También en otra vida (JeonJungkook)

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Sunhee

Marcus despertó antes de que la policía llegara e intento liberarse, pero William y Frank lo detuvieron muy bien, comenzó a de nuevo intentar convencerme de lo mucho que me amaba, lo cual me desagradaba demasiado y viendo mi desagrado, Jungkook y Alice me llevaron dentro.

Claris y Elizabeth se habían encargado de vaciar la casa amablemente para que nadie se diera cuenta del problema que había afuera, lo cual me alegraba demasiado, no quería ver a nadie en este momento, estaba cansada tanto física como mentalmente como para lidiar con los invitados.

Nos quedamos en el gran salón esperando por la policía mientras Claris le trataba la herida, al parecer ella sabía un poco de primero auxilios, solo en lo que llegaba el médico y para cuando llegó la policía, Jungkook me dejó por un momento a cuidado de Alice mientras él se encargaba de hablar con ellos.

—¿Cómo te sientes? -preguntó Alice dejando una taza de té de manzana sobre la mesa antes de sentarse a mi lado

—Cansada -tomé la taza y le soplé un poco antes de darle un trago

—Pronto se ira la policía

No sé a que acuerdo llegaron Jungkook y la policía, no vi el momento en que se llevaron a Marcus, pero sí estuve presente cuando una ambulancia llegó a curar la herida de Jungkook del que no me separe para nada mientras lo curaban.

Como dije antes, ya estaba cansada, él estaba cansado y por el medicamente que le dieron para la herida, ahora lo estaba aún más, Adam como siempre, nos pidió a ambos que subiéramos a descansar de una buena vez y que él se haría cargo del papeleo y de que los policías se fueran en paz. Le tomamos la palabra sin protestar.

Subimos a la habitación donde ambos nos cambiamos de rompa y nos lavamos en total silencio hasta que nos metimos a la cama.

—Lo lamento -dije

Ambos estábamos boca arriba.

Sentí como se giró en la cama y yo hice lo mismo para quedar cara a cara.

—¿Por qué lo lamentas? -preguntó

—Por todos los problemas que cause hoy -acaricie con la yema de mis dedos la gaza que cubría su herida

—No fue tu culpa -tomó mi mano y sonrió -es bueno saber que, la persona que te lastimo en el pasado ahora estará en prisión por mucho tiempo y lo mejor es que sabemos su nombre y conocemos su rostro

—Lamentablemente

Me dolía que la persona que me mató en el pasado haya sido uno de mis mejores amigos en el presente.

—Oye -acaricio mi mejilla -sé que era tu amigo y lo lamento por eso

—No importa -sonreí -lo único que me importa es que estás bien ahora

—Estoy muy bien -sonrió -ven aquí

Me envolvió en sus brazos presionándome contra su pecho, dejé mi rostro en su cuello y de ese modo ambos nos quedamos dormidos de inmediato.

Por la mañana la realidad volvió a golpearme cuando Adam llegó con teléfono en mano diciendo que el jefe de la policía quería saber cuál seria el paso legar que Jungkook tomaría en contra de Marcus.

—Lo demandaré -me dijo en el momento en que lo miré tomando el teléfono de las manos de Adam

—Hazlo -dije

—...Bien

Se llevó el teléfono al oído y dio la indicación de que procedieran con una demanda y con varios cargos más que seguramente lo tendrían en prisión por un buen tiempo.

Después del desayuno Jungkook fue a su oficina a atender algunas llamadas mientras yo daba un paseo por la casa que terminó llevándome al salón del piano.

Me senté frente a él y puse mis dedos sobre las teclas, tocando la canción que por años había sido parte de mí vida, la canción que escribí para ganarme el viaje que haría sonreír a Jungkook cuando recién llegue y la que tuve por mucho tiempo en sueños en esta vida.

Ahora que la tocaba, era una sensación totalmente diferente, me sentía más tranquila, serena y feliz. Era algo nuevo, pero fue más nuevo cuando más notas se agregaron, notas que yo no podría tocar con mis dos manos, de modo que abrí los ojos y miré a mi derecha.

Hana

La luz que emanaba de su cuerpo no era cegadora, era sueva y acogedora.

—Todo terminó -dijo con su suave voz

—Lo sé

—Por fin puedo irme en paz

—¿Me dejaras?

—No te dejaré, tu eres yo, yo soy tu, siempre estaré aquí

—Pero es diferente ¿Sabes? Es como si una buena amiga estuviera a punto de dejarme

—Jamás te dejaré, siempre cuidaré de ti, de Jungkook, de todos, de la casa

—¿En serio? -juguetee con las teclas sin hacerlas sonar

—Que no me veas, no significa que no esté contigo

—Entiendo

La miré con una leve sonrisa y ella también me sonrió.

—Mamá y papá te mandan saludos

—¿Mamá y papá?

—Sí

Llevó su mano a mi mejilla rosando tiernamente mi piel, fue como sentir el tacto de mis padres y haciendo difícil contener algunas lágrimas.

—Diles que los amo -dije

—Ellos lo saben, ellos también te aman, dicen que esperan verte, pero que en mucho, mucho tiempo

—Yo también espero eso

Nos miramos por unos cuantos segundos más hasta que ella se fue desvaneciendo poco a poco frente a mis ojos y dejándome solo un adiós como despedida.

—Adiós, Hana