Capítulo 1

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Sally Williams colocó la bandeja de galletas recién hechas en el mostrador de la tienda, estaban calientitas y el olor que despedían era tan agradable que de inmediato atraía a varios clientes a la pequeña cafetería, sobre todo aquella tarde que estaba nublado y la gente buscaba refugiarse en algún lugar de aquel frío pues además una lluvia amenazaba con caer de un momento a otro.

La chica atendió un par de mesas antes de terminar su jornada laboral. Se metió al baño de empleados y cambió su uniforme azul por unos jeans negros y una blusa blanca, se puso una chamarra roja encima y una bufanda del mismo color. Antes de salir se despidió de su jefa, una agradable señora que se preocupaba tanto de sus empleados como si fueran sus hijos.

— Deberías quedarte, ya comenzó a llover— dijo la señora Maggie.

— Tengo que llegar a casa a hacer un par de cosas y luego voy a ver a una amiga— le explicó la chica mientras acomodaba su bufanda.

— Quédate un momento, hasta que dejé de llover, te lo puedo pagar como horas extras— ofreció.

— No dejaré que me pagué extra si no hago nada, además es una ligera lluvia, no pasa nada— Sally se dirigió a la puerta.

— ¿Al menos traes paraguas?— le alcanzó a hablar.

— Son muy estorbosos. ¡Hasta mañana!— dijo al momento de salir de aquel local, en cuanto estuvo afuera el viento frío le pegó y la lluvia comenzó a caer con más fuerza. A Sally no le importó mucho, se abrochó la chamarra y comenzó a caminar directo a la parada de autobuses, a unas cuatro cuadras de donde estaba su trabajo.

La gente caminaba a paso apresurado, pero Sally iba con calma, disfrutando de la lluvia. Se detuvo en un cruce esperando a que el semáforo peatonal le diera el paso. Sacó su celular para ver la hora y de un momento a otro dejó de sentir las gotas de lluvia, volteó a ver la calle, seguía lloviendo, alzó la cabeza y un paraguas negro la cubría. Volteó a su lado derecho, estaba Eddie Redmayne vestido como recién salido de una sesión de fotos.

— Eres imposible, ¡te vas a enfermar!— la regañó el actor.

— Solo es agua, no pasa nada— dijo ella y comenzó a caminar en cuanto el semáforo le dio el paso.

— No vas a decir eso mañana cuando despiertes resfriada— Eddie tomó su mano y comenzaron a caminar en completo silencio hasta la parada del autobús.

— ¿Qué estabas haciendo por aquí?— le preguntó Sally.

— Te fui a buscar a la cafetería y tu jefa me dijo que acababas de salir. Me regaló galletas— le mostró la bolsa de celofán llena de galletas.

— Maggie es muy linda— dijo la chica y le quitó la bolsa de galletas para sacar una.

— ¡Son mías!— Eddie le arrebató la bolsita y las volvió a cerrar. –Vamos a guardarlas para tomarlas con café.

El autobús llegó, Eddie y Sally subieron, la chica fue la encargada de pagar por ambos.

— ¿Tuviste sesión de fotos?— preguntó ella mientras buscaba un par de lugares vacios.

— Sí, ya me urgía salir. Me estaba aburriendo terriblemente— explicó cuando ambos estuvieron sentados.

— Todas tus sesiones de fotos son "terriblemente aburridas".

— Ve el día, está nublado, lloviendo y hace frío, de lo único que tengo ganas es de llegar a casa y ver alguna película mientras disfruto de estás galletas— explicó el actor y se recargó en la chica. –Hazme un favor. Despiértame cuando lleguemos al departamento— se cruzó de brazos y no le tomó mucho tiempo en quedarse dormido. Sally sacó los audífonos y se los puso a su celular para ir escuchando música de camino a casa.

How Did I Fall In Love With YouWhere stories live. Discover now