Sentí como alguien tocaba mi frente como si se tratara de una puerta. Solté un gruñido, y le di la espalda. Me cubrí mi rostro con la frasada que traía encima.
Escuché una risa. Gracias a ello, me di cuenta de quién se trataba, no me sorprendía que él estuviese en mi cuarto, puesto que no era una persona "normal". Si me dijiesen que él se puede teletranspotar como el mismísimo Goku, tampoco me sorprendería, es que con él nunca se puede saber las cosas. Es un raro, por lo mismo que no es un "humano".
Luego de unos segundos dejé de oír su risa; al parecer se había ido, ya que no sentía ni un movimiento, y ni un sonido.
Mejor para mí, así podía dormir más, ya que no pensaba asistir al colegio. Solté un suspiro largo, y nuevamente me dispuse a dormir.
Luego de unos minutos alguien de un tirón me quitó la sábana.
— Carajo. — Me senté en mi cama, y pude ver de quién se trataba. — Joseph. — Dije entre dientes un tanto molesta. — Deja de andar jodiendo y devuélveme mi sábana.
— Bonitas piernas, eh. — Me guiñó el ojo, y luego se sentó al raz de mi cama mientras tenía las sabanas en sus manos. — ¿Qué rayos esperas para cambiarte e ir a la escuela? Se te hará tarde.
Rodé los ojos ante sus palabras, a él que le importaba si iba o no iba a la escuela, no era su asunto. — No iré. — Dije cortante.— ¿No me darás la sábana? Bien, al cabo que comenzaba a tener calor. — Me eché nuevamente, y le dí la espalda, para luego cerrar los ojos.
— Tú irás. — Dijo en tono demandante. — Tengo que dictar clases, y te necesito cerca mío para poder protegerte.
Me levanté de golpe, y lo miré fijamente con el ceño fruncido. — ¿Qué mierda eres Joseph? ¿Cómo que te dejaré beber de mi sangre? ¿Estas chiflado? ¿Eres un tipo de extraterrestre que se camufla de un chico guapo para llevarse a señoritas?
Él miró hacia mi ventana, mientras elavaba la comisura de sus labios dejando ver sus perfectos dientes.
— Mira, te lo diré cuando sea el momento adecuado. Por el momento no necesitas saberlo. No seas curiosa, te recuerdo que la curiosidad mató al gato. Así que ...
— Pero el gato murió sabiendo. — Lo interrumpí, y me cruzé de brazos. — ¿Estás tratando de decirme que si llego a descubrir lo que eres, me vas a matar?
— No. Solo trato de advertirte, que no sería bueno que en estos momentos lo sepas. Correrías más peligro del que crees. Y con respecto al juramento que hiciste ayer ... no te puedes librar de eso Annie. Tienes que estar cerca a mí, solo así podré protegerte.
— ¿Protegerme de qué? Si te refieres a tipos como los que me topé ayer, pues eso se soluciona con unas clases de karate. No hagas tanto drama, y dime qué carajos es lo que eres. — Él soltó una risa, y me miró como si de una niñita ingenua se tratase.
— No me refiero a ese tipo de gente. Hay especies que son mucho peor que yo, Annie. Y tú tienes algo, que la mayoría de ellos quiere. Y no les importará lastimarte para llegar a ello. ¿Me entiendes? O ¿Te lo tengo que explicar con manzanitas? — Fingí una sonrisa, y le saqué el dedo medio.
— ¿Qué se supone que es lo que tengo yo, que ellos quieren?
— Ok. Fin de la conversación, te espero abajo en la sala. Te doy ... — Miró su reloj de su muñeca, y luego fijó su mirada en mí. — ... unos veinte minutos para que te cambies y te asees. Si te demoras más del tiempo límite, tendrás que cumplir tres cosas que yo te pida.
— Es casi lo mismo, mayormente termino haciendo lo que tú me pides, idiota. — Solté un bostezo, y dirigí mis manos hacia mis ojos, comenzando a tallarmelos. Al dirigir mi mirada nuevamente hacia Joseph, noté que se hallaba con una sonrisa de lado. Acercó su rostro al mío y mientras se acercaba yo trataba de que entre nosotros haya más distancia hasta que caí de espaldas en mi cama. Puso sus manos a los costados de mi cabeza, mientras entre su rostro y el mío solo habían unos pocos centímetros. Su respiración se mezclaba con la mía y sentía claramente como mi corazón se agitaba. — Ya basta, no te acerques tanto. — Me salió un hilo de voz.
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La Maldición
VampirLucía Annie Brechg; una chica de diecisiete años, un tanto problemática, vulgar y ruda ... o eso aparenta ser. Con su familia fallecida en un accidente; Lucía tendrá que lidiar con su tía y su prima las cuales no pierden oportunidad de hacerle la v...