How Did I Fall In Love With You

Capítulo 25

Eddie Redmayne había aceptado grabar esa pequeña cinta en Los Ángeles solo para olvidar los problemas que tenía, para saber si era capaz de vivir sin Sally pues estaba bastante acostumbrado a su presencia. Si no superaba aquello entonces iría corriendo a decirle a que estaba muy enamorado de ella.

Se sorprendió mucho cuando a los pocos días vio un departamento que le gustó y decidió rentarlo por un mes más, quizá hasta firmaría un contrato para comprarlo y pasar varios días ahí. Tomó su teléfono y sacó una foto, se la mandó a Tom y él le preguntó si estaba contemplando mudarse con Sally a ese lugar. Eddie no supo qué responder. Cierto era que cada día pensaba en ella, pero no se veía con su mejor amiga viviendo ahí.

Grabar aquella película le tomó al menos unas tres semanas. Aunque fue más de dos meses los que tenía sin hablar con Sally y justo en ese momento sentía que la extrañaba, quería contarle de las grabaciones, del nuevo departamento y de lo mucho que la estaba extrañando.

Tomó su celular y reservó un vuelo para regresar lo más pronto posible a casa.

Ben fue a la cita con Sally para hacer galletas sencillas como se lo había prometido la chica, al otro día fue a hacer mini pizzas, luego fue a hacer un intento de paleta con bombones cubierta de chocolate, después de eso fueron al cine, al otro día salieron al teatro, luego Benedict la acompañó a hacer las compras de la semana, Sally ni siquiera se intimido al momento de echar sus tampones al carrito al actor le causó gracia que ella le pidiera su opinión para saber cuáles llevar, como si él supiera de eso.

— Has tenido novias ¿no?— le dijo ella.

— Sí, ¿eso qué?

— ¿Nunca te mandaron a la farmacia a comprar tampones o toallas?— preguntó ella mientras se metían al pasillo de los lácteos.

Benedict se comenzó a reír.

— Nunca llegué a esa parte tan personal de la relación.

Sally metió tres cartones de leche en el carrito.

— Está bien, te creeré.

Benedict se comenzó a reír de nuevo.

— ¿Vas a hacer algo mañana?— preguntó Benedict.

— Todos los días me preguntas lo mismo— dijo Sally cuando llegaron a la caja. –Y todos los días es la misma respuesta: no tengo nada qué hacer— Sally comenzó a sacar sus cosas.

— ¿Quieres que hagamos algo?— preguntó él.

— Sí... Lo que quieras— dijo ella, cuando les cobraron Benedict se adelantó a pagar.

— Deja que te pague mi parte— le dijo Sally cuando llegaron al estacionamiento.

— No es nada— dijo él.

— Dime cuánto te debo.

— Mis galletitas de chispas de chocolate y unas trufas— pidió Benedict.

— Vale, mañana en cuanto llegues las tendrás— Sally conectó su celular al coche y puso algo de música. Ambos iban cantando las canciones hasta que se puso una que no conocían, entonces decidieron escucharla.

— ¿Desde cuándo Helena canta?— le preguntó Benedict a Sally.

— Desde que se volvió una moda en redes— fue la respuesta de la chica.

— Hace bastante tiempo que no la mencionabas.

— Ya me había olvidado de ella, ya ni siquiera me sale en las recomendaciones de YouTube— explicó la chica.