50/50 (Supercorp)

Todo puede suceder en la feria

Alex

Conseguir un espacio en este parqueo era un reto. Estaba muy lleno, después de dar unas cuantas vueltas al estacionamiento logré encontrar uno, eso sí, largo de la entrada de la feria pero algo es algo.

Baje y camine a la entrada donde ví a Kara de lejos y está en vez de esperar se fue, supuse que ya las había encontrado así que la seguí y efectivamente estaba en lo correcto.

Ví como se saludaban y intercambiaban palabras, me acerqué salude a Lena y abracé a Sam. Debo de admitir que verla en ropa más cómodo le lucia.

Entramos y cómo fuimos caminando note que Kara y Lena ya no estaban en frente de nosotras al parecer estaba muy metida en la conversación y no me di cuenta.

Pero X no es como que nunca las vayamos a ver.

Lo primero que fuimos hacer fue ir a la rueda de Chicago. Sabía lo mucho que Sam estaba deseando montarse. Tuvimos que esperar un rato por qué había una fila de 5 parejas.

Para matar el rato Sam y yo pasamos riendo mucho acerca de chistes malos o experiencias de nuestra niñez muy divertidas.

- Quién lo diría, Alex contándome algo de su niñez - dice ella.

Iba a responderle pero en eso ya teníamos que montarnos. A cómo empezó el juego dimos unas vueltas, pude notar la cara de emoción de Sam pero también de temor.

Así que puse mi brazo alrededor de sus hombros para que se sintiera segura.

Cuando ya la rueda se detuvo y nosotras quedamos lo más alto posible, se podía ver toda la feria y más allá. Estuvimos unos segundos en silencio y decidí seguir con el tema.

- Hey, tengo muy buena historias de cuando era niña, como la ves que adopte a una ardilla que no sabía que tenía rabia jeje -
- Como así - Dijo tapándose la boca para no reírse muy alto.

- Hablo en serio. Tenía 8 años, Kara y yo estábamos jugando en un parque con una pelota.

Ella lanzó la pelota muy alto y la pego con un árbol, lo que provocó que una ardilla cayera, iba a subirse otra vez cuando la agarré y decidí llevármela a la casa. La metí en mi bolso y regresamos a casa.

La se movió un poco hacia atrás así que hizo que Sam saltará un poco. Seguí con la historia para tranquilizarla.

- La cosa es que ya llegamos y decidí enseñarle a mis padres mi nueva mascota. En lo que trate de sacarla la bola de pelo me mordió, bote el bolso y está salió corriendo.

Me salió sangre y fui con mi mamá, al contarle la historia me llevo al hospital, me hicieron exámenes y efectivamente esa ardilla tenía rabia. Mi mamá casi se muere del susto ya que es una enfermedad muy letal, pero por dicha me vacunaron y nunca presente síntomas

- Debió haber sido un gran susto para tus papás -

- Lo fue pero más por mí mamá y después me dieron la charla de no tocar animales salvajes para prevenir ese tipo de situaciones -. Mientras le decía eso le enseñé la marca que tenía en mi dedo de la mordida.

Ella se rió un poco - No me puedo imaginar a una mini tu con una ardilla -

- Imagínate lo, ya tenía todo para esa ardilla, le iba a poner pelusa y le iba a dar todo el amor del mundo, pero me dejó - Dije en tono desilusionado.

- Esto no significa que no llegue a amar algo o alguien con toda las fuerzas de mundo - Me dijo agarrando mi mejilla y apretándola un poco.

Me separé un poco de ella, no pude evitar pensar en Maggie cuando dijo eso. La ame con todo mi corazón y aún así se fue.
- No lo creo, últimamente he pensado que, aún que ames algo mucho, en algún momento va a desaparecer - Dije un poco triste.