- ¡Chicos, la cena! - anuncié y con las manos, les hice señas para que se reunieran al centro de la sala.
- ¡Comida! - exclamó Jackson, el primero en llegar a mi lado para ayudarme con los diversos contenedores. - Tengo tanta hambre que acabaría con todo esto sin ayuda de nadie.
- Mentiroso. - murmuré, sabiendo que Jackson no solía comer mucho, y no pude evitar reír, mientras él fingía estar ofendido.
- Soo Ah, ¿puedo hablar contigo un minuto? - preguntó Jinyoung, muy, muy cerca de mi oído, logrando hacer que me sobresaltara.
Jinyoung había estado actuando raro todo el día, estaba más callado y serio de lo usual, y se aislaba completamente de todos nosotros. Supuse que era por lo ocurrido el día anterior con el Sundubu Jjigae, así que intenté darle su espacio y dejar que lidiara con ello a su manera. Pero por algún motivo, no podía dejar de seguirle con la mirada y estar alerta por si llegaba a necesitar algo.
Sentía que debía cuidar de él, que debía protegerlo de todo a su alrededor, pero no podía interferir con su decisión de enfrentar el problema solo.
- ¿Qué sucede, Jinyoung? - pregunté, cuando estuvimos en el extremo contrario de sala.
- Solo quería pedirte que guardaras mi cena para después. - dijo él sin poder mantenerme la mirada. - Quiero aprovechar este receso para poder despejarme un poco.
Le vi tan mal y tan abrumado que no pude negarme a su petición. Así que asentí a modo de respuesta y solo eso bastó para que él se fuera de la sala de ensayos.
Sabía que había hecho lo correcto al dejarle ir, pero la sensación extraña en mi cuerpo no me dejaba tranquila. Necesitaba saber cómo se sentía, necesitaba saber si podía hacer algo por él, lo necesitaba tanto que, sin pensarlo dos veces, salí corriendo detrás de él.
Le encontré en la terraza, en el mismo lugar en el que se había parado la noche anterior, y algo en mi interior me gritó que las cosas no estaban bien. Me acerqué a él en completo silencio, un paso a la vez, hasta llegar a su costado. Levanté la mirada hacia Jinyoung, pero él no me veía, tenía los ojos fijos en las estrellas y los labios apretados. Parecía querer llorar y eso estrujó mi corazón en mi pecho.
- Jinyoung. - susurré, mientras mi mano parecía cobrar vida propia para poder llegar a la del idol.
Sentí cómo el hombre se tensó al sentir mi tacto, pero a diferencia de la noche anterior, no se quedó quieto, sino que hizo girar su mano suavemente, logrando que su palma y la mía entraran en contacto, y entrelazó nuestros dedos con tal fuerza que parecía necesitar que nuestras manos se volviesen una sola.
- Gracias. - murmuró con una sonrisa débil, pero sincera, y luego, se animó a dirigirme la mirada.
Sus ojos solo reflejaba lo que aquella pequeña acción ya gritaba. Se veía extremadamente agradecido, pero también había un brillo inusual en ellos, uno que solo se ve en las películas románticas.
- ¿Es por lo de ayer? - me animé a preguntarle, sin soltar su mano. - ¿Es por la sopa de tofu? - Jinyoung asintió con pesar y casi con verguenza.
- Me recordó una etapa de mi vida que prefiero mantener enterrada. - confesó con un hilo de voz, antes de aclararse la garganta. - No había pensado en ello por años, Soo Ah, y supongo que dejé que mis emociones me dominaran.
No entendía en qué momento se había generado la confianza necesaria entre nosotros para que me contara aquello, así como tampoco entendía en qué momento había dejado que aquel hombre tomara tal importancia para mí que necesitaba verle bien. Pero me gustaba, de hecho, en mi interior, un bichito se relamía de gusto por estar compartiendo un momento tan personal con Jinyoung y por tener su mano aferrada a la mía.
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Indeleble | Park Jinyoung
FanfictionAlgunas cosas no pueden ser borradas, mucho menos olvidadas. Algunas cosas se quedan en nuestra memoria y en nuestro ser para siempre... como tú. Soo Ah regresa a Corea con un propósito, pero él se cruza en su camino. ¿Qué es más fuerte: la marca d...