T R E S "Pánico"

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Miércoles, 20 de Junio del 2018

C A R O L I N A



— ¡Lo del paseo esta genial! Pero no entiendo por qué solo los de segundo grado de bachillerato. — Marcela se pone en pose pensativa y Carolina encoge sus hombros sin tener tampoco la más mínima idea.

— El año pasado también hicieron eso ¿no recuerdas que a los de segundo los sacaron un día para ir a un museo en el centro de la ciudad?

— Bueno sí, tal vez es algo así como tradición o yo que sé. — dice de acuerdo Marcela.

— Tal vez quieren incentivarnos a pasar a último año para graduarnos. — dice en tono bromista Carolina y ambas chicas ríen.

De repente a Marcela se le ocurre una cosa loca y la dice como siempre, dejando salir todo con Carolina.

— ¿Te imaginas que en el bus te toque ir con tu zombie? — dice de la nada Marcela esperando la reacción de su amiga, quién la mira con cara de "No me jodas".

— Eso no pasará. — se ríe incrédula — Creo que sueñas más que yo con que pase algo entre nosotros.

— Porque se lo mucho que te gusta. — murmura Marcela con algo parecido a pena, por su amiga que suspira por un chico que nunca la ha volteado a mirar, a pesar de que en su opinión es una chica bonita.

Carolina rueda los ojos y le tapa la boca con la mano a su amiga mirando a todos lados, ya que hay muchos estudiantes fuera de los cursos porque hay hora libre por los profesores que están teniendo una reunión.

— No más no lo grites por favor.

— Mi mamá dijo que si podía ir. — dice Marcela cambiando de tema cuando su amiga le ha quitado la mano de la boca y pega un saltito a lo que la morena se ríe.

— A mi también me dejaron ir. — la imita de forma burlona dando un saltito y se ríe bajo la atenta mirada de alguno que otro estudiante.

— Otra vez él esta mirando hacia acá.

La cara en seguida le arde, abre los ojos más de lo normal mirando a su amiga incrédula, se queda muy quieta por la vergüenza que está empezando a sentir.

— ¿Hablas en serio?

Marcela asiente sonriente dando aplausos como lo muy feliz y rara que es, Carolina ríe aún avergonzada luchando con las ganas de voltear a mirar si es verdad lo que dice la castaña.

— Tal vez... ya se dio cuenta de que te ama, y por eso te mira como un acosador. No te pierde de vista. — dice en tono gracioso Marcela meneando las cejas.

— Recuerda que soy yo quién lo acosa a él, no él a mi.

— Bueno, pero ahora los planes se han invertido, él esta mirando hacia acá. — insiste y Carolina suspira.

Se gira apoyándose en el balcón de los pasillos del colegio mirando al frente despacio y relajándose para mirarlo, y efectivamente.

Como tiene puestos sus lentes ve que claramente él esta mirándola, lo mira fijamente arqueando una ceja, a lo que responde dándole la espalda de inmediato.

La vergüenza se disipa y siente como si su corazón se desinflara.

— Creo que me odia.

— ¿Y como no? — Marcela agita las manos en la cara de su amiga — Ya, desaparece. — la imita y ella misma la quiere golpear.

— Juro que no sé que pensaba en ese momento, solo... se me salió.

— Así morirás virgen, y aún de labios.

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