Indeleble | Park Jinyoung

28.

ANTES DE COMENZAR: Les regalo otro capítulo porque quiero agradecerles por pasar el 1k de lecturas en este fic y estamos en el #3 del tag parkjinyoung. No puedo creer la acogida que le han dado a esta historia y lo mucho que se han encariñado con los personajes. ¡Me seguiré esforzando por darles los mejores capítulos!

- ¿De qué te ríes? - preguntó Jinyoung, mientras esperábamos por nuestra cena, luego de un largo día de grabación.

El idol intentó ver lo que había en la pantalla de mi celular, pero atraje el aparato hacia mi pecho rápidamente para que no lo hiciera.

Jinyoung frunció el ceño y estiró ligeramente los labios hacia adelante. No le gustaba que le ocultara cosas, pero el video que estaba viendo ameritaba ser ocultado.

- Anda, Soo, déjame ver. - pidió, picando mi brazo con su dedo índice, y fingiendo una voz aguda, como la de un niño pequeño, añadió:  - ¿Por favor?

- Te vas a molestar conmigo. - Jinyoung chasqueó la lengua.

- Me molestaré si empiezas a ocultarme cosas. - dijo, cruzándose de brazos. - ¿Qué tan malo puede ser un video? - insistió, extendiéndome una de sus manos para que le cediera el aparato. - A menos que estes viendo algo prohibido.

- Es algo mejor. - me uní a su broma, imitando la expresión pícara en su rostro, y por fin, le entregué mi teléfono. - No digas que no te lo advertí.

Jinyoung tomó el celular entre sus manos con tal gracia que no se me hizo extraño que fuese protagonista de un drama coreano. Cada movimiento suyo parecía estar acompañado de un resplandor precioso y un coro dulce de fondo.

... O tal vez solo estaba cayendo profundamente enamorada de ese hombre.

Le vi reproducir el video y verlo atentamente por unos segundos. Apretó los labios, luchando por no reír en las partes que yo había estallado en carcajadas, y cuando el video terminó, me devolvió el aparato.

No parecía enojado, pero tampoco muy feliz que digamos.

- Jinyoung siendo un tonto por cinco minutos. - dijo el idol, refiriéndose al video, y me fue muy difícil no reír.

- Tus fans te adoran. - repliqué, recibiendo una mirada con sus ojos entrecerrados.

- Te gusta que la gente se burle de tu novio. - me reprochó, negando con la cabeza mientras ponía la misma expresión que le mostraba a Yugyeom, su compañero de grupo, cuando este actuaba como un niño.

- Creo que fuiste tú quien aclaró que aún no éramos novios.

Jinyoung no respondió, en su lugar, me mostró una sonrisa cómplice y comenzó a rebuscar algo entre sus cosas. Habíamos pasado por un par de tiendas antes de ir a cenar, así que le tomó un rato encontrar lo que estaba buscando. Pero cuando lo tuvo entre sus manos, lo colocó sobre la mesa y dejó que lo viese.

Era un libro, algo que, según había descubierto, era una de las cosas que el más amaba en el mundo.

- Es un libro de poemas. - explicó, abriendo la primera página. - Me gustó mucho cuando lo leí, así que me gustaría que tú también tuvieses el placer de descubrirlo.

Jinyoung tomó un marcador de uno de los bolsillos de su maletín y, luego de darme un rápido vistazo, comenzó a escribir en la página en blanco frente a él.

Se veía extremadamente concentrado, así que no quise interrumpirle y decidí mantenerme en silencio hasta que terminara. Cuando lo hizo, dejó el marcador a un costado, cerró el libro y me lo entregó con una sonrisa.