Felicidad.
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Nunca di por echo que yo fuera alguien feliz, risueño o contento; es más, siempre me vi alguien bastante normalito.
Quizás ahora, a mis casi 16 años de haber nacido, no sea feliz, pero lo fui.
Tengo recuerdos en los que la felicidad reinaba, con fuerza; como si nunca se fuera a desvanecer.
Recuerdos que sólo tengo a base de imágenes, o pequeños flash-backs que aparecen en mi mente.
Hay momentos de felicidad que no sé si fueron reales. No sé si fueron realmente vividos.
Querida felicidad, si pudieses volver a mí, aún que sea un poco; te lo agradecería bastante.
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Un Diario Más
RandomUn Diario Más. Hay horas. Hay horas para él dolor. Hay horas para sentir. Hay horas para reír. Hay horas para llorar. Hay horas para todo. Sobre todo, hay horas para amar; horas para él amor.