusto, mi nombre es Sunhee

—Un gusto señorita -habló la otra chica -yo soy Claris, estoy a sus ordenes -la chica llevaba la misma ropa, era unos cuantos centímetros más pequeña que Elizabeth, su peinado era igual que su compañera solo que ella se diferenciaba por el simple hecho de que usaba flequillo

—Un placer tenerla aquí, señorita -el hombre que había abierto la reja llegó y se nos unió en esto de las presentaciones -mi nombre es William, pero puede llamarme Will 

Él tenía los ojos cafés, cabello castaño, era alto y joven, era apuesto.

—Un placer conocerlos a todos -dije

—El joven amo está adentro esperándola -dijo Elizabeth

—Pues, no lo hagamos esperar más, vamos 

Entramos a la casa y mis ojos fueron directo a las decoraciones, de un lado al otro, curiosa por verlo todo. Era una entrada realmente hermosa, con decoraciones en las paredes de piedra clara, dorados, cuadros al oleo con marcos dorados, floreros en las mesas doradas, el piso era de color café claro, todo era tan hermoso.

 Era una entrada realmente hermosa, con decoraciones en las paredes de piedra clara, dorados, cuadros al oleo con marcos dorados, floreros en las mesas doradas, el piso era de color café claro, todo era tan hermoso

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—¿Le gusta? Señorita -preguntó Claris con una sonrisa en el rostro

—Es... hermoso -no podía dejar de mirar el lugar y fascinarme por cada cosa que miraba

—Muchas gracias por decir eso de mi casa -escuché la voz masculina venir de mi derecha, por eso giré la cabeza para encontrar al dueño de la voz 

Un hombre de traje, alto, de cabello negro, ojos cafés, piel clara y perfecta, una caminata y aspecto elegante y refinado, una sonrisa perfecta además de unos hoyuelos encantadores se acercaba a nosotros. Era el dueño de la casa. 

Conforme se me acercaba por alguna razón, comencé a sentirme extraña, una extraña sensación de haberlo visto en alguna otra parte antes, traté de recordar el lugar o su rostro, pero por más que lo busque en mis recuerdos, no logré encontrar nada, lo único que puedo decir es que la mujer de la tenía toda la razón y que las chicas del pueblo estaban en lo correcto, él era un hombre realmente guapo. 

—Un placer, soy Jeon Jungkook -me extendió la mano esperando por mi respuesta

—Mucho gustó -tomé su saludo -soy Sunhee Monaghan, me alegra por fin poder conocerlo

—Es un placer para mi... conocerla -el apretón duró más de lo que normalmente debe durar uno -am... -me soltó y una sonrisa divertida salió de mis labios ante el gesto -supongo que debe estar cansada por el largo viaje, las chicas prepararon su habitación, la guiaran hasta ella, puede ponerse cómoda y antes de cenar puedo darle un tour por la casa y puedo mostrarle su espacio de trabajo

—Sería genial, gracias -sonreí amablemente 



También en otra vida (JeonJungkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora