05.

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Seguí a Jinyoung en completo silencio por su empresa, intentando evitar cualquier tipo de contacto con él. Algunas personas se detenían a saludarle con una reverencia y, por el staff que los rodeaba, supuse que eran otros idols. Me sorprendió enormemente la reacción amigable que Jinyoung tenía con ellos, la casi sonrisa en su rostro y las pequeñas arrugas que se formaban alrededor de sus ojos. 

Ese era otro Jinyoung, uno muy diferente al que yo había conocido.



- Esta es mi sala de ensayo. - me dijo el idol al detenerse frente a una de las tantas puertas en el piso en el que nos encontrábamos. - Ya estoy aquí, ya puedes irte. - añadió, sacudiendo su mano derecha frente a mí, echándome fuera de allí.

- Su mánager me pidió que le dejara dentro de la sala de ensayos, no afuera. - le recordé, negando con la cabeza y, secretamente, disfrutando el efecto que tendría en él mi respuesta.


Jinyoung rodó los ojos y volteó para poder abrir la puerta. Fue casi instantaneo el golpe del ruido de zapatos chirriando por el suelo y gritos de varias personas al mismo tiempo.


- ¡Jinyoung hyung! - gritó uno de los hombres que corrían por el lugar y, en un abrir y cerrar de ojos, el Jinyoung hostil desapareció y le dio paso a un Jinyoung amigable, accesible.

- Hey, ¿me extrañaron?


Literalmente, sentí un escalofrío recorrer mi espalda en cuanto escuché la forma tan casual que tenía de hablar con sus compañeros de grupo. Así que supe que tenía que salir de allí lo más pronto posible para volver a sentirme cómoda.


- ¡Soo Ah! - me llamó una voz masculina que reconocí inmediatamente por todas las veces que habíamos hablado por teléfono en mi primera semana trabajando para Jinyoung.


Era el mánager del grupo, Kim Hyun Tae. Era un par de años mayor que yo, pero él me trataba como si tuviesemos la misma edad, por lo que no usabamos honoríficos entre nosotros. 

No lo iba a negar, era un alivio no tener que usarlos porque todavía me costaba acostumbrarme a todas las reglas coreanas.



- Hey, Hyun Tae. - saludé, cuando le encontré entre el alboroto dentro de la sala de ensayos. - Te traje a salvo a Jinyoung. - con el pulgar, señalé al hombre que conversaba animadamente con el integrante que le había recibido a su llegada. 

- Gracias por eso. Algunos de los chicos se han estado sintiendo un poco mal y he tenido que correr de un lado a otro para asegurarme que no enfermen.


Una alarma se encendió en mi cabeza en ese momento y recordé lo ocurrido en el auto. Esos chicos vivían juntos, pasaban mucho tiempo uno al lado del otro, si alguno de ellos estaba enfermo, contagiaba a los demás. 


- Jinyoung estuvo estornudando mucho esta mañana, mientras ibamos camino al ensayo. - le conté a Hyun Tae, con verdadera preocupación. - Voy a comprar algunas pastillas para poder tenerlas conmigo si es que se siente mal durante alguno de sus eventos en solitario.

- Creo que mi mánager puede hacer eso. - intervino una tercera persona, Jinyoung.


¿En qué momento había dejado el lado de su amigo, recorrido media sala y llegado con nosotros?


- Se llama precaución y no creo que le haga mal a nadie. - Jinyoung no respondió, pero pareció desorientado, como si le costara entender que me preocupaba su salud... o tal vez, simplemente se rehusaba a dejar que alguien más cuidara de él.

Indeleble | Park JinyoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora