Capitulo 20: Un momento, una historia

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Luego de ver aproximadamente por una hora la pared y mirar revistas de música, empezó a imaginarse donde ubicaría cada color y cada forma. Se decidió por pintar a los grandes músicos de la historia. Emma tenía el don de ser muy creativa e imaginativa cuando se lo proponía. Empezaría pintando la cara de Bob Marley mirando para arriba y haciendo salir de su boca una bocanada de humo en el cual flotaba el submarino amarillo de los Beatles. Por el momento no se le ocurría nada más, pero luego la inspiración volvería a surgir. Pensó que lo mejor sería traer una escalera para cuando tuviera que pintar la parte de arriba. Luego de apoyar la escalera a un costado de la pared, ya que por el momento no la necesitaba, y pensar bien los colores que iba a utilizar, empezó a pintar lo que luego sería el cuello de Bob. 
Cuando iba por la mitad de la cara, optó por descansar un poco, el brazo empezaba a dolerle, tomaría algo fresco, miraría un poco de tele y retomaría su trabajo. Decidió poner un programa de chismes para divertirse un poco, le causa gracia escuchar las incoherencias y los estúpidos rumores que inventaban sobre los famosos. Cuando encontró el canal, unas letras grandes y blancas que abarcaban toda la pantalla, decían: ¡SE ACABO EL AMOR!. Luego mostraron un vídeo de Antonela y Lio saliendo del registro civil. Mientras los filmaban la reportera del canal anunciaba:
"Al parecer no debería sorprendernos que el famoso futbolista Lionel Messi y Antonela Roccuzzo decidieran poner fin a su vida de casados. Sin embargo no hay dudas de que esta separación va a estar en boca de todos..."
Emma no podía seguir escuchando la tele, y decidió apagarla de inmediato. Se sentía muy mal por Lio y Antonela, imagino el difícil momento que deberían estar afrontando. Aunque si hubiera dejado la tele prendida unos segundo más, habría visto a Lio y a Antonela hablando a las cámaras con caras satisfechas diciendo que gracias a la separación se llevaban mucho mejor y que ambos habían conocido nuevas personas, por lo tanto la separación no fue tan difícil como todos creían.
Cuando Emma volvió al patio trasero a proseguir con su pintura para distraerse, Pocho estaba entrando a la casa y fue a saludarla. 
Pocho: Emma, yo me voy a la casa de Yanina y me quedo a dormir asi que...
Emma: Si.... dormir...- dijo con una sonrisa sarcástica
Pocho: Bueno- dijo haciendo caso omiso a las palabras de su hermana- si queres pedir algo para comer, en la heladera hay un montón de imanes de distintos tipos de restaurantes.
Emma: Ok, cuidate- dije despidiéndolo mientras sonreía
Ya se habían hecho las 6:00 de la tarde y Emma no lo había notado, estaba tan inmersa en su proyecto que al ver su reloj de pulsera se sorprendió. A pesar de que quería seguir pintando, reconoció que debía descansar un poco, por lo tanto cerró las latas de pintura y las acomodó en su lugar. El cielo se estaba tornando algo violeta por el atardecer y el olor a verde inundaba el ambiente. Optó por tomar el té en el jardín, pero cuando se dio vuelta para entrar a la casa, la puerta corrediza se deslizo de inmediato, lo cuál sorprendió a Emma hasta que vio que Lio se acercaba a ella, pero cuando quedo frente a ella, ninguno de los dos dijo nada, solo se miraban.
Lio: ¿Esta Pocho?
Emma: No, fue a ver a la novia y vuelve mañana, así que si lo queres ver vení más tarde
Lio: No vine a buscar a Pocho
Emma: ¿A qué viniste?
Lio solo la tomo por la cintura y empezó a besarla apasionadamente, nunca iba a poder superarlo, no valía la pena luchar contra ese sentimiento tan fuerte. Ella le correspondió el beso de la misma forma rodeando el cuello de él con los brazos. Cuando se separaron para tomar aire, Emma tomo la palabra.
Emma: ¿Qué paso con Antonela?
Lio: Los dos decidimos que lo mejor iba a ser separarnos, ella también conoció a alguien más
Emma no podía creer con que facilidad sus problemas habían desaparecido, al parecer nadie salio herido, todos salieron ganando y eso fue motivo suficiente para que toda la culpa que sentía desapareciera.
Emma: Perdoname por haberte tratado tan mal- dijo con una lágrima en su rostro
Lio: No fue tu culpa- dijo volviéndola a besar
Emma: Lio yo te amo, no se como demostrarte cuanto te amo
Lio: Estas conmigo y eso es muestra suficiente
En ese momento Emma sintió como Lio la tomaba entre sus brazos, y la llevaba para adentro. Luego de subir las escaleras y depositar a Emma en su cama con toda la delicadeza del mundo, él se puso encima de ella apoyando los codos en el colchón para no aplastarla y comenzó a besarla con ternura. Mientras él la besaba, ella acariciaba su cabello, lentamente paso sus manos por las mejillas de él y fue descendiendo con delicadeza hasta quitarle su remera de manga corta con escote en "v". El beso se vio interrumpido por un segundo al quitar la camisa, Lio por su parte, continuó besándola mientras acariciaba el abdomen de Emma con ambas manos y se animo a quitarle la blusa lentamente. 
