Zayn se adentra en su apartamento lentamente, mirando melancólico el vacío que ocupa los rincones y el silencio que perturba su mente. Sus pasos lentos resuenan, pactando la derrota que sufre, por permitir que controlarán sus movimientos, se le ha negado el escuchar las risas que iluminan su vida, observar los perfectos océanos y recorrer los cabellos rubios que tuvo a su disposición, y que su error se encargó de alejarlo de él.
Aun cuando la confianza y apoyo de Louis lo ha motivado, no puede apartar el sentimiento de que todo va a empeorar, de que esos brazos no lo volverán a rodear y solo lo despreciarán, hundiéndolo en un anhelo imposible.
Las caricias reciprocas, los besos en la oscuridad de la habitación y las declaraciones de amor se nublan, teniéndolo en la deriva de si podrá retomar esos instantes. Volver a revivirlos y sentir en su piel la correspondencia de su pareja, esperando esperanzado que no se desvanezca por una mentira que carece de la verdad.
—Te necesito, Niall. Sin ti, solo me sumerjo en la soledad y caigo en las profundidades de dolor que carcome mi corazón—Murmura, tomando de una repisa un portarretrato, resaltando una fotografía que desencadena los recuerdos donde profesan amor eterno, pero que en estos instantes, acarrea una desolación para el caballero que la sostiene fuertemente en sus manos.
—Señor Malik, pronto iniciará la reunión con el señor y socio de su padre, Bobby Horan—Informa la secretaria entrando en la oficina de su jefe, esperando paciente a las instrucciones que le conceda para hacerlas.
—Está bien, Candy. Guíalo a la sala de conferencias y comunícale que en unos minutos estaré con él—Pide amablemente, obsequiándole una sonrisa tranquila que fue correspondida junto a un asentimiento para finalmente retirarse y cumplir las órdenes.
Sus ojos se cierran cansinamente, manifestando el estrés en el que está enfrascado, el dolor en su cabeza produce que sus dedos masajeen esa área, buscando la parsimonia que necesita. El agotamiento resalta en sus facciones, interminables reuniones con los socios de la empresa por los bajos estándares de producción que han tenido, está consumiendo su vitalidad, las soluciones son pocas y sus estrategias fracasas, aumentando considerablemente su malestar.
Anexando a ello, la visita del mejor amigo-socio del padre de Malik, que anticipa de la reprimenda que le concederá para mostrar lo disgustado que se encuentra por las terribles decisiones que ha tomado y ha traído consecuencias.
Se levanta temeroso con la respiración agitada, la pesadez lo envuelve pero se alienta a enfrentar a su socio y propinarle las respuestas necesarias para apaciguar la molestia del discurso que posiblemente le dará.
Sus pasos resuenan en el pulcro piso de los pasillos de su empresa, silenciándose cuando su cuerpo se detiene frente a la puerta donde se le propinaría su sentencia. Sus nervios circulan por su sistema, obligándolo a abrir la puerta y adentrarse en el área. Fijando su vista el mejor amigo de su padre que lo observan solemne.
—Bienvenida, señor Malik. Puede tomar asiento para comenzar esta conversación—Ofrece Bobby amable, pero destacando en sus ojos la molestia que le produce estar en el sitio por las circunstancias incorrectas.
—Hola, señor Horan. Creo saber de los temas que quiere albergar y causa inconformidad en usted, pero le solicito que los detalles para cerciorarme que no estoy equivocado—Pide Zayn, tomando asiento, reuniendo su fuerza para enfrentar la mirada del hombre.
—La pésima administración que ha estado organizada por tu equipo y tú, está causando pérdidas en sus ingresos. Agregando que todo comenzó cuando tomaste el mando de la empresa—Explica serio, haciendo una ademan a su acompañante, capturando inmediatamente la atención de Zayn—Niall, infórmale punto por punto al joven cada una de sus faltas cometidas en el transcurso de este tiempo.
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NO CIERRES LOS OJOS ©
FanfictionSe condenó a amarlo por la eternidad, entregándole cada fragmento de su corazón, permitiendo que fuera el centro de su mundo. Que idiota es. Ese hombre se encargó de destruir cada parte de él, contaminando su alma y corazón con el odio que invadiero...