La hermana de Lavezzi (Lio Messi y tu)

Capitulo 13: No quise sentirme así

En ese momento , Emma fue consciente de que lo que estaba haciendo no era simplemente lo que haría con cualquier amigo. Había leído y visto mucho sobre esos momentos como para saber que sucedería luego. Opto por alejarse con delicadeza, pararse junto a Lio y tenderle una mano para que se levantara. Lio le correspondió el gesto, no sin antes darle una sonrisa de "entiendo". 

Emma: Perdón- dijo con cara de culpa

Lio: Esta bien, no es nada

Emma: Estoy algo cansada, mejor me voy a mi cuarto y después nos juntamos todos para comer- Lio asintió y ella solo beso su mejilla y se fue de la terraza.

Él realmente no lograba comprenderla, ¿por que se marcho si ella misma fue a buscarlo? ¿acaso no había sido ella la que puso su cabeza en su hombro y se puso hablar del atardecer? si se tratara de una chica que se hacía la difícil podía creerlo, pero ella no era así.

Cuando se encerró en su cuarto, no hizo mas que colocar un toallón en su cama y recostarse sobre el. Se sentía demasiado confundida, ella solo quería sentarse junto a Lio para hablar como amigos, pero esa preciosa tarde y su irresistible compañía la habían vencido, haciéndola apoyar su cabeza en su hombro. No quería que Lio pensara que jugaba con él, porque ella era incapaz de hacer eso, en especial con una persona que le importaba tanto. Tal vez hubiera sido todo más fácil si se hubiera quedado en España donde no había nadie que pudiera hacerla sentir de ese modo y le produjera tantas dudas en la cabeza. Quería llorar pero no lo haría, no solucionaría nada de ese modo, solo ponerse peor. No, no podía seguir llorando y quejándose de su desventaja de haber llegado después de Antonela a la vida de Lio. Tenía que dejar la autocompasión de lado y empezar a saber que era lo que debía hacer, aunque realmente no lo sabía. Se levantó de su cama y se dirigió a la ducha. Cuando salió del baño ya vestida, decidió salir a recorrer un poco el hotel, que por cierto era enorme, para distraerse. Pero cuando entreabrió apenas la puerta de su habitación, pudo ver a Magui con Gago en el pasillo. Tranquilamente pudo haber salido, pero algo la intuyó de que era un momento importante y que , si salia, lo arruinaría. Decidió quedarse cerca de la puerta para esperar a que se fueran y luego ella pudiera marcharse. 

*En el pasillo*

Gago: ¿Estas ansiosa por el viaje en barco?

Magui: Obvio, estoy segura de que la vamos a pasar re bien- dijo mientras se acomodaba un mechón de cabello detrás de su oreja

Gago: No hagas eso

Magui: ¿Qué cosa?- pregunto confundida con los brazos cruzados

Gago: Acomodarte el pelo atrás de la oreja

Magui: ¿Algún problema?- dijo alzando la ceja

Gago: Si, que me encanta- dijo mientras la tomaba de la cintura y empezaba a besarla apasionadamente mientras ella le correspondía.

Emma tuvo que taparse la boca para no gritar de la emoción, realmente se sentía feliz por su amiga. Decidió cerrar con cuidado la puerta, definitivamente no iría a recorrer el hotel, se quedaría para que Magui le contara lo que acababa de ver. Estaba tan feliz que pudo olvidar, aunque sea por un instante, lo sucedido con Lio. Minutos después Magui entro a toda prisa a la habitación, cerrando de un portazo y con una sonrisa de oreja a oreja.

Magui: No vas a creer lo que paso- dijo mientras se sentaba junto a su amiga

Emma: ¿Qué paso?- pregunto haciendose la desentendida, porque si decía: si ya se, te besaste con Gago, iba a arruinar el momento, ya que supuestamente era un momento de privacidad.

Magui: ¡Gago me besó!- dijo con emoción

Emma: ¡No lo puedo creer, estoy muy feliz por vos!- dijo abrazándola, en parte estaba diciendo la verdad, realmente se sentía feliz por ella.

Al menos una de las dos era feliz y eso le bastaba.

Magui: ¿Qué onda con Lio? vi que estaban bastantes cariñosos hoy- dijo con voz picarona mientras le daba un pequeño codazo.

Emma: Bien, creo que mis problemas se estan solucionando

Magui: ¿Ves? te dije que todo iba a mejorar- dijo mientras la abrazaba

Emma no quería mentirle pero era lo que debía hacer, no quería arruinarle el momento a Magui con sus problemas "amorosos" además aunque quisiera, no podía brindarle ningún consejo útil. Ese era un problema que debía solucionar por su cuenta.

Mientras tanto en su habitación, Lio se colocaba su camisa blanca para la cena que tendría el grupo en el comedor, no era nada especial, ya que solo era una cena entre todos amigos pero habían decidido que almorzarían y cenarían todos juntos en lo posible, por lo cual había que ser puntual. En ese momento entro Sergio a la habitación.

Lio: Hola Masche

Sergio: Hola, ¿por que estas vestido?

Lio: ¿Te me estas insinuando?- dijo poniéndose una mano en el pecho como si fuera victima de una posible violación

Sergio: Que pelotudo- dijo rodando los ojos mientras sacaba su ropa de la maleta para seleccionar que se pondría a la noche y Lio se reía a carcajadas- lo que quiero decir es que la cena es a las 9:00, son 7:30 de la tarde y vos ya estas arreglado cuando todavía falta 1:30.

Lio: Estaba aburrido

Sergio: ¿Aburrido o confundido?- dijo mientras sacaba una camisa negra

Lio: ¿Ah?

Sergio: ¿estabas aburrido o estabas confundido? con pensamientos que se relacionan con alguien que no voy a nombrar, cuyo nombre empieza con Em y termina con ma 

Lio: ¿Por qué todos piensan que me gusta Emma? estoy casado y tengo un hijo, no jodan

Sergio: Casado con una mujer con la que ya ni te hablas que solo compartís la casa

Lio realmente empezaba a exasperarse, entendía que su matrimonio iba en decadencia, pero que otros se metieran en ese asunto le molestaba

Lio: ¿Ahora sos el doctor corazón o que?-pregunto mientras se pasaba colonia por el cuello

Sergio: No, solo te estoy sugiriendo a que aceptes la cosas tal cual son, que reconozcas que te estas enamorando de alguien que no es tu esposa y que reconozcas que tu relación con Antonela no es la misma que cuando los dos eran adolescentes- cuando acabo de hablar, ingreso al baño a asearse.

Sua amigo tenía razón, todos eran capases de reconocer la realidad que él vivía menos él mismo que le costaba creer que fuera posible enamorarse de alguien más que no fuera la madre de su hijo.