En una habitación de hospital una niña de aproximadamente 7 años, dormía plácidamente, aunque ya llevaba un día entero internada, poco a poco empezó a mostrar signos de despertar.
—Mmm... —se removió buscando comodidad, al haber dormido en una misma posición durante todo un día se sentía incómoda, de pronto recordando algo, se sentó alarmada y empezó a gritar desesperada sin caer en cuenta de la otra persona en la habitación —¿¡Donde estoy!? ¡____, tengo que ir por ____!
—Ey, cálmate —un peliplata rápidamente se acerco a ella tratando de tranquilizarla. Pero sus rápidos movimientos solo lograron asustarla.
—¿Q-Qui-én es us-usted? ¿Qué ha-hago aquí? —pregunto nerviosa alejándose lo más que podía de aquel sujeto. Más no fue mucho puesto que estaba en una cama.
—Soy Kakashi y estás en el hospital de Konoha —respondió con su característica voz aburrida, no se le daba bien eso de interactuar con niños.
—¿Ko-Konoha? —pregunto sorprendida, olvidando sus nervios momentáneamente —¿Logre llegar a Konoha? —una sonrisa de alivio apareció en su rostro tras suspirar.
—¿Cual es tu nombre?
—¿Eh? —le miro avergonzada al percatarse que no se presentó —Perdón por no presentarme antes, me llamo Hana, Mirashi Hana —sintió un nudo en la garganta y sus ojos se fueron cristalizando antes de acercarse al peliplata y casi arrodillarse en el suelo —Kakashi-san, ayúdeme por favor, ayúdeme a encontrar a mi hermana, solo tiene cinco años, ¡por favor! —suplico entre sollozos.
—¿Mirashi dices? —la niña asintió mientras se limpiaba las lagrimas, llamándole más la atención su apellido que la desaparición de su hermana —, ahora vuelvo, iré a hablar con el Hokage y le avisare que ya despertaste —camino hacia la puerta, antes de salir volvió a hablar —, hable con el doctor hace un rato, tus heridas sanan rápido, es probarle que esta tarde te den de alta —sin más que decir, salio.
Cuando Kakashi estaba lo suficientemente lejos como para escucharla, Hana dio un sonoro suspiro, se levantó tranquilamente de suelo y miro con una sonrisa por la ventana.
—Espero que estés bien hermana mía, muy pronto volveremos a estar juntas y no nos volverán a separar, lo prometo.
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Dara observaba con nerviosismo como Yashamaru se acercaba a la puerta de una gran casa, antes de entrar miró a la niña con una sonrisa amable.
—Bien, Dara —la niña le presto atención de inmediato —, espero que te lleves bien con los hijos de Kazekage-sama, de hecho, ya conoces a uno de ellos —sonrio al ver como la pequeña abría la boca sorprendida y los engranajes giraban en su pequeña cabeza hasta que hizo clic e inmediatamente su expresión se iluminó.
—¿De verdad? —empezó a dar saltitos de la emoción —¿El niño que estaba cerca de la torre de Kazekage-sama vive aquí?
—Hai —rio suavemente, la reacción de la niña era muy tierna —, ven, entremos.
Sacó una llave del bolsillo de su pantalón y lo inserto en la cerradura de la puerta, Dara se preguntó cómo era posible que él tuviera la llave de la casa del líder de la aldea, debía ser una persona de su suma confianza ¿no?
Cuando entraron, vio a tres niños, cada uno de ellos con diferentes colores de cabello.
Una niña rubia y un niño pelinegro estaban jugando en un lado de la sala, y en el otro extremo se hallaba un pelirrojo con un osito de peluche, que con su arena lo movía haciéndolo bailar en el aire, soltaba leves risitas, se veía feliz. Y la curiosidad de Dara subió a niveles inimaginables al ver arena moviéndose como si nada en el aire.
Entro corriendo en dirección a Gaara, ansiosa por saber cómo hacia aquello.
—¡Gaara-kun! —grito emocionada antes de llegar a su lado.
El pequeño rápidamente volteo al escuchar esa voz, se sorprendió al ver que la niña que habia conocido hace poco se encontraba frente a él.
—¡Eres tú! —de un salto se puso de pie —¡Pense que no te volvería a ver! —sonrió en grande causando que sus mejillas se vieran más regordetas de lo que ya eran, la pequeña al verlo no pudo evitar sonrojarse, se veía tan lindo —¿estas bien? te pusiste roja.
—Estoy bien —susurro avergonzada —, solo que te veías lindo sonriendo —y ahora el sonrojado era Gaara, nunca le habían dicho que era lindo, todos lo llamabas monstruo, le tenían miedo o lo odiaban, no lo llamaban... lindo, se sintío bien ser.
—Tio, ¿quién es ella? —pregunto curioso el niño pelinegro.
¿Tío? Oh, ahora sabía porque tenía la llave, resulta que era familiar del Kazekage.
—Dara —la niña le miro cuando escuchó su nombre—, ven aquí un momento —la pequeña obedeció y se paro a un lado de él, ahora que sabía que compartía lazos familiares con el Kazekage no se atrevía a desobedecerlo o a faltarle el respeto —, esta pequeña tiene perdida de memoria —los tres la miraron sorprendidos, la pelivioleta se removió incómoda en su sitio, no se esperaba que él soltara eso tan a la ligera —, se quedara a vivir con ustedes por un tiempo, ahora su nombre es Dara ya que no recuerda el suyo, asi que llamenla así.
Los tres pequeños asintieron, aunque Dará notó como los niños más grandes se mantenían alejados del pelirrojo y eso no le gustó mucho, si de verdad eran hermanos ¿por qué no lo querían cerca?
—Yo soy Temari, la mayor, y estos son, Kankuro —señalo al pelinegro, quien dio una leve reverencia —y el es Gaara, el menor —por ultimo señalo al niño pelirrojo, este solo asintió con un leve sonrojo en sus mejillas.
Después de su presentación ella también lo hizo.
—Es un gusto conocerlos Temari-san, Kankuro-san y Gaara-kun, espero que todos seamos buenos amigos —hizo una reverencia a modo de saludo.
Se enderezó cuando Yashamaru volvió a hablar.
—Temari, lleva a Dara a una de las habitaciones vacías —ordenó el rubio mayor.
—Clar- —una voz la interrumpió.
—¿La puedo llevar yo, Yashamaru? —preguntó el pelirrojo con el brazo levantado lo más alto que podía.
Yashamaru rio divertido por un momento ante el comportamiento de su sobrino más pequeño.
—Esta bien, llévala tú Gaara.
El pelirrojo se emocionó e hizo algo que no tenía permitido, sujetó la mano de, esperaba que sí, su primer amiga.
—Dara, vamos —aflojó su agarre por si es que ella quisiera soltarse por miedo, después de todo nadie quería ser tocado por él.
—¡Hai, Gaara-kun! —en cambio la niña sujeto con fuerza su mano.
Y nadie podría negar la evidente emoción que iluminó su rostro ante ese pequeño gesto.
Entre burbujeantes risas infantiles, ambos subieron corriendo las escaleras, una bonita amistad empezaba a surgir entre ellos.
EDITADO: 23/02/2022
EDITADO 2: 28/10/2023
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Siempre Te Amare (Gaara Y Tu)
Fanfic--¿Cual es tu nombre pequeña? --Yo...... no lo recuerdo, lo siento : : : : : --Te quedaras en mi casa. --¿Que? --este hombre..... ¿es un pedofilo acaso? --No vas a estar sola, tengo tres hijos en casa. ¿Como quieres que te llamemos? --Dara, me llam...