Siempre Te Amare (Gaara Y Tu)

40°

—¡Dei-chan, dejame peinarte! —llevaba alrededor de media hora suplicándole al rubio, pero este solo se negaba.

—¡Ya te dije que no! —le volvió a repetir nuevamente.

—Hmm.... —se puso a pensar unos segundos y luego sonrió, estaba segura que con lo que le diría éste aceptaría sin dudar —¿estas seguro? Hace unos días Tobi-sama me trajo unas cremas con un olor exquisito y que te deja el cabello DI-VI-NO —lo miro de reojo y vio como se le acerco de inmediato.

—¿que peinado me piensas hacer? —preguntó interesado mientras la arrastraba a su habitación.

La pequeña, con apariencia de una niña de seis años, solo pudo reír ante lo fácil que había aceptado su ahora amigo.

En el primer año que estuvo ahí, Obito con ayuda de Zetsu, le habían devuelto sus extremidades faltantes, más no pudieron hacer nada con la horrible cicatriz en su rostro, como regalo de bienvenida había recibido una máscara de medio rostro que le había hecho el mismo Obito, cosa que solo pensaba usar cuando saliera de misión.

Los primeros 5 meses del año, se la paso estudiando los pergaminos que se había traído con ella, osea que en todo ese tiempo no había salido a socializar con ningún miembro de la organización a la que ahora pertenecía, primero leyó toda la información de su clan y luego empezó su práctica con los jutsus que se realizaban con una mano, eran sumamente interesantes, aunque por desgracia solo pudo aprender unos cuantos de viento.

Los 7 meses restantes empezó con ejercicios para fortalecer sus brazos y piernas recién formados, y por ende ya salia de la que era su habitación, logrando llevarse bien con todos en pocas semanas.

Para el segundo año ya podía andar con naturalidad, era súper flexible (tanto que hasta daba escalofríos), ya participaba en algunas misiones, no tan peligrosas por que era muy pequeña (según Obito), aunque ella les repetía constantemente que ya tenia 15 años, cosa que no le creían en absoluto. Era algo frustrante.

A mitad de ese año empezó a practicar los jutsus prohibidos de su clan, por alguna razón sentía que los iba a necesitar en un futuro, no tan lejano.

De hecho ya iba por su tercer año ahí.

—¡Wow! Deidara, ¿que te paso en el cabello? —pregunto una chica de cabellos cortos.

—¡Maldita mocosa dijiste que se veía bien! —reclamo éste a la pequeña que estaba a su lado.

—¡Claro que se ve bien! —contraatacó ella —¡hasta pareces mode..... espera.... ¿como me llamaste? —una sonrisa media torcida apareció en su rostro mientras lo miraba fijamente.

—Mocosa —le respondió cruzándose de brazos.

—¿¡Cuantas veces más debo repetirles que tengo 15 años!? —enserio, ya se estaba cansando de decir lo mismo una y otra vez —por cierto, ya voy a cumplir los 16 ¿esta vez me darán una misión más interesante? —exclamo emocionada.

—Pain nos esta llaman... ¿te vas a casar Deidara? —preguntó sorprendido un azabache acercándose hacia ellos.

—¿Qué?

—¡Ita-san! ¿Qué dijiste sobre Pain-sama? —sus nervios se notaban a kilómetros.

—Nos esta llamando, dice que tiene algo que decirnos, en especial a ti _______.

—¡Vamos! No hay que hacerlo esperar —jalo al azabache hasta desaparecer por los pasillos.

—Konan —llamo a la chica de cabellos cortos que aun se encontraba ahí —¿Que fue lo que quiso decir Itachi?

—Bueno —sonrió —ese peinado parece uno de esos que usan las novias el día de su boda.

Un gran sonrojo atacó el rostro de Deidara, estaba avergonzado y furioso a la vez.

—Con razón quería que me pusiera un vestido blanco —susurro sin ser escuchado.

—No te deprimas, igual te vez bien —intento darle ánimos.

Ambos se dirigieron a la sala y en el camino Deidara fue deshaciéndose del peinado hasta dejarlo suelto, aunque no pudo hacer nada con las ondas de su cabello.

—¡Dei-chan! ¿por qué te lo quitaste? —reclamo la niña apenas lo vio, recibiendo la mirada de todos.

La reacción de cada uno de ellos fue totalmente diferente y claro, ______ trató de calmarlos, había notado lo molesto que estaba Deidara.

—Ahora si pareces una Barbie —habló burlón un albino.

—¡Callate Hidi-chan! —no quería que el rubio se enojara más.

—Espero que no te haya salido caro.

—fue gratis —respondió de inmediato la niña.

—Te vez más mujer que antes —exclamo divertido un hombre de piel azul.

—¡Kime-san! —reclamándole, ahora ella se estaba empezando a molestar.

—¡Tobi cree que pareces una modelo!¡Tobi es un buen chico! —es más que obvio quien es.

—Tobi-sama —suspiro —no creo que ese alago suene tan bien.

—¿Que pasó con el peinado que tenias hace un momento?

—Eso mismo me pregunto —volvió a mirar al rubio ahora ondulado.

—Te queda bien/pareces gay

—¡Yah! Zet-chan no lo molestes —la molestia del rubio se intensificó más.

—Deidara no es momento para juegos.

—Danna.... —susurro dolido, esta vez, el rubio.

—Ya estamos todos, es momento de decirles por que los he reunido —solo lo ignoró por completo.

"Este es mi fin" pensó _______ al recibir una mirada fulminante de parte del rubio ondulado.

—Es hora de ir tras el Jinchūriki del Ichibi —hablo autoritario Pain —Deidara, Sasori y ______ ustedes irán por él —la niña palideció.

—¿Estas bien? —pregunto Itachi.

—¿Qué le van a hacer a Gaara? —susurró tímida.

—¿Conoces al actual Kazekage? —Pain se paró delante de ella.

—¿Gaara es Kazekage? —se tapó la boca sorprendida —¿Qué le pasó al otro?

—Murió antes de la invasión a Konoha —le respondió Tobi con su tono infantil.

—¿Qué? —ahora estaba atónita.

—No respondiste mi pregunta _______ —su tono de voz se volvió más severo.

—Yo.... —trago saliva nerviosa.

No podía decirles que era su novia, así que optó por decirles la "otra" verdad.

—Fui adoptada por Rasa, el anterior Kazekage —se sentía incómoda contándoles eso, nunca lo consideró un buen padre —por lo tanto, Gaara vendría a ser mi hermano —concluyó.

—Esto si que es una sorpresa —comento Kisame divertido.

—Este es buen momento de romper tus lazos con él, ahora vayan, deben traerlo con vida —_______ se relajo con lo último.

—¡Hai! —exclamaron para luego salir de la guarida.

Antes de salir ______ se coloco la máscara que le cubría la mitad del rostro, se sentía nerviosa, después de tanto tiempo lo volvería a ver, aunque era obvio que él no la reconocería por su nueva apariencia.