Kara Danvers es una chica normal de 18 años en busca de nuevas aventuras. Le encanta las fiestas alocadas y las salidas con sus amigos. Todo es normal en su vida hasta que conoce a una peligrosa mujer de ojos verdes. Es posible que con una mirada tu...
Kara analizo todo lo dicho por la millonaria y no estaba dispuesta a rendirse sin pelear; después de todo ella le habría coqueteado un sin número de veces , en las cuales por falta de experiencia no supo responder... Y no creo que eso se vea entre hermanas... se dijo a si misma.
-Bien, si quieres que juguemos a las hermanitas, hasta que te des cuenta de lo que sientes por mi, estas equivocada...lo mantuvo en su pensamiento, seco su lágrimas y encaro a la ojiverde , como nunca lo había hecho ..
-Lena Luthor... le miro con firmeza... no me importa tu pasado, ni quienes se dicen tu familia...He convivido contigo por un año, se quien eres y que pretendes ser ... y aunque me veas como una adolescente inmadura... recalco con vehemencia... te he demostrado que se cuidarme sola y no busco esconderme como otros bajo tu apellido... respiro profundo... Déjame ser "Kara Danver", no tu hermanita, sino tu amiga... alguien en quien puedes confiar...
Lena quedo sin palabras, la chica tenía coraje y corazón. Cosa que no había conocido en nadie antes. Sus ojos le parecieron más azules que el cielo y su belleza de mujer salto a su vista con fuerza... La jovencita que había conocido en aquel antro, estaba madurando y era la chica más afortunada por verla crecer bajo su cuidado.
- Muy bien, aclarado todo no creo necesario llevarme tu abrigo, se ve caro... y no creo que tus empleados opinen bien de que la dueña de la corporación... le este dando estos obsequios a su secretaria..
-No eres mi secretaria , Danvers... sonrió
- Lo se, pero tus empleados no lo saben... sin darle tiempo de reacción le dio un beso veloz en la comisura de los labios... dejando le petrificada con el abrigo en la mano...
Kara, camino segura hacia las oficinas de prensa, sin mirar a tras, aún pensando en su osadía,le había dejado con la palabra en la boca y si no fuera poco, le robo un beso. Su rostro estaba rojo como tomate, pero no permitió que nadie lo notase.
Lena vio su andar y como se le quedaban viendo los del departamento... así que decidió llamar la atención del grupo y asignarles nuevas tareas... a los que todos les pareció excesivo, pero no se quejaron. Ya dentro de su oficina con las puertas cerradas repaso con sus dedos el lugar donde se habrían posado los labios de la rubia.
-Chica traviesa... no sabes lo que me haces... sonrió
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Oficina de relaciones exteriores
- Se puede saber, por qué entras a mi despacho como si huyeras de Freddy Kruger... se queja Ace el jefe directo de la rubia... al verla entrar agitada y toda nerviosa.
-Lo siento señor, es que ... se me hace corto el tiempo para empezar a trabajar... mintió la rubia, mientras se acomodaba al frente del hombre mayor malhumorado...
-Como sea Danvers... se sentó en su escritorio y le entrego unos portafolios... lleva esto a la Señorita Arias cuando termines, me solicito te encargase del asunto personalmente...
