El olor de las rosas atravesó las fosas nasales de ella. Una chica con cara muy pálida la observaba desde otra cama. Marta abrió poco a poco los ojos.- ¿Estás despierta?- Marta miró a su alrededor buscando la procedencia de esa voz. Entonces la encontró; una mirada de ojos profundos y alegres.- ¿Quién eres?- Me llamo Marlene.- Marta, encantada.- ¿Qué te ha pasado?- No sé, no me acuerdo de nada, y tengo un fuerte dolor de cabeza.- Entonces entró la doctora, acompañada de un chico alto.- Hola Marta.- Hola, ¿Qué me ha pasado?- Has tenido un accidente de coche.- ¿Hay más heridos?- Pablo miró hacia todos lados.- Marta..¿Sabes quien soy yo, verdad?- Mi doctor, ¿no?- Él se acercó y se sentó en una silla a su lado.- Marta yo soy tu novio.- Ella abrió sus ojos azules.- ¿Cómo?- Marta, llevamos juntos casi 2 años.- Pablo miró a la doctora, y le hizo un gesto para salir fuera.- Pablo, las lesiones cerebrales nunca son todas iguales. Te podría haber pasado a ti.- ¡Pero no ha sido así! ¿Se podrá recuperar?- Puede que sí, no lo sé, estos temas son complicados y nunca puedes adivinar de cuanto tiempo se puede tratar. Pueden ser horas, días, semanas, meses, años o incluso no recupere la memoria. Lo más adecuado es que en cuanto pueda vuelva a su rutina normal y que conviva con la gente con la que normalmente se relacione.- Pablo pasó las manos por la cabeza, confundido.- Lo siento Pablo.- Él salió de la habitación y se tiró junto una máquina de bebidas.
Abrió la puerta fuertemente. Sus ojos reflejaban que llevaba varias horas llorando. Sara estaba sentada en el abismo de la azotea que daba a la calle; se giró para mirarle a los ojos.- ¿Qué ocurre?- No, no se acuerda.- ¿De quién? ¿De qué hablas?- Ella no se acuerda de nada.- Se dejó caer de rodillas en la fría piedra del suelo.- Pablo, no entiendo.- Marta lo ha olvidado todo, joder, tiene amnesia.- Sara pasó sus manos sobre los hombros de Pablo.- Lo siento.- Pablo cerró los ojos.- Tengo miedo.- Sara asintió.- Si no se acuerda de que éramos novios, ¿como se va a acordar de que estaba enamorada?
- ¿Y tú por que estas aquí?- Hasta ahora Marlene había ocultado gran parte de su cuerpo con una manta, sólo se podía distinguir su esbelto cuello y su cara pálida y escuálida. Entonces retiró la manta que la cubría y dejó ver su piel pegada a todos y cada uno de sus huesos; sus piernas, que parecían de una niña pequeña; sus costillas, cuales podías contar perfectamente sin tener que pasar los dedos por encima, y sus brazos, que parecían tal cual palos.- Anorexia.- Marta, anonadada, no pudo evitar estirar el brazo con la expectación de comprobar que lo que estaba viendo era cierto. Entonces, consciente de la tontería que iba a hacer, retiró la mano.- Adelante, puedes tocar.- Marlene cogió la mano de Marta y la puso en su propia muñeca.- Los ojos de Marta se pusieron rojos y llenos de agua.- Tranquila.- Marlene la tranquilizó.- ¿Cuanto llevas con esto?- Meses.- ¿Muchos?- Demasiados.- Y sí eres consciente de que la tienes, por que no haces un esfuerzo por recuperarte.- Si no lo hiciera no estaría aquí.- Lo siento, yo..- No te preocupes.- sonrió. La enfermera de Marlene entró por la puerta.- Marlene, vamos. Tenemos qué hacer las pruebas. Marlene asintió. Marta besó los pómulos pálidos de Marlene.- Suerte.
Sonó el timbre. Gloria abrió la puerta.- ¿Qué quieres?- ¿Está aquí Elena?- Gloria asintió.- Elena estaba en la habitación, con la cara entre las manos, emitiendo quejidos. Él se apoyó en la puerta.- ¿Qué haces aquí?- Elena se secó los ojos con las manos, emborronando así, todo cuanto maquillaje llevaba.- Vete, no quiero verte.- No he venido por ti.- Elena se levantó de la butaca donde reposaba.- ¿Y entonces por que no has ido directamente al hospital?- David intentó cogerla de la mano, pero ella se la retiró.- He dicho que te largues.- David se dio media vuelta.- ¿Recuerdas que un día dijiste para siempre?- Y abandonó la habitación.
Pablo y Sara entraron por la puerta del nuevo hospital de Marta.- Hola guapa.- Marta empezó a mirar hacia todos los lados, confusa.- Oh perdona, soy Sara, amiga de Pablo, y bueno, supongo que se podría decir que tuya también, y una vez te dije algo que supongo que no recordarás, lo mío con Pablo es pura amistad, soy lesbiana.- Marta rió, como la primera vez. Hablaron durante 20 minutos seguidos, hasta que entró por la puerta Marlene, acompañada de su enfermera. Sara se giró hacia ella y la miró fijamente.- ¿Sara, eres tú?- Sara asintió, y sus ojos se llenaron de lágrimas que no llegaron a deslizarse por sus pómulos, simplemente se quedó inmóvil. Entonces Marlene corrió a abrazarla.- Perdonad, no me he presentado.- Soy Marlene.- ¿Y de que os conocéis?- Preguntó Pablo.- Soy la..- Sara la cortó.-Es mi ex novia. Perdonad, en seguida vuelvo.- Sara abandonó la habitación y Pablo fue detrás suya.- Sara espera.- La agarró del brazo.- ¿Qué ocurre?- No quiero estar ahí.- Pero Sara..- ¡No puedo verla así Pablo! Yo la amaba, ¿sabes? Estaba coladísima por esa gilipollas, y un día, sin saber por que, me dijo que no me podía ver más. Supongo que sería por que me volví una mierda de drogadicta,o por que en el fondo siempre supe que esa mierda de enfermedad acabaría con ella. Mírala, sí ni siquiera parece humana.- Sara estaba furiosa, sus ojos chorreaban grandes cantidades de agua, y cada una de esas lágrimas se llevaban una parte de su alma.

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Para siempre.
Ficção AdolescenteSu relación es complicada. Diversos problemas irrumpen en sus vidas. Es la historia que te hará creer en las historias de amor. ¿Serán capaces de olvidar?