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Sunhee

—¿Quién eres? –pregunté por segunda vez al no recibir respuesta

—Sunhee –dijo mi nombre, pero no pude identificar la voz

—Solo dime tu nombre y ya

—Soy yo... Marcus

—¡¿Marcus?! ¿Qué estás haciendo aquí?

—¿No querías que tus amigos vinieran a tu fiesta de compromiso?

—Sí, pero no quería que me besaras

Pude ver levemente como se movía de frente de mí y encendía su teléfono, se agachó y por fin se hizo la luz. El lugar tenía plantas muertas y estaba muy descuidado. Claro que sí, este lugar estaba cerrado desde hace 100 años.

Marcus era el que me aterraba ahora, estaba vestido como un fugitivo, con pantalón negro, tenis blancos y sudadera negra.

—¿Por qué actúas como si estuvieras escondiendo algo? –pregunté

—¿Querías verme en la fiesta?

—Claro que sí

—¿Después de lo que pasó en el museo? Pensé que me odiabas

—No lo hago, Marcus –quise dar un paso al frente, pero me arrepentí y me quedé en mi lugar –sé que los sentimientos a veces nos confunden, creí, que si pensabas las cosas y te relajabas cambiarias de opinión y volveríamos a ser amigos... pero ya vi que no –susurré decepcionada

—¿No?

—Volviste a cometer un erro, me besaste sabiendo que me comprometí

—¡No voy a dejar que te cases con él! –gruño de un modo tan horrible que me hizo dar un paso hacia atrás -¿Por qué no puedes entender que te amo? –lloró

—¿Por qué no puedes entender que yo no?

En ese momento mi cabeza comenzaba a planear cómo demonios salir corriendo de aquí o cómo pedir ayuda.

—¡Te amo, Sunhee! ¡Entiéndelo!

—Lo entiendo, Marcus, lo hago –trataba de hablarle lo más suave posible para que se calmara, pero no funcionó

Jungkook, ayúdame.

Jungkook

Salí de mi oficina con el corazón latiéndome como loco y sintiéndolo en la garganta, llevaba el arma sujeta fuertemente del mago y evitaba a las personas para que no me vieran con ella.

Como aquel día, cómo fui tan idiota, todo está pasando como aquel maldito día. 

También en otra vida (JeonJungkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora