También en otra vida (JeonJungkook)

12

Hoy le diría a Hana cuanto la amaba. Por fin, después de haberlo discutido un buen tiempo con mi reflejo en el espejo, me di la valentía que necesitaba para decírselo.

Por la mañana, cuando ella estaba desayunando y antes de bajar, me adentré en su habitación para dejarle una nota en su tocador diciéndole que la esperaba a las 4 de la tarde en el invernadero junto a las rosas rojas.

Durante toda la mañana y hasta las 4 no podía dejar de pensar en cómo se lo diría, en cuales serían mis primeras palabras, incluso mi maestro de francés me regaño al no estar poniendo atención a la lección.

Llegada la hora fui al invernadero sintiendo como mis pies me temblaban y el corazón me latía desbocadamente contra el pecho. Andaba de un lado al otro hasta que escuche la puerta abrirse y cerrarse.

—Jungkook –me llamó con su suave voz

—Por aquí –detuve mi andar de un lado al otro para esperar por ella

Llevaba un vestido hermoso, con su cabello suelto como a ella siempre le gustaba traerlo, Madame Florentin siempre la regañaba diciéndole que no era de una dama llevar el cabello suelto y debía atárselo por completo, pero a ella no le gustaba hacer eso. Y siendo sincero, me encantaba que llevara su cabello ondulado, suelto.

—Jungkook ¿Por qué me citaste aquí? Sabes –miró a los alrededores bajando la voz –sabes que, si Madame Florentin no me encuentra en el gran salón, se volverá loca

—Lo lamento –me disculpe –solo quería hablar contigo un momento

—¿Qué sucede? ¿Pasó algo? –preguntó preocupada -¿Te metiste en problemas?

—No, no, yo... Hana, yo... -lamí mis labios y lo solté sin pensarlo más –te amo

Lo dije, las manos me sudaban y mi corazón me tamborileaba en los oídos, pero lo dije.

—¿Qué? –sus ojos se abrieron y no dijo nada por unos cuantos segundos

—Hana, te amo, te amo demasiado

—Jungkook... -comenzó –no puedes decir eso

Aunque ella fuera 5 años más grande que yo, estaba a la misma estatura lo que era frustrante porque sus ojos estaban a la misma altura que los míos y no me permitía apártalos de los de ella.

—¿Por qué no? –me sentí decepcionado, bajé la voz y me acerqué a ella -¿Aun me sigues viendo como un niño? –me molestaba, ciertamente, que ella me siguiera viendo como un simple niño

—No es eso -intentó poner su mano en mi hombro

—¿Entonces? -me alejé de su intento

—Sabes que en el futuro... no podemos estar juntos de esa manera

—¿Por qué no?

—Sabes lo que mis padres dijeron antes de morir y Madame Florentin hará todo lo que este en sus manos para cumplirlo

—¿Y tú simplemente te sentaras a ver como los demás deciden tu futuro?

—Jungkook -me miró con ojos de súplica -sabes que este matrimonio nos hará un bien a los dos

—Hana -la tomé de la mano llevándola a mi pecho -¿Sientes eso? Mi corazón se acelera así de rápido siempre que se trata de ti

—Lo siento -quitó su mano en un arrebato delicado -tengo que irme -se dio la media vuelta

—Espera -la tomé del brazo -¿Me estás diciendo que jamás tendré una oportunidad?

—En esta vida -me miró directo a los ojos con una pequeña sonrisa -no podemos estar juntos como lo deseas, pero te prometo que en la siguiente vida la tendremos juntos, una vida donde seremos felices juntos

—Pero, yo quiero estar en esta vida contigo

—Nuestras vidas ya están decididas -dejó su mano en mi mejilla haciéndome cerrar los ojos ante esa cálida caricia -y en esta vida no tenemos una historia juntos

Me miró a los ojos sonriéndome suavemente y acariciando la piel de mi mejilla con la yema de su dedo.

—Aun así, no te alejes de mi lado, nunca -se aceró los pocos pasos que nos separaban y dejó un beso en mi mejilla susurrándome al oído -sé feliz con alguien más, pero siempre compartiendo esa felicidad conmigo

Deslice mis manos hasta su cintura presionándola un poco a mi cuerpo mientras ella me envolvía también en un abrazo. Cuanto desee quedarme así para siempre, que el tiempo se detuviera en este preciso momento.

—¡Señorita Hana! -la voz chillona de Madame Florentin gritando su nombre nos hizo separarnos apresuradamente y la hizo salir corriendo antes de que fuera algo más problemático

Solo espero que las palabras que me dijo sobre que en esta vida nuestro destino no era estar juntos, sea cierto que en la que sigue sí.

Han pasado 140 años y mi corazón sigue latiendo por ti como la primera vez.