Unos toques en mi mejilla me trajeron de nuevo al mundo. Abrí mis ojos y me topé con el rostro de Janneth.
— ¿Dormiste bien? — Cuestionó con una pequeña sonrisa en su rostro. Rodé los ojos y solté un pequeño bostezo.
— No tan bien, cierta chica me despertó justo cuando estaba en un sueño estupendo. — Ella rió ladeando la cabeza.
— Haz dormido toda las dos horas de inglés, creo que ahora sí estás bien descansada. — Me sorprendieron sus palabras, no sabía que había dormido tanto.
— Créeme por más de que duerma todo el día, eso no es suficiente para mí. — Me senté correctamente y pude notar que no había nadie más que Janneth y yo en el salón. — ¿Ya todas se fueron? — Janneth asintió. — Oh, ya veo. Bueno, se supone que hoy iré a tu casa para hacer el trabajo de psicología ¿verdad?
— ¡Exacto! Te acordaste, pensé que lo habías olvidado. — Esbozé una pequeña sonrisa y ladeé la cabeza.
Tomé mi mochila y me puse de pie, salí del aula y comenzé a caminar hacia el portón de la escuela con Janneth a mi lado. Antes de que pudiese salir del colegio, alguien se puso en mi camino. Subí la mirada y me encontré con los ojos de Joseph.
— ¿No te cansas de acosarme? — Cuestioné fastidiada.
— Solo vine a decirte que tomes en serio mi advertencia. — Y sin más que decir se fue.
Solté un pequeño bufido. Luego de unos pocos segundos me dí cuenta que Janneth me miraba con asombro.
— ¿El guapísimo profesor Brandt te acosa? Ah, te envidioooo, quisiera ser tú. — Dijo con un puchero en sus labios. La miré un tanto extrañada, y luego solté una pequeña risa.
— Créeme, no es nada bonito ser yo. — Tomé una bocanada de aire, y un suspiro salió de mis labios. Miré nuevamente a Janneth, ella asintió.
— ¡Ya vámonos! Se hará tarde, y Jullie siempre me espera con la comida servida. — Solo asentí y comenzamos a caminar nuevamente.
(...)
Pasé toda la tarde con Janneth, haciendo el trabajo ... y claro, también charlamos de todo un poco. Debo aceptar que Janneth parece una buena chica, solo que un poco inestable, cosa que al parecer es normal en las chicas de nuestra edad.
Miré nuevamente la laptop y dibujé una sonrisa satisfactoría; el trabajo había quedado muy bien y se veía genial. Subí la mirada hacia Janneth, la cuál seguía viendo las diapositivas sumamente concentrada.
— Yo creo que se ve muy bien. — Comenté volviendo nuevamente mi vista hacia la pantalla de la laptop.
— Sí, yo también, pero siento que deberíamos poner más imágenes, y buscar otro colores que combinen entre sí. El modelo de la diapositiva me gusta mucho, y el contenido también, así que eso lo dejaremos como está. Trataré de buscar otros colores, solo eso. — Inflé mis mejillas y rodé los ojos. Para mí se veía muy bien, pero Janneth era demasiado perfeccionista.
— Vale, está bien. — Me encogí de hombros. Ella me miró y dibujó una pequeña sonrisa.
— No te preocupes, yo me ocuparé de esos pequeños detalles. Ya te puedes ir a casa, ¡ten por seguro que sacaremos la más alta calificación! — Dijo entusiasmada. Yo solo asentí. No me importaba mucho la nota, puesto que el hecho de haber realizado una tarea era todo un gran logro para mí.
Tomé mi chaqueta entre mis manos, y agarré mi mochila, vi la hora en mi celular "4:20". Ladeé un poco la cabeza; no estaba mal, de hecho pensé que demoraríamos un poco más.
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La Maldición
VampireLucía Annie Brechg; una chica de diecisiete años, un tanto problemática, vulgar y ruda ... o eso aparenta ser. Con su familia fallecida en un accidente; Lucía tendrá que lidiar con su tía y su prima las cuales no pierden oportunidad de hacerle la v...