La hermana de Lavezzi (Lio Messi y tu)

Capitulo 28: Amsterdam

El insomnio había logrado dominaría, ¿inseguridad? ¿nervios? no lo sabía, solo estaba segura de que deseaba que las horas pasaran más rápido para poder subirse a ese avión y concretar la meta por la que tanto se había esforzado alcanzar. Miro su reloj, las 3:00 A.M, faltaban dos horas para que la alarma sonara. A esa hora nadie estaría conectado para hablar con ella por whatsapp, pero estaba tan aburrida que no perdería nada con intentar. Al tomar su celular en sus manos, la primera persona con la que quería hablar era Adam, tal vez porque sentiría los mismos nervios que ella, aunque lo dudaba ya que era un chico relajado.

-Hola, no me puedo dormir 

-¿Vos tampoco?, yo estoy igual

-Contame algo interesante, estoy aburrida 

-Ehm, me puse un cronometro para saber cuanto faltaba para el viaje

-¿Por qué las horas no se pasan más rápido?

-Si estuvieras conmigo las horas se te pasarían volando

-Que raro vos tan soberbio 

-Pero es verdad

-Puede ser...

-Te extraño

-Nos vimos ayer jajja

-Pero te extraño...

-Yo también 

No mentía, no sabía como explicarlo pero también extrañaba a Adam. No era nada romántico, simplemente lo extrañaba, ya que él siempre la escuchaba y la comprendía, Kate también lo hacía, pero él era diferente. Luego recordó que Lio tenía las mismas actitudes, al recordarlo, Emma continuo conversando con Adam, sabía que si recordaba a Lio, la invadiría la pena de nuevo.

Adam era como el Kun por decirlo de algún modo, era uno de esos amigos que le gustaría conservar para toda la vida. Sin darse cuenta, la alarma sonó y tuvo que despedirse de Adam para poder vestirse y desayunar tranquilamente.

Entró al baño, se ducho, y mientras esperaba que su pelo se secara, se puso una remera de manga corta blanca, unos jeans claros y zapatos negros. Cuando termino de arreglar su cabello para que se viera presentable, bajo a desayunar con su hermano. 

No se dijeron nada en el trayecto al aeropuerto, Pocho porque no sabía que decirle y Emma porque estaba muy nerviosa para hablar. Luego de hacer todos los tramites que debían realizarse antes de el vuelo, se abrazaron por unos minutos y su hermano no se canso de repetirle que debía tener cuidado, que la iba a extrañar y que estaba muy orgulloso de ella.

En el vuelo, descubrió para su agradable sorpresa que se sentaría junto a Kate quien al verla, la resivió con una sonrisa que expresaba la misma emoción que su amiga. Kate al contrario de Emma, no le tenía miedo a los aviones. Decidió que Emma se sentaría del lado del pasillo para que no viera hacia la ventana porque sabía que si lo hacía, se pondría nerviosa. Pasaron la mitad del viaje hablando y la otra mitad durmieron. 

Cuando despertaron, eran las 8:00 de la noche y vieron por la ventana la pista de aterrizaje. 

-¿Durmieron bien?- ambas voltearon para encontrarse con el rostro de Adam que las observaba con su deslumbrante sonrisa

Emma solo se desabrocho el cinturón del asiento y se levantó para abrazar a Adam, y él hizo lo mismo 

Kate: Dale dejenme apartada no más- se expresó en un falso tono de ofendida

Ambos rieron y la llenaron de besos y abrazos que Kate trataba de sacarse de encima

Al llegar al aeropuerto vieron que un hombre de traje los esperaba con un cartel en el que estaban escritos sus apellidos. Se presentaron y subieron al auto que los esperaba a la salida del aeropuerto.

Kate: ¿Ya conocen el hotel en el que vamos a estar?

Adam: Yo ya vi la página, es sencillo pero esta bueno

Emma: A mi ni me importaría, casi no vamos a estar ahí

Pasaron todo el viaje hablando de sus itinerarios, de la conferencia a la que asistirían, los lugares que visitarían, etc. Su conversación se vio interrumpida cuando estacionaron frente a un hotel de estilo rústico. Luego de darle propina al chófer, tomaron sus valijas y entraron a la recepción.

-Hola, buenas noches, ¿en qué puedo ayudarlos?

Emma: Hola, nos gustaría alojarnos en una habitación

-¿Tienen reservación?

-¿Puede ser que la habitación este a nombre de Emma Lavezzi?

-Dejeme que verifique señorita- dicho esto, le dio un vistazo a su computadora-¿Comparte la habitación?

-Con ella- dijo señalando a Kate, quien sonrió a modo de saludo

-Habitación 101- dijo extendiéndole una llave con un número

Esperaron para que Adam hiciera su reservación y luego cada uno ingreso en su habitación.

Kate: Todavía no puedo creer que estamos en Amsterdam- dijo con una sonrisa de oreja a oreja mientras saltaba en la cama

Emma: Yo tampoco- dijo recostándose en la suya y tapándose la cara con ambas manos para esconder su sonrisa- voy a ver nuestro itinerario- avisó mientras sacaba una agenda de su equipaje- la conferencia va a ser en dos días, mientras podemos recorrer el lugar

Kate paro de saltar y revisó su itinerario- ¿Querés ir a dar un paseo por Jordaan?

Emma: Me parece bien, dame un segundo que voy a buscar mi chaqueta y nos vamos- luego de colocarse su abrigo se encaminó a la puerta- ¿invitamos a Adam?

Kate: Bueno- dijo encogiéndose de hombros

Luego de golpear por unos segundos la puerta de la habitación de Adam, este apareció .

Adam: Hola linda

Emma: ¿Querés dar un paseo con nosotras?

Adam: Bueno

Las calles de Amsterdam no hacían más que maravillarla, el cielo era de un azul oscuro y despejado, las estrellas adornaban el panorama con su blanco luminoso, y la luna, la luna era hermosa e inmensa, podías verla reflejada en el río en el que descansaban los los botes. Las calles estaban adornadas con sus casas de numerosos colores, galerías cuyas ventanas estaban adornadas con macetas de flores. Emma cerró los ojos por un segundo para poder respirar y sentir ese momento, esa libertad. Pasaron por una pastelería e intentaron con mucho dificultad, ordenar su pedido en neerlandés. Al muchacho no le costo mucho trabajo saber que se trataba de extranjeros. Luego de salir de la pastelería con sus respectivas galletas de jengibre, siguieron su recorrido. 

Desearía que Lio estuviera con ella para poder compartir ese momento, pero debía ser positiva, tal vez en el futuro pudieran viajar los dos solos allí.

Cuando llegaron al hotel, cada uno fue a su habitación para vestirse para la cena. Debían comer todos juntos para poder interactuar un poco. Para su agradable sorpresa, los otros alumnos que los acompañaban eran personas muy simpáticas. Emma nunca había hablado con ellos, y espero poder iniciar nuevas amistades en ese viaje.