Capítulo 18

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El silencio es perturbador, las miradas de los dos hombres se observan detenidamente, analizando cada uno de sus movimientos, buscando respuestas a las preguntas que surgen. El aspecto formidable del que Zayn es portador, se encuentra demacrado, débil y carente de felicidad. El rostro del moreno se haya pálido y con barba de días, la delgadez de su cuerpo preocupa a Niall. La salud de Malik no está bien, la ansiedad lo consume.

— ¿Qué haces aquí?—El tono de la voz del enfermo impresiona a su acompañante, la frialdad de cada silaba cala en su cuerpo, produciendo un escalofrío que recorre su espalda.

El rubio abre sus labios pero su voz se niega a hacer acto de presencia, los nervios lo dominan, sus manos se abren y cierran involuntariamente, intentando calmar los sentimientos que anhelan aparecer para hacerse cargo de la situación.

— ¿No dirás nada?—Pregunta el moreno levantando una ceja, haciendo que Niall baje la cabeza, avergonzado por no poder responder, limpia los restos de gotas no derramadas—No debiste hacer este acto de lastima, tu presencia aquí no es necesaria. Puedes retirarte que necesito descansar, por si no estás informado en la madrugada tuve otra recaída y apenas hace una hora acabo de despertar.

Sus palabras producen que una furia nazca en el interior de hombre, no comprendiendo su repulsión a su presencia, no ha cometido o hecho algo que merezca el repudio de Malik, todavía. Es él quien ha sufrido por la traición, quien ha llorado y lamentado el porqué de los actos ejecutados.

—Eres un imbécil—Gruñe molesto, levantando la mirada y acercándose a la camilla—Estoy aquí porque me preocupe por ti pero tu actitud hace que me arrepienta.

— ¿Preocuparte por mí? —La ironía domina en su tono de voz, demostrando lo desdichado que esta— No quiero tu hipócrita preocupación.

— ¿Qué ocurre contigo? —Demanda prudente, su paciencia está rozando el límite, aunque Niall haya aceptado que aún le quiere y se prometió no perjudicar más su salud de él, no aceptara que lo insulte y menosprecie.

— ¿Quieres saber lo que ocurre conmigo? —El aumento de la cólera se denota en su persona al pronunciar cada palabra—Te diré lo que malditamente ocurre—Una risa amarga escapo de los labios del moreno para continuamente transformarse en una línea triste— ¡Te odio, eres un hijo de puta, un traidor que rompe las putas promesas que me juraste no fallar!

Los ojos azules se abren sorprendidos, las lágrimas bajan por las mejillas de Zayn mostrando ante la persona que ama, la frustración y dolor que le produce las acciones desconocidas para su interlocutor. Sus pensamientos se centran en encontrar las respuestas a esas palabras, causando que después de unos minutos un suspiro intranquilo escape de sus labios.

—No he roto ninguna promesa—Aclara desviando la vista, observando las gotas de lluvia que se deslizan por el cristal de la ventana.

—Dime que él no te ha tocado—Implora Zayn débilmente, obteniendo la reacción de los dientes de Niall tomando su labio inferior—Dime que no ha sido dueño de tu cuerpo y labios... Dime que sigo siendo el único hombre que te ha tocado.

Los ruegos producen que el cuerpo del contrario comience a temblar, el dolor impacta severamente en sus emociones, descontrolándolas, guiándolas a revelar la debilidad que nace al presenciar como los actos no concluidos y modificados, han destruido a la persona que una vez le juro la felicidad eterna. Su corazón pide aclarar y salvarlo, pero el impulso se adelanta otorgando unas palabras que terminan por demoler la esperanza de Malik.

—No puede decirte eso—El tiempo se congela, las respiraciones de ambos son las que rompe el silencio de la habitación—Porque ya lo hizo.

Un grito desgarrador es percibido por sus oídos, su alma se rompe por mentirle vilmente, pero la satisfacción de que sienta lo mismo que él lo embarga. Los pasos del enfermo son interceptados por los sentidos de su compañero, dirige su mirada al ser que ha timado, quedándose estático al tenerlo en frente mostrando su sentir ante él.

—Por favor, ten misericordia—Toma su rostro suavemente acercándolo al suyo—Me has hecho pisar el infierno con solo entregarte a él, quise morir al enterarme que me olvidaste. Te odio por volverme vulnerable al azul de tus ojos y dependiente de ti, si este es el pago que debo soportar por lastimar a mi ángel, lo acepto si vuelves a mis brazos.

