Domingo, 6 de Enero del 201(8)9
12:49 a.m.
«Hola, buenas noches. Siento molestarte tan tarde pero necesito soltarlo.
Necesito decírtelo una última vez.
Me gustas, y sé que no soy ni tu tipo, ni nunca podremos llegar más hayá de ser algo más que amigos, ni que tampoco creo que te interese yo en absoluto.
Suena bastante absurdo, pues antes del verano pasado todo estaba bien, me conformaba con saludarte, hablar un poco de anime; y listo, pero ya no.
No sabes la rayada mental que me he echo en la cabeza y las veces que he llorado para poder decirme a mí mismo que estoy haciendo el tonto por un amor unilateral, incluso estoy saliendo con un chico para intentar sacarte de mi cabeza; pero ha sido un grave error, sigues ahí.
Realmente esto te vaya a parecer una chorrada pero te quiero, en serio te quiero. Y no es cualquier te quiero, no; es quererte de verdad, por no decirte que te amo.
Pensé que podría olvidarte si tan sólo intebtaba no pensar mucho en ti, pero el beso de Tuineje me jodió todo. No es culpa tuya, al contrario; creo que estabas borracho al igual que yo y por eso me besaste cuando te lo pedí.
Ahora sólo pienso en poder cogerte de la mano, sonreír te, poder abrazarte. En serio, sólo puedo pensar en ti.
Me estoy desahogando contigo, por que mis amigos están hartos de mi estado de ánimo al recordarte.
¿No crees que estoy sonando como si fuera falso? Puede ser, pero realmente es lo que siento, lo que pienso.
Igual tan sólo necesito que me rechaces directamente para poder olvidar cualquier oportunidad que sé que no tengo pero que mi cabeza crea sola.
Creo que ya fue suficiente, ¿no crees? Ya me he avergonzado bastante y puesto en ridículo, pero creo que vale la pena. Aún que no sé si ahora quieras saber algo de mí por todo esto, quiero decirte que mil gracias por lo que has conseguido hacerme sentir con tan sólo ser mi amigo; Te amo. Cuidate y disfruta de la noche.»Releí una última vez el mensaje y lo envié. No sé que fue peor, que lo leyera al instante o su respuesta.
Mensaje de texto(1)
Era él. Mi corazón se aceleró, pero con tanta fuerza que hasta mis lágrimas se derramaron en la acción.
Cristian(1):
«Aiden, ya te dije te considero una amiga. Lo siento de verdad, te lo digo; eres super buena niña y todo. Eres una niña de 10 pero tienes que entender de que no, ya me vistes con la que me gusta. Lo siento de veras, pero muchas gracias por decirlo igualmente, buenas noches.»
Mis ganas de llorar no faltaron en ningún momento, me faltaba el aire; me sentía vacío. Rápidamente mis lágrimas, esas mismas que amenazaron con salir hacía segundos atrás; asaltaban de forma inusual mis mejillas, con la intención de llegar a mi cuello.
Era tan... Doloroso. Tan horrible.
¿Porqué no podía sentir nada? No lo sabía, pero dolía; dolía bastante.
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Un Diario Más
AcakUn Diario Más. Hay horas. Hay horas para él dolor. Hay horas para sentir. Hay horas para reír. Hay horas para llorar. Hay horas para todo. Sobre todo, hay horas para amar; horas para él amor.