La hermana de Lavezzi (Lio Messi y tu)

Capitulo 27: Una noticia, un regalo

Emma se sorprendía de lo rápido que pasaba el tiempo. Cuando miro el almanaque mientras se vestía para ir a la facultad, ya era 1° de noviembre. Ese día les informarían quienes irían a Amsterdam para participar en una conferencia en la que entrevistaban a los mejores psicólogos del mundo. Podía haber aunque sea una mínima posibilidad de que ella pudiera presenciar a las personas a las que ella tanto admiraba, por llevar tan bien acabo su trabajo. Pero no debía hacerse iluciones, tenía posibilidades de ir como de no ir. Cuando llegó a la cocina, Pocho la esperaba con el desayuno listo.

Pocho: ¿Nerviosa?

Emma: Si

Pocho: No lo estés, te va a ir bien

Emma no objetó nada más y terminó su café. Ese día su hermano la llevaría a la universidad y luego se reunirían en su restaurante favorito para que ella le contara las buenas o malas noticias. 

El profesor que les anunciaría los resultados tan ansiados, era Adrían que enseñaba filosofía, si bien Emma amaba la filosofía, nunca había esperado tanto esa asignatura como aquel día. No tendrían filosofía hasta la última hora. Lentamente, el reloj dio las 10:00 y ella creyó conveniente volver a su aula para llegar puntual.

Al entrar a su salón, pudo notar que no se escuchaba el usual bullicio de siempre. Los chicos no pasaban de un banco a otro para hablar, las chicas no cuchicheaban entre sí para contar anécdotas de sus amoríos. Por el contrario, cada uno permanecía en su asiento, tranquilo y volteaban la cabeza al mismo tiempo cada vez que la puerta se habría, con la ilución de que por ella pasara el profesor que le diría quienes cumplirían sus metas. 

Emma se sentó junto a Kate, aunque ninguna de las dos se dirigió la palabra. Solo se vieron a modo de saludo, y volvieron sus vistas al frente. Al entrar su profesor de filosofía, el clima se tornó más tenso de lo que estaba. El profesor no parecío percatarse de eso, ya que saludo a su clase como si se tratara de un día normal. Se sentó como de costumbre en su asiento, sacó una libreta de su portafolios, se colocó un par de anteojos para leer con claridad los nombres, volvió a chequear la lista y luego observó con detenimiento a cada alumno.

Adrían: Que día ¿no?- dijo con una sonrisa tratando de aligerar el ambiente, aunque nadie respondió- bueno- dijo levantándose de su asiento y apoyándose contra su escritorio, de manera que quedo frente a la clase- quiero primero informarles que en esta clase nadie es mejor que nadie, los 10 alumnos que van a viajar a Amsterdam no solo van por sus calificaciones, sino por su esfuerzo. Durante al año también se evaluaron el esfuerzo, el compromiso con la profesión y sobre todo, el actitudinal. Sin más que decir, a los siguientes que voy a nombrar, van a ser los que van a tener la oportunidad de vivir esta experiencia- se aclaró un poco la garganta y volvió a poner la libreta frente a su cara- Cristian Rodriguez, Belén Insua, Agustín Bitocchi, Emma Lvezzi, Adam...

En ese momento, Emma no le presto atención a la lista. Luego de que su nombre saliera de la boca del profesor, sus oídos perdieron contacto con el sonido del exterior. Lo había conseguido, aquello que tanto anhelaba, aquello por lo que tanto se había esforzado durante todo el año, tenía el impulso de abrazar a su profesor y empezar a saltar en el banco, tenía el impulso de ir a contárselo a todos. Al voltear la vista a Kate, se percató de que su amiga también tenía la misma sonrisa que ella, como si todavía no pudiera creer que algo tan bueno estuviera pasando. 

Kate también volvió la vista hacia Emma, ambas se sonrieron de oreja a oreja y se abrazaron de la felicidad. Al sonar el timbre, Adam,Kate y ella, se reunieron en la cafetería y conversaron sobre que todavía no podían creer que irían a Amsterdam, lo mucho que se habían esforzado para llegar a donde estaban. 

Emma: Perdón, me tengo que ir, les tengo que avisar a mi hermano y a unos amigos las buenas nuevas- dicho esto, se despidió de ambos con un beso en la mejilla y una sonrisa reluciente