Capítulo 22. Que no se note la tensión.

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Narra Temo.

Fui con Diego al cine, me llevó a ver una película muy cursi en la que ambos terminamos llorando.
Ahora ibamos por el parque tomados de la mano.

-¿Te gustó la película Temo?

-Si, me hizo pensar en nosotros, en cuanto te quiero, en cuanto tiempo quiero estar contigo.

-¿Y cuanto tiempo quieres estar conmigo?

-Para siempre - le dije con una sonrisa, luego nos besamos.

-Yo también quiero estar siempre contigo Temo, eres el mejor novio del mundo.

-Aunque no me gustó que tu pagaras todo en el cine.

-Para eso soy tu novio.

-Y yo para eso soy el tuyo, no me gusta que me tengas que pagar todo, ¿ambos somos caballeros no?

-Está bien, para la otra tú pagas, si es lo que quieres.

-Es lo que quiero, pero ahora debemos regresar a casa.

-Está bién.

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Después de un rato de caminar llegamos a casa.

-Oigan tortolitos, ahorita se arreglan por que Doña Blanca nos invitó a comer a su departamento - nos dijo mi padre.

-¿Cómo? ¿Comer? ¿Con los Córcega? - pregunté nervioso.

-Si, ¿ahora por qué tan nervioso?

-No es nada señor, enseguida nos vamos al cuarto a arreglar - le respondió Diego por mi - ven Temo, vamos.

Diego y yo nos fuimos a mi habitación.

-Esto es malo Diego, es una comida familiar por lo tanto....

-Aristóteles estará ahí.

-Exacto.

-Tranquilo Temo, él ya no te tiene que incomodar.

-Pero lo hace, y más porque ya sabe que tú y yo somos novios.

-Pues mejor, así ya sabe que no estás solo, así que te diría que te arregles para que te veas más guapo, pero eso es imposible.

-Ay Diego, te amodio.

-¿Qué?

-Ya sabes, te odio y te amo, te amodio.

-Ahh, yo también.

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Narra Aristóteles.

Estaba muy nervioso, sabía que en cualquier momento Temo iba a llegar, y seguramente traería a Diego, el sólo hecho de pensar en él me hacía enojar.

-Buenas tardes Pancho, pasen - escuchque dijo mi tía Blanca.
Volteé a la puerta y vi que entraron Pancho, Julio Y Lupita. Segundos después entró Temo con Diego.

-Temo - dijo mi tía - ¿no nos vas a presentar a tú amigo? Ya lleva unos días aquí y ni sabemos su nombre.

-Ahh pues él es Diego, mi....

-Soy su novio - dijo el odioso mientras lo abrazaba por los hombros.

Todo el ambiente se quedó tenso, en especial por mi abuela y mi padre, quienes por suerte no dijeron nada.

-Pues mucho gusto - dijo mi tía extendiendo su mano, el odioso hizo lo mismo y la apretó.

Vi como mi prima Linda me hacía una seña con la mirada señalandome a Temo con los ojos.
Sabía a que se refería, tenia que encontrar un momento a solas para hablar con Temo.

Durante toda la comida Diego no se despegaba de Temo, me era imposible acercarme, además Temo evitaba cualquier contacto conmigo, ni siquiera me miraba.
El que si me miraba y no de una manera amigable era Diego, como si me quisiera intimidar.

En un momento vi como Diego ya no estaba por ningún lado, y al parecer tampoco Temo sabía donde estaba porque veía como lo estaba buscando con la mirada.
Tenía que aprovechar ese momento, fui y me senté a su lado.

-T...Temo, quiero hablar contigo.

No respondió.

-Temo por favor, necesito aclarar las cosas.

-No hay nada que aclarar.

-Si hay muchas cosas, si tan solo me dejaras hablar....

-Creo que ya hablaste suficiente, ¿no lo crees? Aquel dia en la azotea. Ahora si me disculpas, iré a buscar a mi novio.

Se levantó del sillón y salió por la puerta.

*¡Se viene, se viene!, el siguiente capítulo va a estar super bueno, voy a hacer lo que más me gusta hacer; destruir la estabilidad de mis lectores*









Aristemo: El último "Te quiero".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora