Un joven tocaba su guitarra, con el estuche en frente de él donde las personas de la calle le rodeaban y regalaban algunas monedas por su increíble voz.
De su garganta se resaltaba lo soprano que era el muchacho, los aplausos fueron muy cortos, luego de que terminará una canción la mayoría de ellos se esfumaron en dirección a sus trabajos o lugares, mientras que otros mostraban grandes sonrisas y murmuraba sobre aquella persona con el instrumento.Por un leve momento tomó agua por la sequedad de sus labios.
Alzó la vista hacia el grupo de personas y atrás de todas esas sintió que alguien le miraba con curiosidad, casi perturbando sus sentidos, el impulso de seguir a quien creía que era creció de manera espontánea.Goku y Raditz siguieron caminando por toda la mañana. Habían pasado a desayunar y el mayor tras aprovecharse de comer todo lo que pudiera dejó con un bolsillo llorando a su hermano, pero el dinero era lo de menos si podías tener el tiempo con tu ser querido.
-¿Qué hora será?
-A juzgar por el sol, y por la hora de mi celular son las... 12... - respondió, guardandolo otra vez. - ¡¿Las doce?! - de pronto se altero, caminando más rápido por inercia.
-Rayos, no pensé que siempre te alarmaras por el medio día, eh.
-No es eso, entro a trabajar en una hora y estamos un poco lejos.- reía para disimular su reciente preocupación.
-Me lo hubieras dicho, entonces es hora de irnos, no quiero que llegues tarde por mi culpa- se detuvo. Goku aceleró el paso y comenzó a buscar las llaves. - ¿Qué pasa?
-Nada, estoy buscando mis llaves... Por cierto Raditz, ¿cómo crees que hayan llegado esas flores?
Él mayor no contestó, bajo la cabeza analizando; estaba sorprendido y también con gran curiosidad al respecto, haber estado en el panteón junto a la tumba de su difunta madre trajo consigo un presentimiento...
Flash back:
-Aqui esta. - expresó con una sonrisa tranquila, llena de júbilo mientras apartaba algunas hojas secas de la lápida. - Discúlpame por no visitarte tan a menudo.
-Goku...
-Mamá siempre me dijo que cuando ella ya no estuviera, su sueño era que siguiera visitandola.
-Y así lo estamos haciendo, lleve tanto tiempo sin estar aquí. - se inclino para estar más cerca. Su respiración fue más entrecortada, no quería llorar ante la nostalgia de apreciar ese lugar. - Madre...
-Que curioso, no somos los primeros en ponerle flores. - dijo Goku quien tomó todas las flores que vinieron recogiendo por el camino de las casas que tenían flores hermosas que crecían hasta salir por la calle y que cualquiera podría recoger.
Después de todo las florerías no estaban abiertas tan temprano, tuvieron que esperar un rato para que pudieran pasar, el velador del panteón era muy extraño pues no dio la cara y luego de abrir camino muy rápido a otra dirección.
-Tienes razón, se supone que somos los primeros en entrar.
-A lo mejor y fue el señor que vigila el panteón.
-¿pero por qué le pondría flores a nuestra madre?
-No lo sé, pero hay que agradecerle tuvo el detalle de ponerlas en agua también. - le miró. - Pronto te traeremos un gran ramo de azucenas.
-Gracias por traerme aquí, Goku. Nuestra madre fue lo más valioso que tuvimos, ella jamás hubiera deseado que yo terminará en la cárcel.
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El galán [AU-DB] #PacmanAwards2019
FanfictionLas muchachas solamente palidecian al verle caminar por las calles, unas cubiertas de sonrojo por todo el rostro, otras gritando su nombre, y el sujeto caminaba con estilo y gracia, con unos audífonos puestos sobre aquella tarde de cielo despejado...