¿Quién era Super Dude?

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Pequeño.

Solo.

Aterrado.

Confundido.

La gente le miraba pasando de él, no estaba llorando, estaba en shock, pero aun así a nadie se le hacía normal ver a un niño de cinco años caminando por la acera totalmente solo. En algunos momentos se detenía y se abrazaba solo, estaba al tanto de que era el centro de atención de todos los presentes acelero el paso hasta llegar a los callejones junto a un centro comercial, se escondió atrás de un contenedor de basura y se sentó abrazando sus piernas.

— ¿Por qué? ¿Por qué solo puedo hacer daño?.

Se murmuraba a si mismo mientras frotaba sus brazos para darse algo de calor, hace horas que no comía nada y después del incidente simplemente salió corriendo a pesar de que sus padres le llamaron a gritos.

Tenía hambre.

Tenía frio.

No era la primera vez que le hacia daño a sus padres o alguno de sus familiares, solo que esta vez fue la más intensa, no soporto la presión y salió corriendo como si no hubiera un mañana. Ya era tarde, el sol pronto comenzaría a ocultarse y él no tenía planeado regresar a casa. Por fin comenzó a llorar, abrazo sus piernas y comenzó a soltar lo que podrían ser ríos de lágrimas, sollozos y lamentos. En pleno llanto se levantó frente el contenedor de basura.

— ¡Eres un monstruo!

En plena furia golpeo el contenedor y este se doblo por el impacto creando un fuerte ruido, miro como el contenedor quedo prácticamente destruido, miro su puño y este estaba totalmente limpio, sin ningún rasguño. Ese fue su límite.

— ¡AHHH!

Grito molesto y siguió golpeando el contenedor descargando toda su furia. Las personas que pasaban afuera del callejón miraban al chico y salían corriendo en pánico total. No fue hasta que una pareja de amigos pasó y escucharon los golpes, ya era de noche y el callejón estaba totalmente oscuro.

— ¿Escuchaste eso?

Él dejo de golpear y presto atención a la conversación, seguramente dirían algo como que él era un monstruo o algo así.

— Sí, lo he oído, suena a alguien que nos necesita, vamos.

— ¡Pero las chicas nos esperan!

— Por mi que las chicas se jodan.

El niño cubrió sus ojos cuando los hombres lo deslumbraron con un par de linternas. Inmediatamente retrocedió al ver que se acercaban.

— ¡Oh dios es un niño!— Dos hombres ambos de gabardina, uno de color vino y el otro negro. —¿Estas bien pequeño? ¿Alguien te hizo daño?

El de vino tenía una voz grave y dulce, su cabello es rubio y lacio, el de negro tenia la voz mas grave y agresiva, su cabello era color negro y muy rebelde.

— No, Kanneth. Él hizo esto.

El niño se encogió de hombros, se sintió culpable, mal, rechazado.

— ¿Es verdad?¿Tú hiciste esto?

Kanneth intento tomarse el hombro, pero él se alejo rápidamente.

— Aléjate de mí, puedo lastimarte y no quiero... ya no quiero lastimar a nadie.

— Tranquilo, sabemos que es difícil, tienes miedo y no quieres lastimar a nadie. — Kanneth por fin pudo tomarle un hombro.

Héroes del MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora