Siempre Te Amare (Gaara Y Tu)

16°

Los equipos Gennin que habían venido de otras aldeas más la de la aldea en la que se llevaba a cabo el examen Chunin estaban reunidos en el salón designado al examen escrito.

Después de que pasaran la prueba del Genjutsu hecho por un par de Chunin de Konoha, los equipos de cada aldea empezaron a reunirse con los suyos.

Los que se unían por primera vez al examen conversaban animadamente entre ellos, especulando entre sí como pasarían los exámenes con facilidad (pobres idiotas), presumiendo como saldrían de allí con sus chalecos Chunin y por fin dejarían atras las estúpidas misiones rango D.

Los que llevaban un par de veces realizando el examen, analizaban a sus contrincantes y fichaban como objetivo a los más animados y entusiastas, pues su actitud gritaba a los cuatro vientos que eran meros novatos, sujetos que apenas realizaron un par de misión C, debiluchos por decir lo menos.

Y los veteranos, los que llevaban años asistiendo a dichos exámenes, sabiendo a lo que se enfrentaban, presumían posturas hostiles, arrogantes y confiadas, con la creencia en sus cabezas de que pasarían con relativa facilidad ante todos estos... bebés.

Aunque, no todos entraban en dichas categorías, por ejemplo, los Gennin de Konoha.

Se parecían a... monos de circo. Algunos arrogantes, otros confiados, otros nerviosos, otros... risueños y otros con la certeza de que pasarían porque así lo dictaba el destino. Y sus vestuarios... eran coloridos y llamativos, nada parecido a las vestimentas que predominaban entre los ninjas.

Claro, habían ninjas de élite que usaban vestimentas llamativas, pero aún así, esto era demasiado. ¿Naranja? ¿Spandex verde con calentadores naranja? Y, dios, ambos tipos eran ruidosos, también estaba el tipo con su pequeño perro, a parte de su actitud ruidosa, su vestimenta era lo que se esperaba de los futuros ninjas. Y ni hablar de las dos chicas escandalosas que se peleaban por la atención del mismo chico (todos estaban seguros de que era el último Uchiha, si el abanico blanco y rojo en su espalda era una indicación).

Esta prueba sería interesante, muy interesante.

• • • • • • • • • •

Hana, el miembro más grande (en altura y edad) del último lote de Gennin graduados, había marcado su objetivo desde que llegaron al lugar. Allí, al otro lado de la habitación, estaban los mismos chicos con los que se toparon unos días antes y su mirada estaba fijada en la chica encapuchada.

Después de la descripción que hizo Naruto, Hana no había podido sacarla de su cabeza y esperaba, con todo su ser, que aquella chica sea la persona a quien tanto buscaba. Estaba claro que no iba a desaprovechar una oportunidad como esta.

Haría lo que fuera por sacarse la espinita de esperanza que tenía en el pecho, solo necesitaba verle el rostro para confirmarlo y despejar toda duda.

Porque nadie más en el mundo, solo el clan Mirashi (quienes ya no existían), poseía cabello violeta y ojos esmeralda.

• • • • • • • • • •

—Esto es más que insoportable —murmuro entre dientes Dara.

—¿Qué pasa? —le respondió el pelirrojo a su lado, con un deje de preocupación imperceptible para el que no lo conociera lo suficientemente bien.

La pareja se había separado de los otros dos miembros de su equipo para tener un poco más de libertad de habla, aunque no solían hablar mucho cuando estaban rodeados de tantas personas.

Con disgusto señalo a la chica de cabello azul situada en medio de los Gennin de Konoha, sobresalía como un pulgar dolorido entre tanto renacuajo. Parecía más una maestra con su grupo de mocosos alborotadores a los que tenía que vigilar para que no se lastimaran.