Emma no entendía porque no estaba nerviosa, tal vez por el hecho de que conocía a Lio y se sentía protegida cuando estaba con él. En ese momento tomo valor para girar, de manera que ahora Lio quedo debajo de ella, Emma continuó besándolo, luego paro y dirigió la vista a los jeans de él que por cierto ya se había quitado las zapatillas y las medias. Trato de quitarle los jeans evitando mirarlo porque sabía que si lo hacía se ruborizaría. Mientras ella le bajaba el cierre y le quitaba los pantalones, Lio le acariciaba la espalda. 
Cuando logró quitarle los jeans, Lio giró quedando de nuevo Emma abajo, ella tenía shorts por lo tanto era más fácil quitárselos. Cuando ambos quedaron en ropa interior, Emma empezó a sentir vergüenza. El hecho de Lio la viera completamente desnuda le produjo mil dudas ¿y si no le gustaba el cuerpo de ella? ¿dejaría de verla de la misma manera? ¿que pasaba si él esperaba otra cosa? ¿tal vez una chica con más delantera? ¿y si lo decepcionaba? Emma siempre había sentido inseguridad con su cuerpo, era un problema que nunca logro superar. Ella era la única que le encontraba imperfecciones a su físico a pesar de que las otras personas pensaran que su cuerpo estaba bien. Lio pudo percatarse del cambió repentino de animo de Emma.
Lio: No estés nerviosa- le dijo dulcemente mirándola a los ojos
Emma: No tengo el cuerpo de una modelo, no te quiero decepcionar- dijo con tono de culpabilidad
Lio: No, no tenes el cuerpo de una modelo, tenes un cuerpo hermoso- dijo besándola tiernamente
Esas palabras fueron lo único que Emma necesitaba para calmarse y retomar el ritmo. Cuando acabó de besarla, comenzó a pasar sus labios por el cuello de ella mientras Emma le acariciaba con una mano el cabello e inclinaba la cabeza para atrás para darle más acceso a su nuca. Mientras besaba su cuello, fue quitándole con cuidado el sostén. Cuando quedó completamente desnuda de la cintura para arriba, él se tomó unos segundos contemplándola, al percatarse de ello, Emma volteó la cara hacia su derecha tratando de evitar que sus miradas se encontraran. Lio tomo con dulzura su mentón haciendo que sus miradas se conectaran.
- Sos demasiado perfecta- le dijo con una sonrisa tan dulce que cristalizaron los ojos de Emma- ¿por qué lloras?- preguntó con miedo de haber dicho algo indebido
Emma: Sos lo mejor que me pudo haber pasado en la vida- dijo con una sonrisa que dejaba ver sus dientes blancos
Y volvieron a besarse con más pasión que antes mientras Lio acariciaba con delicadeza los pechos de ella, hasta bajar a sus bragas y quitárselas. Emma hizo lo mismo pero con los boxers de él. En ese momento, cuando ambos quedaron completamente desnudos, se miraron al mismo tiempo mientras ella le acariciaba la mejilla con el dedo índice.
Lio: ¿Estás lista?- Emma asintió- si te llega a doler avisame- Emma asintió aunque no tenía pensado decirle si le llegaba a doler.
En el momento en el que él estuvo dentro de ella, tuvo que ahogar un grito de dolor, solo agarraba con fuerza el cuello de Lio.
Lio: ¿Paró?
Emma negó con la cabeza, no era ingenua, ella sabía que la primera vez siempre dolía pero no iba a acobardarse ahora, también sabía que el dolor se iba rápido y que luego llegaba el placer. Decidió esperarlo pacientemente y cuando llegó sintió ese el momento más maravilloso de su vida, no solo por el placer, sino porque por fin podía estar junto a la persona que amaba sin preocupaciones y eso era realmente la mejor sensación del mundo.
Cuando acabaron debido al cansancio, Lio se recostó junto a ella y la abrazaba haciéndola sentir protegida, mientras ella apoyaba una mano en su pecho y sentía los fuertes latidos de su corazón. 
Lio: Perdón si fui muy bruto- dijo con la voz algo apenada, lo cual le causo a Emma una ternura profunda
Emma: No te preocupes- dijo besándo su nariz
Lio: Emma...
Emma: ¿Mh?- dijo mirándolo a los ojos
Lio: Te amo demasiado
Emma: Yo no tengo palabras para describir cuanto te amo
Y fue así como ambos se fundieron en un beso apasionado hasta quedarse dormidos.

La hermana de Lavezzi (Lio Messi y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora