También en otra vida (JeonJungkook)

23

Sunhee

Estaba afuera de mi habitación, en el pasillo, con mi pijama puesta y mis pies descalzos sintiendo el frío piso. La luz de la luna estaba por la ventana del pasillo y a lo lejos podía escuchar el ruido que emitían los grillos que se escondían por los rincones.

Miré a ambos lados, pero no había nadie, aunque algo me decía que comenzara a caminar, así que lo hice hasta que llegué a la esquina del pasillo donde escuche una voz suave, femenina y lejana.

Biblioteca

Era la misma voz que había escuchado en el jardín con la excepción de que ahora no estaba asustada, me sentía tranquila.

—¿Tengo que ir a la biblioteca? -pregunté al aire

—Biblioteca -repitió

—Está bien, está bien, iré a la biblioteca

Comencé a caminar hasta llegar a ese lugar que tanto insistía que fuera.

—Por favor -dejé mi mano en la manija de la puerta antes de abrir -no te me aparezcas, no quiero que me asestes -no estaba segura si me seguía escuchando o que fuera uno de esos fantasmas que salen en las películas. Abrí la puerta y entré a la biblioteca.

Aquí dentro era diferente, era un lugar brillante por la luz del sol que entraba por las ventas, era raro, el pasillo estaba oscuras, pero aquí era muy brillante.

Miré por todos lados, de pies en medio del pasillo esperando saber qué demonios tenía que hacer aquí, pero no hubo necesidad de esperar mucho tiempo cuando una intensa luz al final del pasillo comenzó, venía de los libros y esa fue la señal que necesitaba para acercarme. Corrí hasta él dándome cuenta de que el brillo venia de uno de todos los libros en el librero.

Luna, galaxias y la voz del alma

Era un libro de color rojo con adornos dorados y el título en letras doras también. Lo tomé para sacarlo de su lugar y en ese momento el libro se desvaneció en mis manos y la luz que rodeaba el librero también se esfumo apareciendo segundos después del espacio donde antes había estado ese libro, más brillante e intensa hasta el punto en que tuve que cubrirme los ojos.

Búscalo

Abrí los ojos encontrándome con la oscuridad de mi habitación. una sensación extraña me recorría por todo el cuerpo y era algo que no podía explicar con palabras, tal vez, inquietud, curiosidad, miedo y algunos más que no lograba identificar como para darles un nombre.

Miré mi mano con la que había tomado el libro y la cerré en un leve puño recordando la textura y la sensación.

Alejé las cobijas que me cubrían y bajé de mi cama, dudé por unos momentos en si cambiarme de ropa o no, pero al final no me tomé el tiempo en eso y simplemente salí de mi habitación camino a la biblioteca.

Cerré la puerta con cuidado y en completo silencio, eran las 4 de la mañana y no había ni un ruido en la casa, corrí hasta el fondo donde me di cuenta de que las cosas eran diferentes a mi sueño ya que aquí no llegaba mucha luz del sol y olía a viejo, además de que algunos libros no eran los mismo que recordaba, solo esperaba que el que había soñado, si estuviera.

Comencé a pasar mi dedo por los lomos de los libros, leyendo atentamente los títulos de cada uno e impacientándome a cada segundo, pero al final, lo pude encontrar.

Sentí un cosquilleo en mi mano al ver que el libro que soné era exactamente igual al que ahora estaba frente a mis ojos, cada detalle, cada adorno, el mismo tono de rojo, todo era igual.