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08 de Agosto del 2018.



7:37 p.m.

Mis energías volvieron a mi cuerpo una vez más. Mis ojos se ensancharon en felicidad y probablemente; con un pequeño brillo que los delataría si pudiesen no estar tan opacados.

No sabría explicar muy bien el porqué de tal ataque de alegría, aún que estaba claro que era por alguien o algo en concreto. Y en este caso era por algo.

Había estado investigando alguna fórmula para adelgazar y siempre era lo mismo. EcoSlime, Cacao que adelgaza; y etcétera de infinidades de pastillas, polvos y/o sobres que tendría que comprar por Internet, hasta que he dado con una formula de pastillas y un vinagre de manzana extraño. Sería la primera vez probándolo.

Algo dentro de mi me decía que estuviera tranquila. Los nervios florecían dentro de mí de una forma que no era normal, pero valdrían la pena si esta extraña fórmula adelgazan-te; funcionaba.

También estaba nerviosa por otra cosa. O igual ya tendría que dejar de dirigirme a mi como un género femenino; puesto a que eso me ponía algo inquieto.

Hoy había discutido con unas personas que no conocía de nada; de forma amistosa sobre el colectivo LGBT+.

Sinceramente, yo SOY bisexual, pero a parte; SOY un hombre. Tenga los genitales que tenga. Yo me considero un hombre, aún que todavía no me gustaría hormonarme; puesto a que puede que todo sea algo temporal.

Ya he hablado de esto con varias personas a mi alrededor. Empecé con mi grupo de amigos, los cuales me aceptaron y está compuesto por cuatro personas MARAVILLOSAS: Nerea, Borja, Marisa y Marina; los cuales me apoyaron sin dudarlo.

Después seguí con mis redes sociales, en las cuales me han puesto en la categoría transexual; aún que yo no crea serlo. 

Y por último pero no menos importante, se lo he comentado a mi padre, el cual me dijo que si quería hacerme algo en el cuerpo (empezar con las hormonas), que sea cuando esté seguro del todo; pero que para él seguiré siendo su niña, quiera o no serlo.

Puede que no leáis el simple echo de que no se lo he comentado ni a mi madre, ni al resto de mi familia. Esto tiene una explicación lógica y es que; al que le tengo más confianza es a mi padre.

Por una vez en mi vida, me he sentido bien conmigo mismo.

Una sonrisa se me plasmó en los labios, nada más escribir esto.

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