Capitulo 32: Perdoname

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Al escuchar una desconocida voz al otro lado del teléfono se extraño, pero al oír su mensaje, el teléfono resbaló de sus manos, produciendo un ruido sordo al chocar contra el suelo, lo cual despertó a Emma de su shock. Sin darse cuenta, iba corriendo a toda prisa a la habitación de su hermano y al reaccionar, fue consiente de las palabras que había gritado a todo pulmón.
Emma: ¡LIO! - paró un segundo para tomar aire- EL HOSPITAL
Pocho no tuvo que escuchar nada más para imaginar lo que había sucedido. Inmediatamente salió de su cama con el pijama puesto y ambos se dirigieron a toda prisa al auto. Mientras Pocho conducía lo más rápido posible pero sin tratar de que le impusieran una infracción, Emma escondía su rostro que sollozaba en sus manos, no pudo evitar pensar que lo último que le había dicho a Lio fueron insultos. Ahora lo último que le importaba era que él la hubiera engañado, en ese momento lo único que quería era que él estuviera vivo, el resto no importaba.

Al ver como una camioneta se dirigía a estrellarse contra su auto, instintivamente volteó su cabeza hacia el lado opuesto y se cubrió el rostro con los brazos. Pudo sentir que algo pesado presionaba contra él, pero no tuvo tiempo para sentir el dolor. Todo había sucedido demasiado rápido, lo último que recordaba fue una imagen de él y Emma acostados en el jardín de la casa de Pocho y ella le decía que estaba encantada de haberlo conocido. Luego todo se volvió negro, como una clase de sueño. Se sentía relajado, aunque algo extraño, todo era oscuro, sentía como si flotara ¿qué había sucedido? ¿estaba vivo o muerto? ¿acaso era todo un sueño?.

Luego de que su hermano estacionara el auto, ambos fueron corriendo hacia la entrada del hospital. Emma tuvo que sostenerse de alguien que pasaba junto a ella debido a que por poco resbala por la corrida. Cuando pudo recuperar el equilibrio, se dirigió con Pocho a la secretaría que atendía.
Emma: minoviotuvounaccidentedeauto¿dondeesta?
Secretaria: Señorita le pido que se calme y hable más despacio para que pueda comprender lo que me dice
Pocho poso su brazo sobre el hombro de su hermana y le hizo un gesto de que tomara aire y que él hablaría por ella.
Pocho: Me informaron que mi amigo Lionel Messi tuvo un accidente de auto y fue trasladado a este hospital, ¿nos podría dar la ubicación del cuarto en donde esta?
Secretaria: En este momento el paciente esta en la sala de operaciones- Emma se estremeció al escuchar eso- pero pueden aguardar en la sala de espera.
Emma: ¿Se va a poner bien?
Secretaria: No sabría decirle, no conozco particularmente el caso
Emma asintió y fue a tomar asiento con Pocho. Se sentía terriblemente vacía, no sentía el peso de su cuerpo, era como si se tratara de un alma sin cuerpo. Se sentó en la piernas de su hermano y puso su cara contra el pecho de él para ahogar sus sollozos.
Al despertar vio que Pocho estaba dormido y que había menos personas en la sala de espera. Se levantó con cuidado para no despertar a su hermano, y se dirigió a la secretaria.
Emma: ¿Qué hora es?
Secretaria: 3:45 de la mañana
Emma: ¿Sabe algo de mi novio?
Secretaria: Le informe al doctor que vinieron a ver al paciente, y me dijo que lo más probable era que me dijera los resultados en una hora
Emma: ¿Los resultados?
Secretaria: En que estado se encuentra el paciente
Emma: Gracias...
Secretaria: ¿Quiere tomar algo?
Emma: No gracias
Emma se dirigió a su asiento y puso los codos sobre sus rodillas mientras que su cabeza descansaba en sus manos, y esa fue su posición durante una hora mientras miraba el reloj. No se sentía ansiosa, por alguna razón no sentía el tiempo. Solo miraba el reloj, no podía notar cuantos minutos habían pasado, era como si estuviera dormida pero despierta. Luego de un buen rato de espera, llego un hombre desde un pasillo vestido con uniforme verde. Al verlo, Emma despertó a Pocho y juntos fueron a encontrarse con el doctor.
Doctor: ¿Ustedes son los Lavezzi?- ambos asintieron- el paciente se encuentra con vida, aunque por el momento esta en un estado crítico, un coma para ser más precisos- explico quitándose los anteojos.
Emma: ¿Podemos verlo?
Doctor: Solo uno y la visita sería de 5 minutos
Emma: No me importa
Doctor: Habitación 43- dicho esto se marchó por donde había venido
Emma: ¿Te importa si voy yo?
Pocho: No
Emma se encaminó rápidamente al ascensor y al abrirse ambas puertas, se introdujo en el. Pudo sentir como se elevaba, y fue ahí cuando los sentimientos resurgieron en ella. En ese momento un duda crucial paso en su mente: ¿con qué se encontraría al cruzar la habitación 43?, ¿estaría lista para encontrarse con lo que sea cuando viera el estado en el que se encontraría su novio?. Cuando la música del elevador dejó de sonar y las puertas se abrieron, salió del ascensor y busco por los numerosos pasillos la habitación 43. 
Puso su mano temblorosa al rededor del picaporte, tomó aire y entró. Pudo ver a una enfermera que acomodaba la almohada de Lio, al ver a Emma salió de la habitación y cerro la puerta. Emma se arrodillo junto a su camilla y tomó su mano fría. 
Emma: Perdoname...- susurro mientras besaba su mano y sentía el poco calor que todavía mantenía- te amo.... sin importar nada te voy a seguir amando- pudo sentir como las lagrimas salían de sus ojos, pero su voz no se inmutaba- no quise que lo último que hiciéramos fuera pelear... daría todo, haría cualquier cosa para que despertaras...te voy a amar por siempre y lo único que quiero en el mundo es que despiertes y seas feliz, y no me importa si tu felicidad no me incluye a mí, quiero que seas feliz con la persona a la que ames, aunque esa persona no se yo.
Inmediatamente volteó al ver que la enfermera entraba, la miraba a ella y luego miró el reloj. Emma entendió el mensaje y salió de la habitación. Se sentó en uno de los asientos del pasillo y paso la noche allí.

La hermana de Lavezzi (Lio Messi y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora