Como todos los días, a las 6 de la tarde mi madre me enseñaba a tocar el piano mientras mi padre trabajaba en su oficina.
Mis dedos moviéndose de un lado al otro, presionando las teclas correctas mientras que mi madre me miraba y me escuchaba atentamente para detenerme en cuanto encorvara la espalda, en cuanto no me viera bien o en cuanto no tocara la nota correcta.
Los truenos y la lluvia afuera no eran tan ruidosos como la música del piano, pero aún con ese ruido, los golpes en la puerta principal se escucharon haciéndome detenerme y minutos después mi padre se asomó en la sala con una expresión extrañada. Eran vacaciones y la mayoría de los sirvientes estaban en sus casad, además de que nadie venia por estos rumbos a menos que vinieran a esta casa.
Mamá y papá caminaron delante de mí hasta la puerta, abriéndola y bajando la mirada todos al mismo tiempo.
Un chiquillo de traje y empapado por la lluvia estaba de pie ante nosotros, su traje estaba lleno de lodo y creo que había algo de sangre en su frente.
—¡Madre mía! -gritó mi padre -¿Qué ha ocurrido contigo? Niño -el muchacho levantó la mirada
—Mis padres no despiertan -dijo con una mirada seria -están en la calle, pero no despiertan -mis madres se miraron por unos segundos -¿Pueden ayudarlos?
—Claro que sí -miró por todos lados sin saber por dónde empezar -cariño, llama a Francis y Adam -le pidió a mamá quien salió corriendo -mientras, querida -me miró -encárgate del niño, por favor
—Sí
Mi padre rodeo al niño saliendo corriendo, yo me acerqué a él, creo que tenía unos 7 años y era más pequeño de estatura que yo, así que tuve que agacharme un poco dejando mis manos en mis rodillas.
—Tus padres estarán bien, deberías limpiarte primero ¿Vienes? -estiré mi mano y después de dar un vistazo al camino que mi padre, Francis y Adam habían tomado, volvió a mirarme y tomó mi mano.
Lo llevé hasta la cocina donde lo senté en la mesa y mientras él estaba en silencio yo mojé un trapo, me senté a su lado en la mesa y limpié su cara.
—¿Cómo te llamas?
—Jungkook
—Que bonito nombre, Jungkook -su cara quedó limpia, pero el trapo tenía manchas rojas de la sangre que le había salido de la frente, la cual, por suerte ya había dejado de sangrar
Me levanté para limpiar el trapo y regresé a su lado cubriendo su cabeza con él y sacudí la tierra de su cabello viendo como el lodo caía sobre la mesa y el piso. Mamá me regañara, pero eso no importa ahora.
Quitando el lodo de su cara y su cabello, pude ver que su piel era pálida, supongo que el frío ayudaba en eso, cabello oscuro, lacio, ojos cafés y labios gruesos y un poco azules.
—¿Te lastimaste en algún otro lado? -pregunté sentándome de nuevo a su lado, pero él solo negó con la cabeza -¿Tienes hambre? -eso sí lo aceptó -que bueno -me levanté directo a la alacena -antes de irse, nuestra cocinera preparó unas galletas de chocolate muy ricas -bajé el frasco de vidrio y lo dejé sobre la mesa -toma todas las que quieras -no esperó más tiempo y tomó una, llevándosela a la boca rápidamente
Me quede en silencio mirándolo, hasta que escuche la puerta de la entrada y después a mi madre llamándome.
—¡Hana!
—Ahora vengo -salí corriendo de la cocina encontrándome a mi madre en la entrada
Mientras más me acercaba, más notaba su nerviosismo.
—¿Qué pasó? Madre
—¿Dónde está el niño?
—Lo llevé a la cocina para limpiarle la cara y darle algunas galletas
—Bien, mantenlo en la cocina un poco más
—Madre ¿Qué está pasando?
—Hana -sus ojos tristes nunca me gustaba, era una sensación muy fea para mí ver a mamá triste -los padres del niño... tuvieron un accidente en su auto
—¿Y luego?
—...Los dos murieron
—No puede ser -me cubrí la boca -madre, se va a quedar solo
—Eso lo veremos después, ahora, no dejes que se entere, tu padre y yo hablaremos con él después
—Bien
—Ve con él
Regresé a la cocina donde Jungkook seguía sentado a la mesa, comiendo las galletas.
Me dolió el imaginar cómo reaccionaría cuando se lo dijeran y qué sería de él después.
—¿Quieres un poco de pastel? -trate de sonreír y hacer como si nada hubiera pasado mientras él aceptaba con un movimiento ligero de cabeza
ESTÁS LEYENDO
También en otra vida (JeonJungkook)
FantasyNuestras vidas pasadas son el inicio o la continuación de la existencia de nuestra alma, muchas veces dejamos cosas sin completar y venimos a esta vida a completar esos pendientes, a encontrar a esas personas que fueron importantes para nosotros o a...