4. Besos y caricias.

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- Marta, se que no puedes responder, pero tienes que saber que te necesito más que nunca, por favor, despierta, Marta, te quiero.- Pablo estaba hundido, no podía ver a su pequeña entre tantos cables, que su vida dependiera de tantas máquinas, pero hacía un pequeño esfuerzo por ella, para que se pudiera recuperar y así pronto ambos se podrían ir de ese tormentoso lugar. En ese instante, la madre de Marta, Elena, entro por la puerta, Pablo las dejó a solas,- Marta, hija, ¿cómo ha pasado esto?-Elena lloraba drásticamente.- Eres tan joven y tienes tanta vida por delante.. No te puedes quedar así, ¿eh? Tienes que seguir, por tí y por Pablo.- En ese momento los delicados dedos de Marta reaccionaron.- ¡Doctor! ¡Pablo! ¡David! ¡Vamos, venid! Marta ha movido los dedos de la mano derecha.- Bien, eso significa que puede estar despertando del shock, pónganle música que conozca, cuéntenle historias, háganla recordar.- En ese momento Pablo recordó cual era la canción favorita de Marta; Stan - Eminem ft Dido; Pablo se apresuró a ponerla.

Los dedos de Marta volvieron z reaccionar; la exaltación de Pablo se podía ver reflejada en su gran pupila dilatada.- Se ha vuelto a mover! En ese momento pablo tuvo la ocurrencia de cantarle la canción. Marta abrió sus brillantes ojos verdes.- Marta, mi vida, pensaba que te había perdido.- El beso de Pablo fue el más apasionado que habían tenido nunca, el sentimiento que ambos habían puesto en el era tal que hasta podían sentirse con tan sólo rozar sus labios.- Marta, yo..- Tranquilo, no ha sido culpa tuya, yo estaba con Ezequiel y..- y caíste.- Prosiguió Pablo.- Sí..- Marta se notaba cansaba, tras un coma la gente se despierta cansada, con poco ánimo, sin fuerzas, así que Pablo y su familia la dejaron descansar.

-¿Crees que será mal momento para comunicárselo?- Decía Elena.

- Tal vez, acaba de salir de un coma, no será plato de buen gusto enterarse de nuestra separación.- Decía David.

-¿Qué tal te encuentras querida?- El doctor entraba por la puerta.- ¿cuanto he estado en coma?.- 27 horas aproximadamente.- ¿y qué hubiera pasado si no despertara?.- Si hubieran pasado 21 horas más podrías haber entrado en parada cardíaca y ya no podríamos hacer nada por ti..- Gracias, doctor.- No te preocupes pequeña, y ahora dime.. ¿Qué tal te encuentras?- bien, me duele la cabeza, pero bien al fin y al cabo. ¿Dónde esta Pablo?- En rehabilitación, tenía sesión conmigo pero,prefería que te atendiera a ti así que el esta con el doctor Méndez.- ¿Puedo ir con el?-Marta es demasiado pronto, acabas de despertar de un profundo coma, tan solos han pasado 2 horas desde que has despertado.- ¿Y qué? Me necesita..-Está bien.

-¡Cielo!-Una gran con risa iluminó la cara de Pablo.- Hola cariño, he venido a ver que tal te va en la rehabilitación.- Marta le devolvió la sonrisa.- Pues la verdad, vamos bastante avanzados, pero me preocupa esta zona, la zona del moratón, esperemos que sólo sean eso, preocupaciones, pero sí continuamos así en una semana estaréis fuera.- ¡Que buena noticia! ¿Cómo haremos con las habitaciones?- Cari, he convencido a la jefa de planta y dejara que te quede en mi habitación.

- Al fin los dos solos en nuestra habitación..-¿Qué pretendes Pablo?- Tengo muchas ganas..- Pero.. ¿Y si nos pillan?- Venga, intentémoslo..-Ambos juntaron las camillas y estas se convirtieron en una gran cama.- Esta vez falta Eminem, jajajaja.- No tan rápido..- Marta cogió el móvil y abrió una carpeta en la que ponía Eminem y le dió al play. La canción favorita de Marta invadió el espeso aire de la habitación hasta crear un ambiente cálido y relajado. Marta y Pablo pasaron la tarde entre caricias y besos, finalmente ambos se quedaron dormidos.

-Buenos días chicos, se os ve muy contentos hoy..- Elena sonreía al entrar por la puerta con una gran bandeja de comida.- Mmmmm.. Qué hambre, ¿Qué hora es?- Son las 7 y media Marta, a Pablo le han adelantado rehabilitación, tiene que bajar a las 9, así que ha desayunar chicos, os dejo solos, no hagáis muchas locuras, eh..- Elena esbozaba una leve sonrisa. Marta cogió el bote de mermelada y de lo esparció por la zona abdominal.- Venga, lámelo, jajajaja.- Marta reía a pesar de que lo que decía iba muy en serio.

Pablo pasó sus finos labios por su tripa hasta eliminar el último rastro de mermelada de frambuesa.- Mmmmm... Que buena estaba.- Esta vez Marta se lo puso bajando por el cuello, pasando por el pecho y finalmente hasta llegar al ombligo. Pablo repitió la misma acción de antes. Ahora era el turno de Marta; Pablo cogió el bote de mantequilla y de la colocó por el cuello, Marta eliminó hasta la última gota de mantequilla y así hizo lo mismo en las zonas en las que Pablo decidió colocar la mantequilla.

- Buenos días chicos, hoy tenemos que comunicaros algo el Doctor y yo, me temo que la pierna de Pablo ha empeorado así que.. tendremos que aumentar la dosis o perderemos la pierna.

Para siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora