Capítulo 13

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Nueva York, una ciudad majestuosa y sublime, rodeada de un clima invernal que recibe agradable a Zayn. La paz de su ambiente ajetreado, concentra a su mente en mantenerse alejado de los problemas que acontecen en Inglaterra. No puede permitirse continuar abrumado, cuando la salvación de los actos cometidos, se encuentra cerca de su ubicación. Más en su alma persiste el dolor de la parte que le han quitado.

—Niall—Musita desanimado, caminando con la vista fija en el camino, ajustando su mochila. Anhelando que a su lado una mano se entrelace con la suya, estableciendo un apoyo que lo resguarda. Que los hermosos azules le dediquen su brillo y esa sonrisa le arrebate los suspiros de su amor.

Lo extraña, los recuerdos que más atesora son los momentos que ha compartido con él, sin la presencia de su esencia, la soledad lo envuelve, sumergiéndolo en las profundidades, obstruyendo sus oportunidades de escapar de la demolición que en su mente se recrea. Condenado al sufrimiento por los sucesos que ha cometido, aun cuando quiere enmendar su error, la dificultad aumenta para que pueda conseguirlo.

—Tengo recuperarte, así me desvié en el transcurso, eres mi estabilidad—Susurra, saliendo del aeropuerto con la ansiedad haciendo estragos en su mente. Liam lo ayudará, sus consejos y estrategias son eficaces, nunca ha fallado cuando el equipo de Zayn lo ha requerido para solucionar detalles mínimos. Payne es analítico e inteligente, ¿Podrá contra los Graham y ser el vencedor al final?

Muerde su labio inferior, esperanzado de que la respuesta sea afirmativa. Observa a su entorno, el movimiento constante de la ciudad lo desconcierta. Suspira cansado, levanta su mano, deteniendo un taxi que abordo e indico el sitio al que se dirige. Deja descansar su cabeza en el asiento, relajando su cuerpo, no ha descansado adecuadamente, su rostro deteriorado lo resalta. Sé siente enfermo, agotado por las situaciones, caído un bucle que lo amarra y esclaviza, recordándole lo que ha perdido por salvar a su empresa.

—Odio estar en estas circunstancias tan mediocres—Suspira, dedicando su atención a mirar por la ventana, memorizando la magnífica ciudad, que muestra ante él los variados aspectos que la hacen portadora de una belleza atrayente pero no comparable a su sitio de nacimiento.

Su familia, aun cuando ha tenido razones para aborrecerlos, son primordiales en el amor que Zayn siente a Inglaterra. Esas tierras son testigos de distintos recuerdos que se plasman en su mente, agregando cuando conoce a Niall. El hombre que lo ancla a permanecer en esos espacios, sentimientos significativos y gratificantes que tranquilizan a su corazón.

—Una oportunidad, es todo lo que necesito para resolver mis errores—Los edificios demuestran el poder de sus dueños. Resaltando el de Liam Payne, admirado por su amabilidad y audacia. Además de ser un perfecto líder en su mandato, sobrellevando a las personas que lo acompañan en su progreso.

A diferencia de Zayn, que se ha envuelto en problemas financieros y ha recurrido a la corrupción para camuflar su malas decisiones en la empresa. Aniquilando los sueños de su padre, aplastando el imperio honesto por el que se esforzó. Sin contemplaciones, en la deriva, su salvador Bobby Horan le tendió la mano y lo levanto de las cenizas.

—Hemos legamos, señor.

El aviso del conductor, lo saca de sus reflexiones abruptamente, despereza sus músculos, mirando detenidamente el edificio, asimilando lo que pronto va ocurrir.

—Gracias—Agradece, pagándole al señor para consecutivamente desbordar del auto. Decidido camina hacia las puertas de la empresa, su sendero estaría guiado por pasos determinados, no puedo equivocarse nuevamente o sucumbiría al sufrimiento y lágrimas que envuelven sus noches lúgubres.

Su entrada en el establecimiento atrajo las miradas de pocas personas, ignorándolas, se percata que la agitación se encuentra en todos los sitios de New York por la cantidad de personas que se mueven de un lado a otro. Dirige su mirada a la secretaria que atiende llamadas rápido, camina hacia ella para que lo anuncie ante su jefe.

—Hola—Saluda Zayn, atrayendo la atención de la chica, que inquisitiva lo recorre con su mirada.

— ¿En qué puedo ayudarle, señor?—Pregunta profesional, intrigada por la presencia de ese hombre que le sonríe amigable.

—Anúnciame ante tu jefe como Zayn Malik. Agrega que es un tema importante del que debemos conversar—Ella asiente al pedido del hombre, descolgando el teléfono para contactar con Payne.

En unos minutos, le otorgaron el permiso a Zayn de subir por el ascensor, este agradece a la mujer y siguiendo las instrucciones ofrecidas, se encamina a abordar el elevador. Aliviado de que se encuentre solo, amerita meditar y eliminar los pensamientos destructivos que interferirían en la conversación.

—Tal vez sea un fracaso para mis padres—Habla, revolviendo su cabello negro con sus manos, controlando con ese gesto la ansiedad que surge—Pero no lo quiero ser para ti. Quiero seguir siendo tu héroe—El impacto lo golpea, la misericordia es escasa. Su fortaleza prevalece y su alma cae ante sus pies, es un sentimiento contradictorio para él.

Cierra los ojos, respirando agitado, buscando un poco de cordura en sus emociones para hacer que exista un balance a la necesidad de que unos brazos blancos lo rodeen, otorgándole el calor del que carece.

—Volverás, Niall—Sentencia, enfocando sus ojos al pasillo al abrirse las puertas del elevador. Lo desborda, despejando sus pensamientos, camina lentamente, inspeccionando cada espacio para encontrar a Liam.

— ¡Aquí estoy, Zayn! —Esa voz le indica sus movimientos, hallando al dueño en una de las salas de conferencias.

Su mirada marrón apacible contrasta con todo su físico, el cabello castaño impecable, una postura que muestra su fuerza y audacia, estos dos detalles resplandecen su persona. Sin embargo, una mueca de preocupación reemplaza la tranquilidad que siente, el reconocimiento al aspecto de Zayn, produce que se acerque velozmente a la puerta y la cierre. Indicándole a su acompañante con un gesto que tomara asiento en uno de los sillones de la gran mesa.

—Explica lo que te ha ocurrido—Demanda, sentándose en frente de él, mirando el deterioro que presenta su amigo—Tu semblante es triste y desolado. Intuyo que el tema que conversaremos incluye la historia detrás de tu aspecto.

—Cometí un error y Niall me abandono—Revela vacío, cerrando los ojos para no recibir una reprimenda indirecta de Liam.

—Ese error que has cometido debe ser grave para que tomara esa decisión—Contesta serio, uniendo sus manos, analizando lo que pudo hacer el tonto. Chasquea su lengua, anticipando la posible acción—Sé que necesitas mi ayuda. Por lo que deberás decirme que fue lo que hiciste.

Muerde su labio inferior, abriendo los ojos los fija en los marrones de su compañero, mostrándole el dolor que abarca cada fibra de su cuerpo. Zayn le relata cada fragmento de lo que ha acontecido desde que comenzó las amenazas de los Graham hasta la culminación de su relación.

—En la posición de Horan, cualquiera hubiera tomado esa decisión—Menciona Liam, recibiendo una mirada decepcionada del ojos mieles—Zayn, le fuiste infiel. No le comunicaste lo que te está ocurriendo, él te hubiera apoyado en encontrar una salida a ese problema, pero no confiaste y realizaste actos que lo hicieron sentir traicionado. Si mi esposa hiciera lo mismo, reaccionaría igual que Horan.

—Quise protegerlo y no desilusionarlo por lo que vería en los archivos—Admite, percibiendo la sorpresa en su acompañante, que se levanta precipitado por intuir lo que dice.

— ¿Continuas en esos pasos? —Pregunta molesto, exigiendo con su mirada que sea sincero, recibiendo un silencio que le afirmo su pregunta. Suspira cansado, apoyando sus manos en la mesa—Te ayudaré pero con la condición de que te alejes de la corrupción que estas cometiendo.

—Lo prometo—Acepta, sonriendo triste por producir decepción en otra persona—Dejaré esos pasos.

—Eso espero—Abandona su posición, se acerca y coloca su mano en el hombro de Zayn—Solucionaremos tus problemas, tanto financieros como personales. Retomarás el poder de tu vida, así que prepárate, mañana volveremos a Londres.

Asiente esperanzado, la tranquilidad invade su sistema. Existe una salida a todo lo que producido, puede que la felicidad retorne en su existencia y su sonrisa vuelva a renacer de la muerte.

«Volverás a mí, mi ángel»

NO CIERRES LOS OJOS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora