How Did I Fall In Love With You

Capítulo 2

El olor a hot cakes y huevo frito despertó a Sally cerca de las 7 de la mañana. Apenas había dormido unas horas pero su estómago ya reclamaba aquella comida. Se dirigió a la cocina y se encontró a Eddie frente a la estufa preparando el desayuno. Se sentó frente a la barra y se recargó cruzada de brazos.

— ¿Me vas a dar?— preguntó Sally.

— Básicamente lo hice para ti— explicó Eddie.

— Por eso eres mi mejor amigo— le sonrió.

— Pensé que solo era un amigo— le recordó Eddie las palabras que Sally le había dicho un día antes.

— No lo arruines— respondió Sally y caminó a la alacena en busca de los platos y cubiertos para el desayuno. — ¿Tienes trabajo hoy?— preguntó la chica.

— Una entrevista a las 10. Puedo llevarte a la cafetería— se ofreció el actor.

— Me harías muy feliz si me llevas al trabajo— Sally llevó los platos ya con comida a la mesa.

— ¿A qué hora llegaste? Me desperté preocupado porque no tenía mensajes tuyos.

— Eddie, no deberías preocuparte tanto por mí, te salen ojeras— señaló la cara del chico. –Pues llegué cerca de las 4, de inmediato me dormí— explicó.

— Sally, te repito que ese trabajo tuyo me quita el sueño. No sé en dónde estás, no sé a qué hora llegas, me tienes muy preocupado— confesó Eddie.

— ¿Por qué tanta preocupación, Eddie? Solo es un trabajo— Sally sacó su celular por puro instinto.

— Lo sabes, pequeña Sally... Te amo— dijo él.

— Eddie, no vamos a tocar ese tema de nuevo— pidió Sally.

— Ya sé, no quieres saber que te amo, pero no puedes evitar que me preocupe por ti. Además, eres mi mejor amiga— se levantó de la mesa y llevó los platos al lavabo. –Creo que es hora de que te vayas a alistar, se te hace tarde— Eddie quería evitar esa plática otra vez, sabía que ella no sentía lo mismo por él y, aunque le dolía un poco, prefería mantenerla cerca, aunque fuera como su mejor amiga.

Eddie Redmayne y Felicity Jones quedaron de ir a comer después de la sesión de fotos que había tenido el actor en la mañana. Estaba un tanto desconcertado después de que le había dicho a Sally que la amaba, una vez más, pues había tratado de omitir el tema durante mucho tiempo, sabía que su amor no era correspondido, al menos de la forma en la que él quería.

— ¡Dios! Estoy llenísima— se quejó Felicity cuando salieron del restaurante.

— Comimos mucho— se llevó la mano al estómago.

— Siempre como mucho cuando salgo contigo, no tienes llenadera— Felicity adelantó el paso directo a una tienda de ropa.

— Yo no te obligo a comer— replicó Eddie.

— ¿Y bueno, para qué me invitaste a comer? ¿Para ponerme como balón?— preguntó al tiempo que entró a la tienda, Eddie la seguía un par de pasos atrás.

— No..., tengo un problema— dijo él mientras extendía una blusa pensando que esa le quedaría bien a su colega.

— Comienza a hablar— Felicity le quitó la blusa que estaba viendo y la puso sobre su brazo mientras seguía caminando por la tienda.