Un Diario Más

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Castigué mis dolores con alcohol y drogas, ahora soy independiente de todo lo que pase a mi alrededor.

Escogí la forma de vivir más fácil y estúpida que Dios me dió, y así la acepté.

Las estrellas hoy lucen distintas, más brillantes, más sombrías.

Me di cuenta de que mi forma de vivir nunca fué la correcta, pero me daba igual.

Alteré mis pecados, mis ganas de volar.

Tragué el amargo sabor de la botella de vodka y entró como si fuera agua, vaya, ya estoy acostumbrada.

Quise descubrir un mundo que no existe. Un mundo que yo misma destruí.

Atraqué corazones y los decapité, atraqué sentimientos y los maté.

JAJAJAJAJAJA, me he transformado en una bruja, una bruja que te ahogará con solo mirarte.

Lo siento cielo azul, ahora amo la luz de las estrellas en plena borrachera, amo la luna en medio de toda la droga consumida.

Las pastillas no me hicieron nada el año pasado, y la cadena que intenté utilizar para ahorcarme se rompió cuando ya casi estába en el punto de morir.

¿Acaso te gusta verme así, Dios?

Caí en la tentación de Lucifer, y ahora no saldré.

Amo la forma en que me odian, en la que me miran, en la que me desean.

Odio las ganas que tenía de acabar con todo, y me sumergí en un mar de puras mierdas, de puras mentiras.

¿Vas a dejar que siga viva, Dios?

Creé una esfera de capas protectoras a mi alrededor, y cuanto más cerca de mi corazón; más fuertes son.

Agarré dos botellas de puro alcohol y las ingerí como si fuera agua, agua pura y mineral.

Las cuchillas sólo me dan la sensación de que regresaré al cielo y saldré de este infierno, pero son adictivas, y cada día más mortíferas.

¿Acaso creíste que era una santa, Dios?

Cambié un mundo de luz y color, por uno que posiblemente me haga ver hasta un gran y enorme grifo volador.

Los dragones son mis amigos y las plantas me adoran.

Los cristales se me clavan y nadie es capaz de hacer nada.

¿Dios? ¿Realmente existes, o eres un podrido mito?

Salir es difícil, pero vivir emborrachada y drogada es vida.

Amar las cosas malas es lo mío, cariño.

¿No te gusta? Afronta lo que creaste tú mismo.