Apéndice D: Las Religiones de Nirn

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Al igual que existe una gran cantidad de razas y lenguas distintas, también existen distintos panteones y culturas que adoran a diferentes dioses, los cuales suelen ser los mismos pero con diferentes nombres, ya que los dioses verdaderos son siempre los mismos. En primer lugar está el culto más extendido por todo el continente, la adoración a los Ocho Divinos: Akatosh, Mara, Dibella, Kynareth, Stendarr, Julianos, Zenithar y Arkay. Dicho panteón fue impuesto por Santa Alessia tras unir varios dioses nórdicos y cyrodílicos para formar la religión oficial del Primer Imperio.

 Dicho panteón fue impuesto por Santa Alessia tras unir varios dioses nórdicos y cyrodílicos para formar la religión oficial del Primer Imperio

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Panteones Élficos

Los altmer adoran a dioses similares a los Ocho Divinos, pero con ciertas diferencias. Lo más destacable es que, según ellos, el padre de los Divinos no se llama Akatosh, sino Auri-El. Éstos también adoran a Magnus, dios sol y traedor de la magia a Nirn, y en algunas partes al dios guerrero Trinimac. Los bosmer, por otra parte, adoran a los que ellos denominan los dioses del bosque. Éstos son: el dios árbol Y'ffre, Auri-El, Arkay, Z'en, Xarxes, Baan Dar, Mara, Stendarr, Lorkhan, Herma-Mora, Jone y Jode.

Los dunmer son los únicos junto a los orcos que adoraban a los daedra como religión oficial y que nunca aceptaron a los aedra como sus ancestros. Durante largos siglos permanecieron adorando a los tres dioses vivientes (Vivec, Sotha Sil y Almalexia) bajo el nombre de El Tribunal, siendo éstos para ellos como la representación física de sus dioses daedra. Pero al final, tras largos siglos adorándolos, los tres dioses perdieron sus poderes poco a poco tras la destrucción de su fuente de poder ilimitado, el Corazón de Lorkhan. Después de esto, dos de ellos murieron y uno simplemente desapareció sin dejar rastro, comenzando desde entonces los dunmer a adorar a lo que ellos llamaron El Verdadero Tribunal, compuesto por las princesas daedra Azura, Mephala y Boethiah.

 Después de esto, dos de ellos murieron y uno simplemente desapareció sin dejar rastro, comenzando desde entonces los dunmer a adorar a lo que ellos llamaron El Verdadero Tribunal, compuesto por las princesas daedra Azura, Mephala y Boethiah

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La de los orcos es una de las pocas religiones monoteístas que existe en Tamriel, pues ellos sólo adoran a Malacath, príncipe daedra de los repudiados. Su devoción hacia dicho príncipe se explica a través de una leyenda que cuenta que Trinimac, un aldmer al que mucha de su gente siguió como una figura heroica durante la Era del Amanecer, acabó siendo corrompido por Boethiah junto con todos los que le seguían, pasando él a convertirse en Malacath y sus seguidores en los que ahora se conocen como los orcos. Desde entonces su religión no ha sufrido cambio alguno ni ninguna especie de fracturación de la misma, siendo esto lo único que todas las tribus orcas esparcidas por Tamriel compartían en conjunto.

Panteones Humanos

Los guardias rojos han heredado los dioses que los yokudanos trajeron consigo de su tierra natal, los cuales son muchos más que los del panteón imperial. Éstos son: Sataki, Ruptga, Tu'whacca, Zeht, Morwha, Tava, Malooc, Diagna, Sep, Hoon Ding, Leki y Onsi. Los nórdicos, sin embargo, conservan muchos de los antiguos dioses dentro de su panteón, aunque también adoran a los Nueve Divinos, ya que incluyen a Talos como dios de la guerra y el gobierno legítimo. Los dioses nórdicos más antiguos son Shor; dios protector de la humanidad, Alduin; el Devorador de Mundos, Ysmir; otro de los nombres por el que se conoce a Talos, y Kyne; nombre por el que ellos llaman a Kynareth, dama de los vientos y diosa de la naturaleza.

Panteones de Hombres Bestia

Los argonianos adoran a los Hist como sus únicos dioses, los cuales son unos árboles ancestrales que se encuentran en Ciénaga Negra y proporcionan visiones a aquellos que los adoran. Los argonianos, al nacer, beben de la savia de los Hist para obtener su poder y, al morir, sus almas vuelven al árbol para que así reencarnarse de forma cíclica cuando otro recién nacido beba de su savia. 

 

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Los khajiitas, por otra parte, adoran a las lunas Masser y Secunda principalmente en su panteón, ya que la fase en la que se encuentren ambas influye en el nacimiento de los de su raza, pudiendo convertirse desde un simple gato a un tigre dientes de sable según cómo estén posicionadas. Aunque también tienen otros dioses como Alkosh, Azurah, Baan Dar, Hermorah, Hircine, Khenarthi, Lorkhaj, Mara, Merrunz, Mafala, Namiira, Rajhin, Riddle'Thar, Sangiin, Sheggorath, S'rendarr, Y'ffer y Ja-Kha'jay.

Como se puede apreciar, muchos de estos dioses son exactamente los mismos con la única diferencia de que tienen nombres diferentes, pues, al fin y al cabo, los dioses que existen en este universo son los aedra y los daedra. Las únicas excepciones son Magnus, Sithis y Lorkhan, que son deidades que se encuentran en un plano superior.

 Las únicas excepciones son Magnus, Sithis y Lorkhan, que son deidades que se encuentran en un plano superior

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The Elder Scrolls: La Leyenda del Sangre de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora