Broflovsky.

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Ni Craig esperaba esa respuesta, ni Tweek esperaba decir eso. Fue algo totalmente espontáneo, algo que jamás podría haberlo planeado.

Ambos rieron nerviosamente y al ver la misma reacción del contrario volvieron a reír más naturalmente.

— ¿Qué rayos fue eso?

— No lo sé, Tweek. Fue muy raro.

— Lo sé. — Lo medito unos segundos— ¿Cuándo empezamos las asesorías?

— ¿De verdad?

— ¿Ahora te arrepientes de ofrecerme eso?

— ¡No, claro que no! — Craig negó con la cabeza y movió sus manos en total negación. — Es sólo que... No pensé que aceptarías.

Ahora Tweek tenía que idear una respuesta a eso, sonrió nerviosamente, su corazón empezaba a ir más rápido por el nerviosismo.

— Bueno... Es una buena oportunidad, dos personas del equipo de rescate ayudándome a entrar en el... No es como que... pueda rechazar esa propuesta.

Craig pudo notar el nerviosismo de Tweek.

— Bueno, por ahora no puedo ayudarte mucho, tengo que pasar muchos apuntes, hacer muchas cosas, ya sabes... ponerme al corriente.

— Oh sí, entiendo. Pues cuando puedas, no hay problema, aún falta bastante para las pruebas.

Craig sonrió. Tweek sintió tranquilidad en su pecho al ver esa sonrisa.

— No creo que necesites asesorías para quedar en el equipo, eres fuerte, sabes pelear, tienes todo para estar en el equipo.

Tweek se puso nervioso no esperaba esas palabras de Craig.

— Oh bueno. Yo... eh... gracias Craig. Yo realmente pienso que me falta demasiado... pienso que no soy capaz de entrar.

Tweek cambio su semblante a uno triste y eso a Craig no le gustó.

— ¿Por qué lo dices? Eres más capaz que muchos. Tienes dos elementos a tu favor, tienes... Tienes a tu destinado.

Ese tema llamo la atención de Tweek, Craig sabía de ese tema.

— ¿Tú sabes de los destinados? — Craig pasó saliva al ser descubierto— ¿Sabes... quien es tu destinado?

Craig empezó a ponerse nervioso, lo disimulo bastante bien, suerte de que ya tenía práctica en ocultar sus emociones.

— ¿Mi persona destinada? Bueno... eh... No sé quién es... sé que existe, que está en algún lugar pero no sé quién es... dicen que es muy difícil encontrarla... pocos tienen la suerte de encontrarla rápido...

Craig miraba fijamente a él, cada movimiento que el rubio hacia le encantaba. La sensación de Tweek era similar, el ver a Craig sin saber cómo reaccionar, sin saber que decir, un tanto nervioso. Tweek supuso que Craig había encontrado a su destinada y por eso estaba nervioso y no quería decirle.

— Lo entiendo, — Craig lo miro fijamente. — Ahora entiendo todo. —A Craig se le aceleró el corazón que hace poco se había calmado— ¡Encontraste a tu destinada en Europa! — ¿Qué? — Qué suerte tienes, me alegro por ti. ¿Si ella está allá, porqué regresaste?

Decir eso le costó mucho a Tweek, no sabía el porqué. La expresión de Craig cambio a una sería, a una determinada, eso asusto un poco a Tweek que desvió la mirada y antes de que el rubio respondiera Craig dijo:

— Tweek, sí, sé quién es mi persona destinada y esa persona no está en Europa, está aquí.

Tweek permaneció en silencio. Esa afirmación le hizo doler el pecho y congelar sólo un poco la suela de sus zapatos.

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