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Jungkook

—¿Diga? -contenté distraído en mis papeles

Los nervios me habían causado una mala jugada todo el día desde que Adam se fue, por eso me había obligado a mi mismo a concentrarme en el trabajo y lo había logrado, pero cuando mi teléfono comenzó a sonar, los nervios regresaron rápidamente.

—Joven amo -la voz de Adam del otro lado de la línea me hizo sentir una descarga eléctrica que me recorrido todo el cuerpo.

—¿Qué fue lo que pasó? -pregunté de una vez

—Pude hablar con ella, joven

—¿Qué dijo?

—Aceptó -solté un suspiró y relajé mis hombros

—Pero ¿Cuándo vendrá?

—Dijo que mañana mismo, al atardecer llegará a la mansión, en este preciso momento estoy saliendo de regreso para hacer los preparativos

—Debiste traerla, es un largo viaje

—Joven -dijo calmado -fue demasiado arriesgado el hecho de que se acercará de ese modo a ella, fue suerte que no se asustara o sospechara, no podemos asustarla ahora que acepto ir

—Tienes razón -relajé mis pensamientos y mi ansiedad -discúlpame -me dejé caer en el respaldo de mi silla -buen trabajo, Adam

—Gracias, señor

—Por favor, ten cuidado cuando regreses

—Claro que sí, nos vemos pronto

Dejé el teléfono en el escritorio y salté de mi silla directo a la puerta, salí de mi oficina a paso rápido, con la emoción invadiendo todo mi cuerpo, pero también con miles de ideas que querían explotar de mi boca para que su llegada fuera perfecta.

—¡Elizabeth! ¡William! ¡Claris! -grité bajando las escaleras con velocidad y a los pocos segundos ya tenia a los tres esperándome al final de las escaleras, esperando por mis ordenes

—¿Qué desea? Joven amo -preguntó Claris

—Adam acaba de llamarme, ella dijo que sí vendría -no me dejaron terminar cuando ya estaban sonriendo -llegará mañana al atardecer y quiero que todo este perfectamente limpio, quiero que su habitación este en perfecto estado ¿Entendido?

—Claro que sí -los tres estaban demasiado emocionados, supongo y sé que yo también lo estaba

Me hicieron una pequeña reverencia rápida con la cabeza antes de salir corriendo a hacer lo que les pedí, dejándome de pie sin idea de lo que a mi me tocaba hacer para crear una llegada perfecta para ella, así que lo único que se me ocurrió fue ir a mi habitación en busca del mejor traje que tenía mientras me miraba al espejo con él encima de mi ropa. Me sentí como una chica que estaba a punto de tener una cita, como en esas clásicas escenas en las películas románticas donde la mujer se prueba toda la ropa del armario hasta encontrar el conjunto perfecto.

Después de cuatro horas, Adam llegó, era ya de noche y no pude resistirme.

—¿Cómo es ella? -fue lo primero que salió de mis labios en cuanto los dos estuvimos solos en mi oficina

—Es tal y como la recuerda, señor -sonrió orgulloso

—¿En serio? ¿Tiene el mismo color de ojos? ¿La misma estatura? ¿Incluso su diminutos lunar debajo del labio? Del lado izquierdo

—Sí, es la misma, solo que con el estilo de esta época

—Claro, claro -no pude evitar sonreír al pensar que ella era la misma, aunque había una inquietud que reapareció –¿Sabes... sabes si tiene novio, esposo, algún pretendiente?

—Pregunté a sus compañeros de trabajo si tenía novio con el pretexto de que no le gustaba los empleados con vidas amorosas, ya que solo los distrae de su trabajo y la respuesta fue que no, ella esta en ninguna relación, incluso me dijeron que no suele salir mucho de su casa, es una persona tranquila

—Adam -chille -es ella, es igual a lo que fue en el pasado, no ha cambiado en nada

—Lo es, señor -sonrió emocionado -felicidades

Por la noche, por más que giraba en la cama, no encontraba la posición correcta, además de que mis pensamientos no me dejaban de molestar preguntándome si había cubierto todos los preparativos para una llegada perfecta. Estaba tan emocionado, por fin, después de tantos años de espera, por fin la volvería a ver. 

Desde que desperté no había dejado de mirara cada detalle de la casa, asegurándome de que todo estuviera en orden, que todo estuviera en su lugar, limpio, brillante, hermoso como en aquel entonces, estaba tan nervioso que no me percaté de que la hora de su llegada, había llegado.

—Joven -Adam se me acercó, ambos estábamos en el pasillo del segundo piso

—Dime

—Cuando ella llegue, no se emocione demasiado, no sea tan obvio. Sabe que tiene que dejar que ella recuerde sola

—Lo sé -sonreí mientras acariciaba el pétalo de una rosa que estaba en uno de los tantos floreros que adornaban toda la casa -es solo que... soñé que ella me recordaba en cuanto volviera a verme

—Entiendo lo que siente -el tono cálido de su voz mera una gran ayuda para mi -pero no puede asustarla y perder esta gran oportunidad

—Prometo controlarme todo lo que pueda -sonreí -pero si en algún momento llego a perder el control -miré a Adam -todos ustedes deben cubrirme la boca y no dejarme arruinar esto

—Lo prometo -sonrió -haremos nuestro mejor esfuerzo

Me hizo una ligera reverencia con la cabeza y se fue dejándome solo de nuevo con mis nervios.

Dejé las manos en los bolsillos de mi pantalón y me giré a la ventana donde la vista daba a nuestro enorme portón de color negro, todo era relativamente paz, pero mi corazón comenzó a acelerarse cuando vi ese auto negro desconocido detenerse justo en la entrada. 

También en otra vida (JeonJungkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora