La hermana de Lavezzi (Lio Messi y tu)

Capitulo 30: La mentira

Las semanas transcurrían y junto con ellas, el día del partido del campeonato llegó. Emma tenía dos opciones, quedarse en el hotel o ir con Adam a recorrer el museo de arte van Gogh. Por más que deseara más que nada en el mundo visitar ese museo, decidió quedarse. Adam no entendió porque esa extraña actitud de quedarse en el hotel a ver un partido de fútbol en lugar de visitar un museo tan prestigiado como ese. Muy pocas personas sabían de la relación de Emma y Lio, no es que no confiara en Adam pero ya había sido demasiado que él se enterara de su parentesco con Ezequiel, sería demasiado que supiera acerca de ella y Lio. Su única excusa fue decir que era una gran admiradora del equipo de Barcelona y nunca se perdía un partido. A pesar de que Lio no supiera si ella vería o no el partido, lo apoyaría de la manera que sea, aunque eso incluya verlo en una pequeña televisión a miles de kilómetros. Solo le quedaban 5 días más en aquel lugar y luego volvería a Argentina.

Se quedo sola en su habitación observando con atención esos 90 minutos de partido. Deseaba intensamente poder estar allí, correr a abrazarlo y llenarlo de besos por su victoria. Luego recordó que si ella hiciera eso, la prensa los fotografiaría y adios a la vida normal. El partido termino 3-1 a favor de Barcelona, Emma gritó de la emoción y tras esperar unos minutos, tomó su telefono y marcó el número de Lio con la esperanza de que contestara.

Lio: ¡GANAMOS!- La felicidad era notoria en su voz

Emma: ¡YA SE, VI EL PARTIDO RECIÉN! ESTOY MAS QUE FELIZ TE FELICITO

Lio: ¿Me viste?

Emma: ¿Estas loco? ¿cómo no te voy a ver?

Lio: Emma te amo

Emma: Yo te amo más

Lio: No yo más

Emma: Por hoy te dejo ganar pero esto no queda así

Lio: ¿Cuánto te falta para volver de Amsterdam?

Emma: 5 días ¿a vos?

Lio: Vuelvo mañana 

Emma: ¿Thiago dónde esta?

Lio: Con Antonela

Emma: Perdón, me había olvidado, dentro de unos días nos vamos a volver a ver- dijo mordiéndose el labio mientras sonreía

Lio: Perdón, me tengo que ir al vestuario pero sin falta mañana hablamos ¿si?- realmente no quería terminar esa conversación pero debía hacerlo

Emma: No pasa nada, un beso te amo

Ambos cortaron la llamada, Emma deseaba que sus conversaciones con Lio duraran más, pero tampoco lo culpaba. 

Habían pasado dos días y Emma se encontraba mirando el atardecer del pintoresco de Amsterdam en una banca. Volteó para ver quien se sentaba junto a ella, Adam le sonreía mientras le tendía un café de starbucks.

Emma: Este café es mi favorito- dijo dándole un sorbo a su cappuccino

Adam: Porque te lo di yo

Emma: ¿Siempre sos tan soberbio?- preguntó sonriendole

Adam: Cambiando de tema, ¿qué te pareció el viaje?

Emma: Simplemente maravilloso, ¿a vos?

Adam: También, ¿vas a hacer algo hoy?

Emma: Creo que no, ¿por?

Adam: ¿Te gustaría ver una peli conmigo?

Emma: Dale, ¿a qué cine?

Adam: Me refería a que alquile una película, la podemos ver en mi habitación o la tuya, como quieras

Emma: Esta es la parte en la que yo acepto y me encerras en tu cuarto para violarme- preguntó divertida