Camuflado en la soledad, caminando sin compañía, caracterizado por lo solitario en su presencia desde su presentación al imperio de su padre. Desprestigiado, juzgado, señalado como la vergüenza de la familia. Incompetente por no ser como su progenitor, lo encierran en una celda contenida de las críticas e insultos, afectando la bondad que prevalece en su corazón. Arrastrándolo a creer lo dicho por los demás individuos.
—Nunca podré ser como él. Tomar las mejores decisiones, un hombre ejemplar ante la sociedad pero con sus hijos un verdugo despiadado—Susurra, trazando con sus dedos el camino de las lágrimas que caen por su rostro. Dibujando el dolor que su alma clama liberar.
Gimoteos desesperados surgen de sus labios, perdiendo la parsimonia, acercando la guerra de emociones, colapsando su lucidez. La culpa que le imputa su madre por los negocios ilícitos, le afligen. Humillándolo, apropiándose de su dignidad, transformándolo en un hijo imperfecto y fracasado que ha dejado caer una compañía que prosperaba en abundancia al mando de Yasser.
—Zayn—La dulzura de la pronunciación de su nombre, lo devuelve a la sensatez, recordándole en que sitio se encuentra, lamentándose de la miserable vida que le ha tocado— ¿Ha ocurrido algo?
El zafiro impacto con la miel, derritiendo la frustración, llevando a Zayn a navegar en esas aguas cristalinas que lo tranquilizan, más la preocupación que presentan le hace reaccionar y traga sonoramente, extendiendo su mano para tomar la de su acompañante.
—Niall, te necesito—Solloza, tocando su mano, sin tomarla, para que lo consuele con un abrazo. Protegiéndolo de los demonios que asechan su mente, averiguando como demolerlo.
Este acata el pedido, completando la unión de sus manos, estrechándola fuerte para que comprendiera que él está aquí y no permitirá que su orgullo se arrodille ante los recuerdos que desmoronan su estabilidad emocional.
—Debes ser fuerte, no dejar que esos comentarios absurdos devasten lo que eres—La calma en su tono es una caricia que se establece en su corazón—No puedes satisfacer a todos, Zayn. Y menos si en el proceso pierdes la esencia que te representa como individuo.
—Lo sé, pero mis padres...—Una mano en su boca interrumpe su explicación, acallando el miedo que remueve sus noches, perturbando sus sueños, no permitiendo que descanse.
—Tu madre es insensible, no otorgo comprensión a su hijo, cuando el error lo cometieron ellos. Eras muy joven cuando te concedieron esa magnitud de responsabilidad y sin entrenamiento apropiado, era de esperarse que resultaría una catástrofe—Replica, cerrando los ojos un instante para evitar pronunciar un improperio sobre su suegra—Y tú padre es egoísta, colocando su bienestar antes que el tuyo, abandonándote al ver lo que habías causado.
La respiración errática es percibida por su mano y nuevas lágrimas la empapan, es cruel lo que pronuncia pero su misión es prevalecer el orgullo del hombre que ama. Zayn lo sabe, apartando la mano de sus labios, baja la cabeza y cierra los ojos para aceptar la realidad que ha vivido. El desprecio y la furia que desquitan contra su persona, es inhumado, siendo él su único hijo varón.
—Gracias, Niall—Musita, levantando la mirada, observando el vacío de la habitación del hotel, una ilusión, una juega de su mente. Su corazón aumenta su ritmo cardiaco, anhelando que su pasado sea solo una imagen que pueda desechar y redimirse a los errores cometidos. Volver a abrazar a Horan.
Toma sus cabellos, halándolos desesperado, la tormenta en sus emociones no se detiene, arrebatándole el oxígeno de sus pulmones, ahogándolo en la marea de su desprecia hacia sí mismo, afirmando las palabras que sus padres le han dedicado en el trascurso de los años.
—Un fracaso incompetente—Su voz se entrecorto, moviéndose a oscuras por la habitación, descuidando los objetos del entorno. Un mareo lo ataca, nublando su vista, produciendo que tropiece con uno de los sillones e impacte contra el suelo.
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NO CIERRES LOS OJOS ©
FanficSe condenó a amarlo por la eternidad, entregándole cada fragmento de su corazón, permitiendo que fuera el centro de su mundo. Que idiota es. Ese hombre se encargó de destruir cada parte de él, contaminando su alma y corazón con el odio que invadiero...