Ésta es la historia de Einan, un joven de 24 años que ansiaba conocer la tierra en la que nació pese a que ésta se hallase en una guerra civil, ya que allá donde él vivía, en Cyrodiil, apenas se hablaba de ella y no se tenía auténtico conocimiento de lo que estaba ocurriendo al norte del continente.
Einan era un hombre joven y apuesto, de piel pálida como la nieve de su tierra natal y cabello largo por los hombros negro como el azabache. Su nariz era respingona y sus ojos tan azules como el mismísimo mar de Abecea. No llevaba la barba poblada, sino más bien corta, pudiéndose ver así con claridad las delimitaciones de su mandíbula y sus finas mejillas. Además, sus genes nórdicos le dieron una buena estatura y una complexión atlética que obtuvo fácilmente. Su cuerpo estaba forjado para la guerra.
Einan se crio en la capital de los sucesivos imperios de Tamriel, la Ciudad Imperial, después de que sus padres se mudaran allí por trabajo, ya que dicha ciudad quedó muy deteriorada tras la Gran Guerra y necesitaban trabajadores para reparar los destrozos. Fue por esto que sus padres se vieron obligados a viajar hasta allí y abandonar Skyrim cuando él sólo era un bebé de pocos meses de vida.
A principios de año partió hacia Skyrim con un caballo y, una vez llegó al cruce de Agua Oscura; en la comarca de la Marca Oriental, se encontró con una patrulla de rebeldes Capas de la Tormenta. Pero éstos lo ignoraron, pues tan sólo era un viajero.
Minutos después, un ratero de carretera le robó silenciosamente el caballo y salió huyendo en dirección adonde habían ido los rebeldes mientras él estaba orinando junto al camino. Entonces fue corriendo tras él mientras se abrochaba de nuevo el pantalón.
Para desgracia de ambos, una patrulla imperial emboscó a los Capas de la Tormenta en ese preciso instante, viéndose en medio de una batalla. Los imperiales atacaron a los rebeldes por todos lados, acorralándolos mientras les disparaban con flechas desde detrás de los árboles y la infantería atacaba a la par que gritaba "¡Muerte a Ulfric y a los Capas de la Tormenta!". Todo se convirtió en caos. Einan no sabía qué hacer. Intentó huir, pero fue golpeado en la cabeza por detrás y cayó inconsciente. El ladrón trató también de huir, pero al pasarle tantos soldados armados por delante y por detrás, el caballo se asustó y lo tiró al suelo, dejándolo también inconsciente.
Finalmente los imperiales vencieron y apresaron a los Capas de la Tormenta supervivientes, entre los cuales estaba el propio Ulfric. Pero también apresaron a Einan y al ladrón por error, pues éstos habían quedado inconscientes durante la emboscada. Aquí es dónde empieza nuestra historia.
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The Elder Scrolls: La Leyenda del Sangre de Dragón
FantasyLa guerra y el desasosiego someten las tierras norteñas de Skyrim, y Einan; un joven deseoso por conocer la tierra de sus ancestros, decide viajar a ésta aun a sabiendas del peligro que supone adentrarse en pleno conflicto entre el Imperio y los sep...