Capítulo 21

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La felicidad y euforia recorre completamente su cuerpo plasmándose en sus facciones, todo está saliendo de acuerdo al plan que ha llevado a cabo. Zayn solo en New York, Tomlinson lejos de la empresa de sus progenitores, quienes recuperaron los archivos robados. Siendo la victoria, el hundido de Niall en su venganza.

Deja escapar una risa divertida y observa el rostro de cada una de sus amigas siendo iluminados por las luces neón de la discoteca donde se dispusieron a celebrar su noviazgo con Zayn. Unas ilusas persiguiendo a la reina del imperio. Si se enterarán que todo el romance es una amenaza de su padre a Malik, que no desaprovecho y obtuve lo que quería.

Brooke plasma una sonrisa falsa y se levanta, llamando la atención de las chicas, quienes enfocaron su mirada en ella.

— ¡Un brindis por las maravillosas vidas que tenemos!— Exclama, subiendo la copa junto a sus amigas quienes gritaron en concordancia.

No lamenta ninguna de sus decisiones, lo que anhela, lo consigue sin importar los sacrificios que se deban llevar, porque merece todo y más.

— ¡Brooke, vamos a bailar!—Grita Celia, tomando su mano y sin esperar una respuesta de la nombrada, se la lleva a la pista de baile siendo seguidas por las demás.

Los cuerpos se mueven al ritmo de la música, dejándose envolver por la pegajosa melodía. Disfruta estos momentos de tranquilidad, donde su mente se desconecta del mundo real pero el momento se ve interrumpido por su móvil, por lo que se desliza suavemente separándose de las demás y se encamina a los sanitarios.

Al llegar a su objetivo, cierra la puerta y saca el aparato, advirtiendo de que el número que insistentemente quiere comunicarse con ella, no está registrado entre sus contactos. Sin darle mayor importancia, contesta la llamada.

— ¿Hola?—Pregunta curiosa, intuye que puede que ser el agente que persigue a su amado o su padre para notificarle lo de la infiltración a la empresa Horan.

—Perra—Esa voz la paraliza y sus extremidades son sacudidas por un temblor involuntario—Haz sobrepasado mis límites.

—No te tengo miedo, Niall—Declara, manteniendo su voz firme y apaciguando los nervios que la carcomen.

—Deberías—Pronuncia lentamente, mostrando la furia que contiene en sus palabras—Te lo dije una vez, quienes se interpongan en mi camino los haré ver el inframundo pero a ti... Te haré pedir nunca haber nacido.

La fuerza desaparece, dejando paso al miedo, un jadeo temeroso escapa de sus labios, la maldad y realidad que percibe en esas palabras ocasiona que retroceda unos pasos, no conoce que es capaz de hacer Niall, presiente que no miente al decir lo que dicta su voz.

—Te recomiendo buscar refugio porque si te encuentro, pagarás por todo—La risa sádica logra su cometido, el aparato cae y se estrella contra el piso, dejándolo inservible.

Los pensamientos de la mujer son un caos, necesita salir de aquí cuanto antes, volver a su apartamento y comunicarme con sus padres para advertirles de los planes de Horan.

Toma el aparato y abandona el establecimiento, dirigiéndose a la salida, después le otorgaría una explicación de su huida a las chicas, por el momento su seguridad se encuentra acorralada por un hombre de ojos azules.

Sube a su auto y acelera, enfocando su mirada en cada carro que rodea al suyo, verificando que en ninguno se halle el personaje de su miedo. Las distintas situaciones de que una persecución, choque o accidente ocurra hacen que se exaspere y aumente la velocidad.

—Necesito llegar—Susurra, soportando las lágrimas de miedo que imploran salir.

Ella teme lo que él pueda hacerle, aunque intente hacerse la fuerte ha cometido un error, tocar una fibra sensible que produjo la desestabilización de Niall, donde no es consciente de las acciones que ejecuta, el remordimiento ha desaparecido y el sadismo de su furia desea acabar con todos.

La calma la invade al ubicar el edificio donde vive, más un grito escapa de su boca al escuchar el disparo de una arma cerca de su posición. Derrapa y esquiva al auto que casi impacta contra el suyo, buscando causar su pronta muerte.

Entra al estacionamiento del edificio e inspecciona su alrededor, el otro auto ha desaparecido y el silencio la rodea, el retumbar de su corazón es veloz pero la tranquilidad de estar en la protección de su hogar, calma cada nervio y frustración que la ha embargado anteriormente.

—Tal vez se equivocaron y no me iban a atacar a mí—Se auto convence de su deducción, mientras baja del vehículo, lo cierra y se adentra a la edificación.

Suelta un suspiro cansado, es un día agotador y emocional para ella. No quiere perder tiempo, entra en el elevador y presiona el botón de su piso, cerrándose las puertas en el proceso. Saca su móvil, presenciando el daño que le ha causado la caída. Sin embargo, al intentar activarlo, este reacciona, sorprendiéndola porque en el establecimiento, entrevió que había quedado inservible.

Comienza a examinar los mensajes recibidos, perdiendo su parsimonia al leer los 4 mensajes de Niall.

¿Miedo, preciosa? Te observo correr en la discoteca como un conejo temeroso que teme que el lobo lo atrape. Niall Horan

Aunque veas a tu alrededor no me verás, pero yo si te observo. Niall Horan

Acelerar es peligroso, gatita. A menos que desees que un choque o accidente se produzca y tú sangre sea la que se derrame, Niall Horan

Te ha gustado el regalo que te he enviado, un susto de cortesía para la más bella dama. Niall Horan

Sostiene fuertemente el móvil y sus lágrimas son liberadas, quiere que acabe el tormento que él le ha impuesto, no merece el miedo psicológico que le está produciendo con esas acciones. Vuelve a guardar el aparato e ignora la entrada del nuevo mensaje que ha recibido, se abraza a sí misma y se alienta a enfrentar cada una de las amenazas que Niall suelte contra ella.

Él puede hacerla recorrer el inframundo en vida pero ella se encargará de enterrarlo bajo tierra.

La furia hace que pueda levantar cada fortaleza, que no se derrumbe y recupere la sonrisa que se le ha arrebatado. Al llegar a su piso, limpia sus lágrimas, empuñando sus manos y sale con un caminar decidido a comenzar los nuevos planes para evitar una caída.

—Te destruiré, Niall Horan—Pacta molesta, llegando a la puerta de su hogar, la abre y se adentra, cerrando continuamente tras de ella.

Camina unos pasos, aventurándose a tomar su móvil para llamar a sus padres y comenzar a crear tácticas contra la intimidación del imbécil de Horan, pero detiene abruptamente sus acciones y lee el último mensaje que le había enviado, quedando en su garganta atrapado el oxígeno.

Deberías observar tu hogar antes de entrar. Niall Horan

Detalla su alrededor y solo la oscuridad la rodea, un presentimiento la impulsa a dirigir su mirada al espejo que está enfrente de ella, examinando el reflejo, su piel pierde el reluciente color que la caracteriza transformándolo en una palidez extrema.

— ¡¿Qué...?!—No pudo continuar, un impacto en su cabeza la obliga a callar, desplomándose en el suelo por el dolor, divagando su mente en la consciencia solo pudo escuchar ese tono venenoso.

—No puedes destruir, lo que ya destruiste.

Sumergirme en la profundidad de la inconsciencia, permitiendo que el verdugo tenga a la presa a su merced.

NO CIERRES LOS OJOS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora