Apéndice B: Las Razas de Nirn

201 6 7
                                    

Apéndice b.1: Los Dragones

Los dragones son criaturas inmortales del inicio de los tiempos poseedoras de un gran poder y sabiduría. Fueron creados por el mismísimo padre de los dioses, Akatosh, para que guiaran a las demás razas de Nirn en su nombre, pero su arrogancia y deseo de dominación natural hizo que, en vez de cumplir la voluntad de su padre, decidieran hacer que los mortales los veneraran como dioses. El más poderoso y arrogante de todos era Alduin, primogénito de Akatosh y Devorador de Mundos. Pero su arrogancia también fue la razón de su perdición. Al concederles tanto poder a un grupo selecto de mortales para que gobernaran a todos los demás en su nombre, éstos lo hicieron con mano de hierro, ocasionando así que los antiguos nórdicos se hartaran de su tiranía y decidieran alzarse en armas contra sus señores. Y así fue cómo dio comienzo la legendaria Guerra de los Dragones.

Tras la victoria de los humanos en dicha guerra, los dragones quedaron prácticamente extintos, pasando a convertirse en tan sólo una leyenda con el pasar de los siglos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tras la victoria de los humanos en dicha guerra, los dragones quedaron prácticamente extintos, pasando a convertirse en tan sólo una leyenda con el pasar de los siglos. Ahora, ya olvidados y dados por desaparecidos, los dragones han vuelto después de más de 1.000 años para sembrar el caos y la devastación por Nirn. Dentro de su especie existen varios tipos que se diferencian por el color de sus escamas, el tamaño de sus espinas y por la forma de sus colas o cuernos, además de por lo poderosos que son de forma innata. De los tipos que se conocen, existen estas variedades: Alduin; el cual es único entre los de su especie, los dragones rojos, los dragones comunes, los dragones de sangre, los dragones de escarcha y los dragones ancianos.

Alduin no es como los demás dragones; él es el primogénito de Akatosh y, como hijo del dios creador del tiempo, puede fluir por las corrientes del mismo sin que esto le afecte lo más mínimo. Por esta misma razón, su poder es semi-divino, pudiéndosele considerar una deidad menor, una fuerza de la naturaleza que ha de estar presente cuando llegue el fin de los tiempos para cumplir su papel como el Devorador de Mundos, pues ése fue el destino que se le asignó en el momento de su creación.

Los dragones comunes son los más débiles de todos. Sus escamas son de un color pardo, su cola termina en forma de punta de flecha y se puede dar que escupan tanto fuego como hielo. Éstos eran los que más se veían luchando contra los humanos durante la Guerra de los Dragones. Los de sangre son un tanto más fuertes que los comunes, pero no demasiado. Sus escamas son de color verde, poseen una aleta dorsal hecha de membranas para cortar el viento al volar y su cola tiene forma de pica para cumplir la misma función. Los de escarcha son más difíciles de ver que los anteriormente mencionados, siendo éstos mayormente los tenientes de Alduin cuando guerreaban contra los antiguos nórdicos. Sus escamas son de un color blanco con algunas líneas azules por el ojo y el lomo. De todos los dragones, esta variedad es la que tiene las espinas del lomo más largas. Además de todo esto, también son característicos por tan sólo ser capaces de escupir hielo.

Pasando a los de mayor rareza, los dragones ancianos son los más poderosos después de los rojos y de Alduin. Éstos eran en su mayoría los comandantes de los ejércitos del Devorador de Mundos durante la Guerra de los Dragones, y aquellos que fueron capaces de matar a uno de ellos se podían contar con los dedos de una sola mano. En cuanto a lo que aspecto se refiere, son característicos por sus escamas cobrizas de manchas negras y por sus ojos serpentinos de color esmeralda. Los dragones rojos son la variedad más rara dentro de su especie, pues tan sólo se tiene conocimiento de la existencia de tres: Odahviing, Numinex y Nafaalilargus. En su tiempo, éstos fueron los generales de Alduin durante la Guerra de los Dragones, pero al igual que todos cayeron ante los humanos y ahora yacen en sus túmulos. No obstante, Nafaalilargus logró sobrevivir a la guerra, pues se sabe que se dedicó a hacer pactos con los mortales durante siglos (mayormente grandes reyes y señores feudales) a cambio de protección mutua.

The Elder Scrolls: La Leyenda del Sangre de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora