Viernes, 7 de Diciembre de 2018.
C A R O L I N A
Oficialmente navidad comenzó, claro, hace días, pero hoy recién en el colegio, nos han dado la tarde libre para que adornemos el salón con cosas navideñas que hayamos traído como nos pidieron el día viernes pasado.
También nos escogieron a mis amigas y a mi para que ayudemos a poner un pesebre en el pasillo principal del colegio, en casi la entrada. También adornar con luces y armar un árbol que una mamá del jardín se encargó de donar para el colegio.
Alguien pone un pedazito de esas guirnaldas peludas en mi oído y doy un manotazo al aire sin querer dándole un golpe a Enrique en la mejilla, todos a nuestro alrededor se matan de risa y yo me acerco a disculparme porque él solo iba pasando y quién me estuvo molestando fue Marcela.
— Perdón Enrique. — me río viendo su ceño fruncido, luego sonríe agarrando mi mano poniéndola sobre el golpe que le di. Tiene roja esa zona.
— Puedes sobarme y disculparte bien. — lo miro mal y él se ríe mirando detrás de mi hombro. — Ahí viene tu novio.
Me giro sacando casi a la fuerza mi mano de entre las suyas, lo miro mal al ver que lo hace a propósito para molestar a Kenny, porque ya hace mucho tiempo que todos nos hemos dado cuenta que es algo celoso.
— Hola. — me abraza mirando sobre mi hombro, ya he notado que es del mismo porte de Enrique solo que como se encorvaba parecía más pequeño. Ahora ya no lo hace — ¿Por qué... por qué tu mano estaba en la mejilla de Enrique? — me mira entrecerrando los ojos y yo resoplo.
— Porque le pegué sin querer y él se aprovechó de eso para molestar, ya sabes como es. A él le encanta fastidiarte.
— Le gusta más tocarte. Que me moleste a mi es un extra para él. — se queja acariciando mi espalda tocando apenas las puntas de mi cabello que están más abajo de mis hombros ya mucho más largo que hace unos meses.
Ha crecido rápido mi cabello.
— Ya, no te pongas celoso. — masajeo sus hombros y se relaja separándose un poco para verme.
No sé si soy yo, pero hoy se ve más guapo de lo normal. Su piel parece brillar, sus labios están rojos y su cabello oscuro esta despeinado de manera espectacular.
— No puedo evitarlo, estoy enamorado de ti. — dice suavemente como si no fuera nada.
Pero para mi lo es todo.
El día de su fiesta me dijo que me amaba, no le respondi y Kenny no se molestó, pero no lo volvió a decir en todo este tiempo. Solo suelta comentarios como estos, pero no dice en voz alta eso que quiero escuchar, eso que ahora si estoy segura para responder.
— ¿Quieres ayudarnos a adornar el pesebre abajo, Kenny? — pregunta Nancy llegando a nuestro lado, mi Crush le sonríe asintiendo.
— En buena hora, los novios siempre están juntos. — dice Lady apareciendo.
Cuando mis amigas salen del curso para ir a adornar eso, también voy a seguirlas pero Kenny me detiene.
— Somos... ¿novios? — luce inseguro y sus ojos evitan mirarme.
Yo me quedo sin habla, no tengo idea. Tal vez si, solo no habíamos puesto ningún nombre entre los dos, tampoco negamos lo que las personas dicen, solo entre nosotros no estaba bien claro.
— Lo somos. — respondo firme y lo jalo para que vayamos tras mis amigas.
Bajamos las escaleras agarrados de las manos, nos separamos cuando el vicerector le dice a Kenny y a otros chicos que ayuden a mover una escalera para colgar una cartelera navideña hecha por niños de décimo año.