NO CIERRES LOS OJOS ©

Capítulo 17

El desembarque de Niall en el aeropuerto de New York es precipitado, los anuncios de su llegada causo que distintos medios colocarán su atención en él. Buscando las razones o indicios del porque ha viajado cautelosamente, sin notificaciones previas, pero mantiene la discreción en el asunto, lo que le obstaculiza el objetivo a la prensa.

No puede permitir que los problemas de Zayn se conviertan en el entretenimiento de las revistas, que manipulen la información para explotarla y crear rumores que no son ciertos. Ese hombre en estos momentos lo que más necesita es parsimonia para apaciguar la ansiedad que ha predominado en su sistema, queriendo destruirlo.

— ¿Cuál fue el detonante que te ocasiono la recaída? —Suspira preocupado conduciendo el auto, que alquilo el día anterior, con dirección al hospital.

Sé le hizo imposible dirigirme al sitio al llegar a la ciudad, la hora en que abordo el avión en Inglaterra produjo que en la madrugada aterrizará, por lo que le pareció inadecuado presentarse ante los que se encuentren con él. Cuidándolo y manteniéndolo estable, suprimiendo la agonía que está persiguiendo el alma de Malik, además de los reporteros que lo mantuvieron cautivo en la habitación del hotel, permitiéndole escapar de sus garras al cuarto día, lo cual agradece porque le es necesario verificar el estado de su amado.

—Malik, espero que hayas conservado la fortaleza de tu espíritu indomable. Que enfrentarás a tus demonios y estés estable de salud—Musita, moviendo nerviosamente sus dedos en el volante. Teme que Louis no le haya notificado cada aspecto acontecido.

Una risa irónica y melancólica escapa de sus labios. Es un hipócrita, se preocupa por su salud pero unos días atrás, clamaba su venganza, anhelando verlo implorando misericordia, que ese corazón se hundiera en el dolor, esa alma perdiera el sendero y cayera en la oscuridad de cada sentimiento que produjo en mi con su traición. Una vil mentira, porque las lágrimas que han dominado sus noches revelan el profundo amor que aun profesa por él. Una batalla entre dos sentimientos contradictorios, con un solo ganador, que puede cambiar el destino de los pasos que realice.

—Quiero odiarte por lo que me has hecho—Murmura dolido, deteniéndome en el estacionamiento del hospital—Sin embargo, mis sentimientos repelen esa emoción... ¿Cómo odiar a alguien que has amado por un lapso de tiempo largo?

La pregunta no obtuvo respuesta, por lo que sin contenerse dejo escapar un grito de frustración, su mente es un caos, el combate entre la mente y el corazón, otorga como resultado la herida en su orgullo y emociones, porque la sinceridad destruye la penumbra que envuelve la verdad. Una verdad que se niega a aceptar.

«Porque si soy honesto, no he podido superar lo que siento por ti pero tampoco tu traición»

El oxígeno abandona sus pulmones, todo se detiene y las lágrimas caen silenciosamente por sus mejillas, las palabras de su consciencia perturban toda la estabilidad que intentaba salvaguardar. Le es difícil procesar que no importa lo pueda hacer, cuantas veces lo intente, así falle y mutile todos sus fragmentos. Su corazón seguirá latiendo por él y su mente le recordará lo que ha visto.

—El infierno por donde me obligaste a pasar no mitiga lo que creaste antes en mi interior—Gimotea cerrando los ojos, sintiendo el dolor que recorre su cuerpo, el que jamás lo ha abandonado y solo espera la detonación para recordarle que lo perseguirá sin descanso.

¿Merece sufrir como lo ha hecho? Se pregunta empuñando sus manos y tensando su mandíbula, es incomprensible que su condena se convierta en un laberinto sin salida, donde cada paso que da, le devuelve al inicio. Sin permitirle avanzar, encadenándolo a un retorno que le arrebata el anhelo, hundiéndolo y quemando su cuerpo, volviéndolo cenizas.

—Solo pido una respuesta...—Habla abriendo los ojos, percatándose de la lluvia que ha comenzado a caer en el sitio, resaltando la melancolía que en su interior ha predominado.