Indeleble | Park Jinyoung

42.

El aeropuerto de Incheon era enorme y salían y llegaban tantos vuelos que no los podía contar. Sin embargo, no había un solo vuelo libre para Estados Unidos.

Estaba entrando en crisis. Había preguntado a todas las aerolíneas si había un asiento disponible en alguno de sus vuelos programados, pero todas me daban respuestas negativas. Ni siquiera la influencia de Jinyoung y Jackson me había podido conseguir un asiento.

- Lo lamento, mi amor. - susurró Jinyoung en mi oído, antes de darme un beso en la frente.

- Podemos esperar aquí hasta que se libere algo, Soo Ah. - sugirió Jackson. - Tenemos que ser pacientes.

- Tiene razón. - le apoyó mi novio. - Además, tu madre ya está fuera de peligro. Eso debe ayudarte a buscar la calma.

- Supongo que sí. - repliqué, dejándome envolver por los brazos de Jinyoung, mientras me acomodaba en la sala de espera VIP a la que había tenido acceso gracias a los dos idols que me acompañaban.

Mi madre y mi hermano estaban a salvo. Era eso lo que había hecho que su esposo me llamara incansablemente horas atrás. Sin embargo, por lo complicado de la cesárea, ella todavía tendría que estar en el hospital, en observación. Tenía que llegar a Estados Unidos para acompañarla, aunque fuese por un solo día. Sentía que se lo debía, sentía que era lo correcto. Era mi madre, después de todo.

- ¿Señorita Nam? - llamó una joven vestida pulcramente con una falda y saco de color azul navy que tenía el logo de una aerolíneas.

- Sí, soy yo.

- Me han informado que tiene un espacio reservado en nuestro vuelo para Nueva York. Estamos esperándola para poder partir.

- ¿Un...? ¿Un espacio? - la joven asintió, confirmando lo que había dicho. - Pero yo no reservé el asiento. ¿Está segura que me busca a mí? - pregunté, aunque sabía que eso podría arruinar mi oportunidad de volver con mi madre.

Un pasaje de avión no llegaba tan fácilmente.

- Usted es Nam Soo Ah, ¿verdad? - asentí, todavía confundida. - El señor Kim me envió por usted.

- ¿El señor Kim?

- Kim Junmyeon. - replicó ella con una ligera sonrisa en el rostro.

Los brazos de Jinyoung se tensaron a mi alrededor ante la mención de aquel nombre y acto seguido, me dejó ir.

Volteé hacia él como reflejo y vi que su mirada estaba fija en el suelo, algo que solía hacer cuando se perdía en sus pensamientos.

- Jin, yo no he...

- Anda. - murmuró bajo, antes de devolverme la mirada.

- Jin. - supliqué, temiendo que se molestara conmigo.

Mi novio parpadeó un par de veces y aunque no sonrió, supe por su expresión que no estaba enfadado. Le incomodaba, sí, pero estaba dispuesto a dejarme subir a ese avión.

- Necesitas llegar con tu madre, Soo. - me recordó. - Y mis celos no van a ser un impedimento para eso.

x

Jinyoung me acompañó hasta la puerta de embarque en completo silencio. Estaba teniendo una lucha interna por dejarme ir en un avión con Junmyeon y la verdad era que yo estaba igual. Quería ver a mi madre, pero no si eso iba a afectar a Jinyoung. Habíamos luchado tanto por poder estar juntos que me parecía estúpido arruinarlo todo por una cosa así.