La declaración ocasiona que el corazón del hombre se acelere, que el calor se extienda por su rostro y su boca se seque. La cercanía que mantienen los encierra en un mundo donde solo existen los dos, siendo sus corazones la melodía que guíe el movimiento que quieren llevar a cabo.

Ignoran su orgullo y la réplica de su cerebro, el instinto pide que prueben el pecado de los labios que anhela fervientemente, que vuelvan a saborear el elixir que despierta las sensaciones que han estado dormidas en sus interiores. Son su mejor un vicio, una droga que los hace dependientes de ella así la intenten abandonar, la necesidad implora y sin perder más tiempo impactan sus labios en los contrarios, cerrando ambos los ojos.

Un gemido satisfactorio escapa de la boca del rubio al degustar el delicioso sabor del paladar del moreno, el café y chocolate deleitan sus sentidos, produciendo que su mente se nuble. Olvidando el dolor que Zayn ha provocado, olvidando la venganza que ha consumido sus días anteriores, olvidando que existe dos personas que sufrirán por las acciones que ambos ejecutan.

Sus brazos se enroscan en el cuello de su compañero, las manos morenas toman la cintura de su ángel firmemente, acercando delicadamente el cuerpo que extraña, que al sentirse exclaman por más, anhelan todo. Una danza sensual es sincronizada por los labios de los dos sujetos, donde sus lenguas se adentran en la boca del otro, percibiendo la mezcla de sabores que los envía a momentos del pasado, recordando lo que les ha hecho falta, su hogar.

Se separaron al percibir la falta de oxígeno, las manos de ambos continúan rodeándose y sus ojos permanecen cerrados. Niall teme enfrentar las consecuencias de sus acciones, es un tormento para sus pensamientos, que han vuelto a tener cordura.

—Niall—Susurra Zayn dulce, acariciando sus caderas y subiendo una de sus manos por la espalda de hombre, recorriendo su columna—Abre los ojos.

—No—Se niega soportando el lamento de remordimiento que en su garganta se encuentra, las emociones hacen acto de presencia, asfixiándolo.

—Por favor—Pide, soltando su cintura y tomando la quijada de Horan—Mírame, amor.

—Si abro los ojos y te miro me condenaré a recordar el error que he cometido—Solloza, alejándome del toque de quien ama, dándole la espalda para abrir sus ojos y mirar por la ventana, concentrando sus fuerzas para mantenerse sensato.

— ¿Para ti, esto es un error? —Pregunta triste, tomando el brazo de su chico para evitar que su conexión finalice— ¿Besarme con ese anhelo es un maldito error? —El pánico hace que Niall camine a una esquina de la habitación, atrapado tuvo que darse la vuelta para enfrentarlo, percatándose de la cerca que se encuentran.

Su respiración se agita, el dolor lo perturba, causando estragos en su sistema, aprisiona su cuerpo a la pared, previniendo que su cuerpo se desplome al suelo por lo débil de están su extremidades.

—Tengo miedo de ser ese error que clamas—Las manos de Malik se colocan a cada lado del rostro del chico que lo ve temeroso, reflejándose en el azul de su iris la fragilidad de sus emociones—No soy capaz de soportarlo. Te amo más de lo que debería, Niall y me duele que ya tú no lo hagas.

Las manos de Zayn cayeron, alejándose del rubio, dirigiéndose a la camilla para recostarse, ha dicho lo que ha acumulado, dañando su orgullo y recibiendo una parsimonia en su alma. Sin embargo, en el otro involucrado produjo una guerra que devastará todo a su alrededor hasta eliminar cada parte de él.

—El error que he cometido es abandonarte, por eso temo abrir los ojos porque al tenerlos cerrados no me percataré de cuanto te necesito— Expone, mirando como detiene su caminar y lo observa sobre su hombro—Y te sigo amando como la primera vez pero me es imposible omitir la infidelidad que has hecho.

No espera a que reaccione, se dirige a la puerta y la abre rápido para escapar de cada sentimiento, recuerdo, dolor y amor que domina en la habitación. Toma unos segundos y se detiene para anunciar lo que perseguirá al hombre paralizado en medio del sitio.

—No cierres los ojos, Zayn—Declara, saliendo y cerrando la puerta. No puede olvidar lo que me ha hecho y la venganza la llevara hasta el final, así en el camino se guíe a su perdición.

NO CIERRES LOS OJOS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora